Poesia dominicana

Ángela Hernández: la alquimia de un ser alado (I)

«Poesía es la unión de dos palabras que uno nunca supuso que pudieran juntarse, y que forman algo así como un misterio». Federico García Lorca

Racso Morejón | racsopmorejon@gmail.com/ Critico de literatura LA INFORMACION 

Hay un alma colmada de ansiedades, creativas, expresivas, insaciables.

Alma de mujer.

Una libertad plena que se manifiesta entre versos, cincelando la piedra temática que constituyen sus poemas.

La poesía vasta, no le basta al ser alado, conmovedor y sensible que la habita. Les estoy hablando de Ángela Hernández Núñez, (Jarabacoa, 6 de mayo de 1954). Graduada – con honores -de Ingeniería Química. Poeta, narradora, fotógrafa y pintora, Premio Nacional de Literatura, 2016 y tres puntos suspensivos.

Debo ser franco en absoluto, y de inmediato. Me fascina la composición de aquellos elementos que conforman los enlaces intelectuales de Ángela Hernández Núñez. La materia, la energía y sus transformaciones son, en el bregar con que -por muchos años- forjó Ángela su vocación creadora, el alimento primordial que sustentó sus inquietudes estéticas; luego que un extenso y sinuoso devenir profesional, personal e intelectivo la fusionara con las artes. Diría que es de esas artífices que encuentran en el universo interdisciplinar la potencial confianza para cristalizar la conexión humana y en particular el entrelace con ella misma.

Paseantes mi alma y la tuya

Todos los seres

Siguen nuestros rastros

Una relación (reacción) inequívoca que surten los procedimientos de su formación de profesional, observación, experimentación y trascendencia; procesos que la vida le facilita también para involucrar al individuo con aquellos elementos que le sean asequibles para configurar los intercambios de estados con su contexto. Extraer de la probeta sus inquietudes literarias, fue acaso su más reluciente modo de experimentar.

Nada más parecido a la poesía -metafóricamente escribiendo- que la alquimia; sí, aquella práctica proto científica con tintes filosóficos que combinaba elementos o disciplinas del saber humano hasta entonces, reconózcase la medicina, la astrología, la metalurgia, la física, el lenguaje, la química, el misticismo y hasta el espiritismo; todos de sublimes expresiones humanas.

Alquimista

El amor no detiene

La muerte del cuerpo

No detiene la muerte del amor

Pero de él, nada se pierde

Todo lo transforma a su favor

¿Acaso los poetas, en la construcción de sus textos, no son poseedores de estas relaciones legendarias que validan la búsqueda de la piedra filosofal, la transmutación de las almas y la percepción de la vida? ¿Qué es sino la poesía?

La de Ángela Hernández Núñez es una voz poética que conecta con la emoción del lector, cuando leemos sus poemas experimentamos una reacción inmediata dentro de nosotros mismos, pero también podemos dilucidar cómo podría ser el universo interior del otro.

El velo se descorre y es como experimentar un desprendimiento y una impregnación energética simultáneos. (Ella lo reconocería como procesos exotérmicos y endotérmicos). La inducción está en que la autora recurre a un lenguaje espontáneo y limítrofe con lo coloquial, pero al mismo tiempo lúcido e introspectivo, para oxigenar esa sensación de intimidad y vínculo emocional que fundan los poetas genuinos. Explorar temas como el amor, la identidad y la memoria, vecinos de nuestro entorno  más inmediato, requiere ese intercambio a nivel de vibraciones, energético y sensorial. Ella lo sabe, lo explaya en el laboratorio insondable que es la poesía.

El secreto de mi iluminación

A ti acoplan

el desnudo de un lirio

Las crujientes pepitas del sol

El empedrado esponjoso

de enigmas las olas del pensar

 

Tu voz

El movimiento en la clepsidra

sabe como la lluvia

antes del viaje

De tu ombligo acopio

oro líquido

Desde tu planta

mi ser se empina al cielo

Llama nívea del árbol

de noche florecido

del que bebo sueños

Concierto en riada

Música manando

cuerpo a cuerpo

«En parte se ve un alma», (como nos dice en otro de sus poemas Ángela) un atisbo de mujer, un «trance sonoro», que en el acontecer de cada página devela su insaciable inquietud espectadora. En ese afán se ha propuesto legitimar la cuidada y meticulosa manera de expresar su presencia entre nosotros; así, la naturaleza que explora y «retrata» -a veces literalmente-, aparece a manera de poemas breves, brevísimos, permitiendo que espacio y luz se fundan en lo que fuera la página en blanco. Su poesía es dueña de un enfoque profundo en temas de identidad, la cultura, la naturaleza y la experiencia femenina, la sensualidad, la tradición, el cuerpo y otros tres puntos suspensivos.

Ya lo dice para abrir el último poema del libro: «Suculenta belleza envuelve mis sentidos».

Amantes locos

Faroleros segadores de espantos

Mujer y hombre, bailando sobre la punta del alfiler

Son la efigie forrada

de murmullos

La grama deshielada

Los que aúllan cual lobos

y reptan como lagartijas

y vuelan como cóndores

y como negros abejones

mientras se aman en

Crestas Solidas de Incertidumbres

 

Son los que mastican

helechos mientras pasean

con la cabeza cargada

de electrones

Las papilas catadoras re

Rescoldos Prehistóricos

Son los que se ofrecen

oquedades donde

Moran Insectos

y escozores frutales

Los que pinchan los

Muros con Esquirlas de Furia

Los que muerden la espuma

de sus dedos

(y echan carreras sobre

vidrios rotos)

Los que al perderse se palpan

Los que nunca se regalan nada

Son los confiados que

hunden sus talones en

La arena movediza

de los otros

Los que descargan sus entrañas, blandas de obligado licor

en la luna nueva

Los de entintadas lenguas

y burbujas de lava en las

glándulas

Lagrimalesß

Los bulbos aéreos

en los oscuros aljibes

Son las celosas parásitas que abrazan al pino con sus nervios

El sapo arcoíris que escupe frases hechas

 

En su esqueleto se descuajan los siglos

 

Son los que arrumban

aguas extraterritoriales

e improvisan redes para pescar una cosa que no sea sólo  sueños

Los anillados a la vida

Encarnación de la cuántica

Ambivalencia

El simple horror de la felicidad absoluta

De la soledad absoluta

Van sombra  siendo

Asaz zigzagueco

Chispazo

Todo un mosaico de criaturas, acontecimientos, personajes, detalles, sensaciones, conceptos, geografía, sentencias, gestos, quimeras, preguntas, ¡siempre preguntas! que es el mejor estado de la materia en que se pueda hallar a un poeta de la magnitud y los elementos discursivos de Ángela Hernández Núñez.

¡Alerta, poeta!

¿Dónde está tu visor?

Se le ha quedado

abierta

La Trampilla

hacia otredad

«De las continuas progresiones de la memoria humana», para apropiarnos nueva vez de sus formidables versos, son extraídos sus poemas. La inabarcable brevedad con la que la autora ha sabido condensar una poética que produce una sacudida de admiración y asombro en el lector; sensibilidad lírica que conecta la experiencia humana con acento profundo y conmovedor; impulsándonos a leerla con la certeza de que estamos delante de una poesía que detenta el poder transformador de la palabra. La suya es una poesía rica en significados y emociones.

En algunos de sus poemas, Hernández Núñez se vale de una exposición más abstracta, tirando de un lenguaje que evoca aquella sensación del instante sin medida, infinito… eterno. Pulsa ese sentido de espiral que es la «acústica del límite», parafraseándola; asociada también con un sentido de observación y superación de los propios contornos que (des)dibujan al individuo. Los poetas con frecuencia superan las fronteras del lenguaje, el carácter simbólico, y su connotación adoptando una sintaxis o preferencia de palabras poco convencionales, para situar al ser en las coordenadas de su infinitud. Ángela, en su escritura, suele explorar muchas veces temas relacionados con identidad, lenguaje y comunicación, desde una perspectiva cuyos efectos nos resultan entonces seductores.

Un viaje al revés del realizado por Sansa

Encarnada de lenguaje,

el ser supera en vastedad

a los sentidos

El difícil orden de lo uno

desnuda al individuo,

un aspaviento

arropa sus respuestas

Abre las lozas del piñón,

un reflejo de avispa

Afluentes y meandros, lo real

se deja conducir por

contingencias

El hecho cierra y

sigue hacia adelante

La física de los paralelismos

asesta en el momento

El tiempo es en ella un ápice de esta realización. El tratamiento del tiempo y el Ser en la poesía de Ángela Hernández Núñez se visualiza natural, aun cuando se encauza a través de la subjetividad, la fragmentación de este elemento y la relación que con él hemos establecido los hombres; inquiriendo al pasado, explorando el presente, como si fuesen partículas compuestas de una manera no lineal, para crear imágenes que evocan un sentido de tiempo cotidiano, sublime, simbólico…

Retorno por un hilo

Bajo el agua, la sombra

Tras la sombra, la piedra

Bajo la piedra, el rostro

Un cúmulo de tiempo

Tras el tiempo, las huellas

Antes de huellas, pasos

Apuesto por creer, Ángela, que allá en los «límites de la acústica» las almas de «todos los seres/siguen nuestro rastro», remontan pasión y deseo en «algebraicos vuelos», para encontrarle sentido a sus vidas, acompañamiento a la soledad y entusiasmo a la esperanza. Credo «que se ha encerrado en símbolos» trascendentes de naturaleza humana, como la mejor metáfora de la renovación y crecimiento espiritual de los individuos.

Ahí me encuentro felizmente y «cautivo del aire» de tu obra poética y artística; «al saber que la alegría gana guerras», preña al silencio de murmullos y cadencias sutiles que propone una búsqueda del significado de la vida.

Hasta aquí, amantísimos lectores, este primer acercamiento a la poesía de Ángela Hernández Núñez, publicada en  su libro Acústica del límite, cuya edición estuvo al cuidado de la propia autora, así como la imagen de portada y las fotografías interiores. El diseño de cubierta y la diagramación la asumió Jesús Alberto de la Cruz. Un poemario editado por Editorial Búho, S.R.L en Santo Domingo, República Dominicana, 2016.

Convite literario se engalana nueva vez con esta muestra de poesía escrita por mujer. Regresaremos el próximo viernes sobre la prolífera obra de la autora e intelectual dominicana, mujer de arte y ciencia, y también viceversa. Demos la bienvenida a Ángela Hernández Núñez en nuestras páginas y que dios los bendiga absolutamente a todos.

FUENTE: DIARIO LA INFORMACION

 

Soledad Álvarez gana Premio Casa de América 2022 y pide poesía salga al mundo

Madrid. Después de tanto arder, de la autora dominicana Soledad Álvarez, es la obra ganadora del XXII Premio Casa de América de Poesía Americana. Como parte de las bases del premio, que estipulan 5 mil euros como dote y la publicación a cargo de Editorial Visor Libros, lo cual se espera para 2023.

Álvarez sostuvo que el premio obtenido evidencia que la poesía dominicana, al ser ya ganado por dos de sus creadores (ella y José Mármol en 2012) y que el mismo debe ser un llamado a incursionar en los ámbitos de la poesía internacional.

“Este es un galardón que nos honra, que nos compromete como poeta, que lanza un mensaje a todos aquellos que creen que la poesía es una manera de existir, un don que tiene que ser cultivado con lectura, persistencia, paciencia y rigor” afirmó Soledad Álvarez, en declaración que emitió a los medios dominicanos.

El premio le será entregado en persona en Madrid.

“Mi alegría fue inmensa cuando recibí la llamada desde Madrid por parte de los organizadores de un Premio Literario del nivel de prestigio del de Casa de Las Américas” agregó.  Sostuvo que la poesía dominicana debe dejar de ser isleña, de estar enmarcada por limites regionales geográficos y lograr una dimensión universal.

El jurado en su veredicto establece   que se trata de «una poderosa indagación, entre irónica y melancólica, del paso del tiempo, capaz de usar la intimidad como un espacio propio desde el que observar nuestro mundo asolado por guerras y pandemias y de reflexionar sobre el feminismo, la familia o las servidumbres de la pareja».

El jurado calificador ha estado integrado por Enrique Ojeda Vila, director general de Casa de América; Ángela García, ganadora del premio en 2021; Benjamín Prado, escritor y poeta; Javier Serena, director de Cuadernos Hispanoamericanos y Jesús García Sánchez, de la Editorial Visor Libros. Anna María Rodríguez Arias, especialista en literatura de Casa de América, ha actuado como secretaria.

El premio, convocado por Casa de América con la aspiración de estimular la escritura poética en el ámbito americano, está dotado con 5.000€ e incluye la publicación de la obra por la

La poeta ganadora

Soledad Álvarez (Santo Domingo, 1950) es poeta y ensayista. Es graduada en Filología por la Universidad de La Habana. Durante su estadía en Cuba trabajó en el Centro de Investigaciones Literarias (CIL) de Casa de las Américas. A su regreso a Santo Domingo fue subdirectora del suplemento cultural Isla Abierta, del periódico Hoy.

Premio Nacional de Literatura 2022. En 1980 obtuvo el Premio Siboney de Ensayo con el libro La magna patria de Pedro Henríquez Ureña. Como poeta ha publicado los libros Vuelo Posible (1994), Las estaciones íntimas, Premio Nacional de Poesía 2006 y Autobiografía en el agua, Premio Nacional de Poesía 2016.

Como ensayista ha publicado Complicidades. Ensayos y comentarios sobre literatura dominicana (1998), De primera intención. Ensayos y comentarios sobre literatura (2009) y República Dominicana. Paisaje. Cultura (2013). En colaboración, El siglo XX dominicano. Economía, política, pensamiento y literatura (Codetel, 1999) y Cultura y sociedad en la República Dominicana (El Siglo, 2000). Como antóloga ha publicado los libros La ciudad en nosotros (2008) y Santo Domingo. Visiones de la ciudad (2010). En el año 2015 le fue otorgado el Premio Caonabo.

Manuscritos recibidos en esta edición 

En esta edición se han recibido 573 manuscritos de 24 países diferentes: el 22% de ellos de Argentina, el 15% de Colombia y el 9% de México; seguidos de Perú, Chile, Cuba y España, que representan cada uno un volumen del 6%.

La cantidad de los trabajos presentados hace que convivan poemarios de una alta escritura con otros de cierto tono adolescente y epigonal. Se manifiesta también una poesía que año tras año indaga en el lenguaje de este nuevo siglo. Asimismo, por segundo año consecutivo toma una importante fuerza lo femenino, de la posición de la mujer en el mundo de los afectos y de nuestra historia.

Esta convocatoria ha marcado un importante cambio de rumbo en cuanto a la línea estética. Hasta ahora habían coexistido una línea más abstracta y de pensamiento con otra más minoritaria de reflexión sobre las circunstancias históricas y míticas de América.  En esta edición prácticamente desaparecen ambas líneas, dejando paso a una poesía de apariencia sencilla, de contemplación de lo experiencial y la cotidianidad.

El Premio Casa de América de Poesía Americana ha sido otorgado a:

  1. Breve historia de la música. Eduardo Chirinos (Perú).
    2002. La vista. Claudia Masín (Argentina).
    2003. Colección privada. Ramón Cote (Colombia).
    2004. Mordiendo el frío. Edwin Madrid (Ecuador).
    2005. Viernes en Jerusalén. Marco Antonio Campos (México).
    2006. En un abrir y cerrar de ojos. Óscar Hahn (Chile).
    2007. Papeles de Harek Ayun. Omar Lara (Chile).
    2008. Palma real. Jorge Boccanera (Argentina).
    2009. Biblia de pobres. Juan Manuel Roca (Colombia).
    2010. El rumbo de los días. Waldo Leyva (Cuba).
    2011. Explicaciones no pedidas. Piedad Bonnett (Colombia).
    2012. Lenguaje del mar. José Mármol (República Dominicana).
    2013. Cuando toda calla. Hugo Mujica (Argentina).
    2014. Parranda. Rafael Courtoisie (Uruguay).
    2015. Las musas se han ido de copas. Nilton Santiago (Perú).
    2016. Medianoche del mundo. Jorge Galán (El Salvador).
    2017. Lo que hace el tiempo. Yolanda Pantin (Venezuela).
    2018. Los primeros indicios. Franco Bordino (Argentina).
    2019. La aguja en el pajar. Carmen Boullosa (México).
    2020. Los cisnes negros. Rolando Kattan (Honduras).
    2021. Se arrodillan para beber. Ángela García (Colombia).

Perfecta Tormenta, (Perfect Storm) primer libro poesía de Ian Alcántara Contreras

El poemario bilingüe Perfecta Tormenta (Perfect Storm) de Ian Alcántara Contreras, fue presentado en un acto emotivo y caracterizado por la masiva presencia familiar y de amantes de la literatura.

El libro Tormenta Perfecta presenta treinta poemas en español y 18 en inglés, recorriendo un universo que incluye trabajos a su pueblo natal (Monte Plata), al espíritu emprendedor, al amor, a su madre (Marivell Contreras), al espíritu de lucha desde la juventud, al grito y a otros temas.

Los escritores Pedro Antonio Valdez e Ibeth Guzmán valoraron la calidad escritural del joven poeta dominicano residente en New Jersey, al indicar que se trata de una poesía de la cual emanan figuras que instan a la serenidad y el silencio.

Pedro Antonio Valdez e Ibeth Guzmán (a los extremos) fueron los presentadores del libro de Ian Alcántara en el Centro Cultural Mirador.

Valdez indicó en la presentación que en Ian Alcántara es un suceso la cristalización de la palabra mediante una experiencia que se logra a partir de la absorción de una lengua, desde otra.

“Esta vinculación léxica y normativa le ha permitido al autor crear vinculaciones lingüísticas de apoyo mediante la observación de uno a otro idioma” afirmó Valdez.

Cito, como muestra, un fragmento del poema El Gritón:

“Aprendió a amar el in-amable

A gritar lo que no se llora,

Y a sufrir tristezas que no son de él.”

El poemario de Ian Alcántara, quien vive y trabaja en Estados Unidos fue editado a finales de 2019, pero la pandemia impidió que se pusiera a circular, hasta ahora.

El libro estará a la venta en Librería Cuesta y se puede pedir a domicilio por la página www.librosentucasa.com.

La asistencia de personas al acto fue tal que se tuvo que cambiar el salón dispuesto al efecto, por uno de mayor capacidad.

La maestra de ceremonias fue su madre, la periodista Marivell Contreras. Escritores y gestores culturales, estudiantes y periodistas, asistieron a la presentación.

Pie de foto:

Pedro Antonio Valdez e Ibeth Guzmán (a los extremos) fueron los presentadores del libro de Ian Alcántara en el Centro Cultural Mirador.

 Portada del libro de poesía bilingüe de Ian Alcántara Tormenta Perfecta.

Soledad Álvarez habla de su pasión, la poesía

Soledad Álvarez, poeta, ensayista y editora, una vez pasada la emoción del anuncio del Premio Nacional de Literatura, el pasado martes 26 de enero, ha confesado sus verdades literarias, sus rituales para escribir y sus pareceres sobre su generación literaria.

Aun no se ha definidor la fecha de entrega de su premio debido a que Fundación Corripio espera las mejores condiciones respecto de la pandemia, para que se pueda producir en el Teatro Nacional.

Esta fue la conversación con la escritora:

JRS, ¿Podrías describirnos tu experiencia como parte de tu generación literaria?

Inicié mi actividad literaria a finales de la década del 60. Una adolescente, pero de ojos muy abiertos en el tiempo de las luchas por una sociedad más justa, de los movimientos libertarios y estudiantiles, de las consignas que proclamaban la necesidad de concebir lo imposible. Pertenezco, pues, a la generación trágica de las utopías. Tantos amigos asesinados, tantos perdidos en el voluntarismo y la frustración por el fracaso de la izquierda. Tanto horror. Pero también una generación privilegiada, de mujeres y hombres de corazón limpio, dispuestos a dar hasta la vida por sus ideales. Mi generación conoció la dictadura trujillista, la lucha por la democracia, el terror de los doce años; y después otras ilusiones, la democracia defectuosa, la apertura del país, las llamadas modernización acompañada de una mayor desigualdad y brecha social, el desvarío de las tecnologías… tantas cosas han pasado, tanta historia todavía viva. En mi libro Autobiografía en el agua intenté recrear algunos de los acontecimientos de mi generación que me marcaron, entre otros los asesinatos de Orlando Martínez y Orlando Mazara, la represión, la bohemia, la empecinada esperanza en el amor, la posibilidad de la plenitud, la experiencia de la belleza.

JRS. ¿Qué es para ti la poesía como forma existencial de vivir?

La poesía no es solo una experiencia estética, el más alto modo de expresión verbal. La poesía es una forma de conocimiento. Quienes escribimos, leemos poesía y vivimos para ella sabemos que es presencia vital, por momentos tan intensa que llega a sentirse presencia física. Lo peor es cuando parece alejarse y entonces nos asomamos al vacío. La poesía es una manera de estar en el mundo, una forma de vida, como decía Saint John Perse, una forma de resistencia, dije alguna vez.

JRS ¿A qué hora escribes, ¿cuáles son los rituales para hacerlo?

SA. Mi relación con la literatura es agónica porque lamentablemente no puedo dedicarme exclusivamente a la literatura. Me ocupan tiempo las obligaciones de trabajo, las tareas de la casa y los compromisos sociales. Pero cada día dedico tres o cuatro horas a escribir o leer, cuando puedo por las mañanas, más frecuente en las tardes. El ritual es subir las escaleras del apartamento, sentarme en el escritorio frente a la computadora, quitarme los zapatos, muchas veces prender velas aromáticas, a veces una vara de incienso… No sé si llego a tener la “habitación propia” a la que se refirió Virginia Woolf.

JRS. ¿Por qué no eres una escritora que se ve en grupos de escritores en tertulias, y haciendo vida colectiva?

SA- En diferentes momentos de mi vida he participado con mucha ilusión en proyectos culturales con el propósito de ayudar a crear espacios de pensamiento, de diálogo, de apoyo a difusión de nuestra literatura. Recuerdo las tertulias que hace décadas realizábamos en el Centro Cultural Hispánico José Mármol y yo, la Asociación de Críticos Literarios, la Casa del Escritor, algunos intentos de proyectos editoriales, y más recientemente mi participación, junto a José Rafael Lantigua y Minerva del Risco, en la Comisión Asesora para la Participación de la República Dominicana en la 78 Feria del Libro de Madrid. Además, actualmente formo parte del Comité Organizador de la Semana Internacional de la Poesía. Es decir que, si bien valoro y cultivo el aislamiento y la soledad imprescindibles para el estudio y la creación, no dejo de participar en iniciativas colectivas que con seriedad y buena voluntad trabajen en beneficio de nuestra cultura.

JRS ¿Qué es lo que consideras más fundamental de tus ensayos?

SA. Así como la poesía es para mí pasión ––patior, padecere––, experiencia de alta intensidad emocional, a veces catártica, que culmina en el encuentro con la palabra, con esa “otra voz” que al decir de Octavio Paz es la del hombre que está dormido en el fondo de cada hombre –– revelación de lo sagrado––, el ensayo, género de ideas, es un paseo gozoso en múltiples direcciones, divagación en la que no importa tanto la meta como el recorrido, experiencia fascinante en tanto sin salir de una misma y sin renunciar a la subjetividad es ir al encuentro con el otro y con el mundo. Disfruto mucho el ensayo. Leer y escribirlo. Me encanta su libertad, su naturaleza bifronte, la asociación de ideas, dejarme llevar de la intuición después de tener sobre la mesa todos los elementos recopilados en la lectura y la investigación. A mi juicio lo fundamental en el ensayo es provocar en el lector el placer de la lectura, el diálogo con el autor. Estimular el pensamiento. Desde Montaigne a Pedro Henríquez Ureña, desde María Zambrano a Octavio Paz y Piglia el ensayo ha sido conversación a la vez que re-creación cercana a la poesía por el componente subjetivo y la relevancia del lenguaje. Con esos autores y otros en el altar, intento con humildad escribir bellamente lo que pienso, pasear gozosamente por el mundo o la literatura de la mano con la palabra.

JRS ¿Cuál libro de tu poesía te representa con más detalles?

SA Jaime Sabines se refirió alguna vez al “poeta ajeno de pudor”, aludiendo no solo a la presencia de quien escribe en el texto, y a los condicionamientos que a partir del concepto “autor” rodean la lectura ––de género, época, culturales, entre otros––, sino a lo que hay de exposición de sentimientos y experiencias en el más subjetivo de los géneros: la poesía. Pero ojo: sentimientos expuestos y narrativa no del autor, la persona que escribe el texto, sino del poeta, del escribiente a través de quien habla la lengua. En algún lugar alguna vez leí que no hay más tiempo que el de la enunciación, y que el poema es múltiple y eterno en tanto se crea cada vez en la lectura. Con esta reflexión quiero señalar la complejidad, dentro de la aparente simplicidad, de la pregunta. Soy y no soy lo que escribo, me representa a veces y a veces no, aunque acepto que algunos poemas han sido escritos con sangre.

JRS ¿Por qué nunca se te ha visto involucrada en polémicas o conflictos literarios?

SA. Ciertamente.  No recuerdo ninguna polémica o conflicto literario con nadie. Tampoco en otros espacios de la vida. Pero sí he tenido, como todos los seres humanos, divergencias y desencuentros, y como muchos otros he conocido la envidia y la mala fe. El mundo intelectual es una madeja de egos y de intereses futiles.

JRS ¿Qué se debería hacer para que la literatura sea un bien compartido, disfrutado por todas las generaciones?

SA. Compartir es hacer partícipe, entregar, en este caso un bien: la literatura, el conjunto de las producciones literarias de la nación. La literatura forma parte de la cultura, y como tal su conocimiento y goce es un derecho; pero como dijo Xirau, es una de las formas más altas de conciencia, una forma de conocimiento, por lo que no me parece inocente la indiferencia cuando no la hostilidad de muchos gobiernos hacia su difusión y cuidado. La ignorancia, la incapacidad de pensar y la insensibilidad ante la humanidad y la belleza son redituables al poder. ¿Qué hacer para que la literatura sea un bien compartido? Antes que nada, darla a conocer, enseñar a los jóvenes, desde la escuela, su conocimiento y disfrute, auspiciar y estimular la industria editorial, garantizar que el libro sea un bien al alcance de todos ––tal y como se hace con productos de primera necesidad––, establecer programas y proyecto que faciliten la investigación y la creación tanto dentro como fuera de la academia, crear espacios de publicación, los cuales han desaparecido casi en su totalidad en los últimos años. ¿Cómo puede subsistir una literatura sin editoriales, sin librerías (solo hay una o dos), sin críticos, sin estímulo?

JRS. Agradecemos la cortesía de tus respuestas.

SA, Siempre dispuesta a responder las inquietudes literarias que procuren transformar la literatura en un elemento cercano a las personas, que despierte inquietudes de muchos jóvenes que escriben para si mismos y necesitan de orientación y estimulo.

El más caro anhelo de Norberto James: “No ser olvidado”

La principal ambición de Norberto James Rawlings era escribir poemas que no fueran olvidados nunca y jamás mencionó o aspiró a ser seleccionado del  Premio Nacional de Literatura.

Los esposos Rawlings-Wellington durante un paseo. Foto suministrada por el bibliógrafo Miguel Collado.

Su esposa, Elizabeth Wellington, sostiene que James Rawlings, considerado en los círculos literarios como el poeta más importante de su generación de postguerra, tuvo una percepción renovada de la vida a partir de su enfermedad de Parkinson, que le afectó durante los últimos 15 años.

En una comunicación de Wellington al poeta, ensayista y bibliógrafo Miguel Collado, la hoy viuda del poeta dominicano indica:

“La única ambición de Norberto fue escribir siempre buenos poemas. La enfermedad que tuvo le regalo una perspectiva diferente. Nunca Lamentó, ni mencionó el Premio (PNL). Lo más importante para él era que la gente recuerde sus versos y que vivan y se repitan para que se sepan de memoria porque tocan el espíritu de quienes lo sepan. Este es el mayor premio: no ser olvidado.”

¿Mueren los poetas?

Pero la muerte de los poetas es final relativo. Cuando quien muere es un poeta, su palabra y sus imágenes le sobreviven, le suceden y siguen validando, haciendo crecer su marca, ingresando a una inmortalidad que torna innecesarios todos los reconocimientos y premios que no recibieron.

Como personas, sí. Sus cuerpos, tal cual ocurre con el resto de la Humanidad, claro que mueren. Pero como poetas, nunca deberá de hablarse de ellos en tiempo pasado, dado que su palabra no muere.  Ellos siguen viviendo cada vez que alguien cita, emocionadamente, uno de sus textos, de sus figuras, de sus giros poéticos.

NORBERTO JAMES LEYENDO SU POESIA:

VIDEO DEL PROYECTO CIELO NARANJA, DE MIGUEL DE MENA. (DR) 

A una enorme cantidad de gente joven, puede que no les diga mucho la información, ni el nombre ni la muerte del poeta Norberto Pedro James Rawlings y que la información pase como una de las luctuosas más a las que nos ha acostumbrado ya el pesar sanitario llamado Covid 19.

Fallecido en Boston a los 75 años, Norberto Pedro James Rawlings, deja es una obra que ha de continuar hinchando de emoción los pechos de quienes se acerquen a su imaginario, recreando los mundos que, por experiencia o fantasía, ¿tocaban su alma? y dejan como lección ese entrenamiento de fantasía y dolor que es la poseía aceptada como misión de vida.

¿Premiar a todos los premiables?

La labor de los jueces del Premio Nacional de Literatura, con la encomienda de reconocer anualmente una figura de las letras con una obra destacada de por vida, siempre será objeto de figuras, que son méritos, no fueron premiadas.

Para la presente coyuntura 2020 del PNL, el listado de las figuras premiables, sobrepasa la docena, por lo cual habrá insatisfacción cualquiera que sea el veredicto anunciado el día 26 de este mes, cuando los jurados, convocados por Fundación Corripio y el Ministerio de Cultura.

CEDIDO GENTILMENTE POR VIDEO CINE PALAU/RENE FORTUNATO 

Nombres que suenan o que se echan a sonar incluyen a hombres y mujeres, todos con condiciones de producción suficientes como para ser el Premio Nacional de Literatura 2020. Ojalá haya, frente al veredicto que sea, hay comprensión y alegría. Todo tiene su tiempo.

El número de figuras con condiciones para obtener ese máximo reconocimiento siempre supera las posibilidades de premiar, y que se trata de una sola oportunidad para hacerlo al año.

En todos los premios literarios importantes, comenzando con el Premio Nobel de Literatura, es larga la lista de escritores que, mereciéndolo de sobra, nunca lo recibieron.

Desde que fue creado, en 1901, se ha entregado en 113 oportunidades, siendo 98 a hombres y 14 a mujeres

 

Los Premios Nobeles Negados incluyen a Jorge Luis Borges, Alejo Carpentier, León Tolstói, Emile Zola, James Joyce, Franz Kafka, Alfonso Reyes, Virginia Woolf, Witold Gombrowicz y Jorge Luis Borges, Italo Calvino, César Vallejo, Haruki Murakami, Ngugi a Thiongo y Carlos Fuentes.

¿Estas ausencias suponen que la obra de cada uno de los “no premiados” no tiene validez?

De ninguna manera. Los premios estimulan, son positivos para la difusión de una buena carrera creativa en las letras y hasta incentivan el marketing, pero no tienen nada que ver con la consagración de una obra que lo merezca.

¿Cómo escribía y cómo leía ese poeta que murió, el tal Norberto James?

A cantidad de gente joven, puede que no les diga mucho la información de la muerte del poeta Norberto Pedro James Rawlings y que la incidencia pueda perderse como una de las luctuosas mas en tiempos Covid 19.

Cuando quien muere es un poeta, su palabra y sus imágenes le sobreviven, le suceden y siguen validando, haciendo crecer su marca, ingresando a una inmortalidad que torna innecesarios todos los reconocimientos y premios que no recibieron.

Fallecido en Boston a los 75 años, Norberto Pedro James Rawlings, deja es una obra que ha de continuar hinchando de emoción los pechos de quienes se acerquen a su imaginario, recreando los mundos que, por experiencia o fantasía, ¿tocaban su alma?

Para las presentes generaciones millenials, Norberto James es un desconocido necesario. Sus textos deslumbran por la musicalidad, el ritmo, la sencilla

¿Cómo escribía que su obra aparece en decenas de antologías del Caribe, América y otras latitudes? ¿Dónde radicaba el valor de su inspirado acento? ¿Qué lo caracterizaba como creador de figuras y mundos subyacentes en el sudor del negro trabajador de la caña, proveniente de las islas del Caribe Ingles?

Gracias a una antología de su poesía, producida por el equipo de Intercoach, tenemos acceso a parte de sus textos:

ANTOLOGIA EDITADA POR GRUPO INTERCOACH. HACER CLICK

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¿Como era su voz? ¿Cómo leía? ¿Cómo entonaba su propia poesía? Gracias a un documental de René Fortunato para Video Cine Palau, que coauspicia el programa Camino Real, podemos tener idea de como leía, de cual era su voz, la que inicia este trabajo:

Se fue el poeta negro de luminosa y eterna sonrisa: Norberto James Rawlings

Terminó este jueves, la existencia de uno de los poetas fundamentales de la literatura de postguerra, con cuya partida ya son tres los grandes poetas que, mereciéndolo, se marchan sin el Premio Nacional de Literatura.

El poeta de eterna y luminosa sonrisa, de voz dulce, de persistencia en el estudio y estricta disciplina para ejercer el acto creador, Norberto Pedro James Rawlings falleció en Boston, localidad norteamericana en la que hizo residencia desde 1983 tras realizar un doctorado del que se graduó con notas de excelencia, lo que le valió su contrato como profesor de literatura.

Tenía desde hace dos décadas la Enfermedad de Parkinson. Había nacido en el ingenio Consuelo, (de San Pedro de Macorís) en la que nació el 6 de febrero de 1945.

James Rawlings, quien participó como cuadro cultural en la contienda constitucionalista de 1965, procedía de una práctica social altamente comprometida y su obra era reflejo de su pensamiento libertario.

Fue parte fundamental de los poetas de postguerra entre los que se cita a Andrés L. Mateo, Mateo Morrison Enriquillo Sánchez, Tony Raful, Alexis Gómez Rosa, Enrique Eusebio y Soledad Álvarez, pero como toda conciencia creadora consciente de su rol, deliberadamente no era un ser no era gregario y evitaba ser parte de coros ideológicos.

En lo personal, James Rawlings, ofrecía siempre una deliciosa compañía diletante, una conversación montada en el interés por el arte y adornada tanto por la sutileza de su voz como por las anécdotas con que aderezaba el momento. Siempre, siempre sonreía. Estar a su lado, por horas y sin sentir el paso del tiempo, era el disfrute del manjar de la inteligencia aguda y el poder ilustrado del análisis sin presunción intelectual.

Estudioso y dedicado, fue de esos poetas que producen su gran obra clásica, en el umbral de la juventud. Con 24 años, en 1969, sorprendió con la elegía Los Inmigrantes, cuyos textos, línea a línea, resumen la limpieza y excelencia de una obra maestra para no ser olvidada nunca.

Para quienes lo han considerado en el singular círculo de poetas de un solo poema notable, la equivocación es obvia. Este poeta tiene una obra consistente y auténtica, a lo cual suma su labor docente como formador de nuevas perspectivas en las generaciones de ascenso, incluyendo a los estudiantes inmigrantes que lo percibían como parte del ideario social propio. Orgulloso tanto de su origen como de su negritud, Norberto James era un tipo de excepción. Que nadie lo dude.

Los de este poema, son versos son una musicalidad y una rutilante dinámica literaria:

“Óyeme viejo Willy cochero fiel enamorado de la masonería.

Óyeme tú George Jones, ciclista infatigable.

John Thomas predicador.

Winston Brodie maestro.

Prudy Ferdinand trompetista.

Cyril Chalanger ferrocarrilero.

Aubrey James químico.

Violeta Stephen soprano.

Chico Conton pelotero.

Vengo con todos los viejos tambores arcos flechas espadas y hachas de madera pintadas a todo color ataviado de la multicolor vestimenta de «Primo» el Guloya-Enfermero”.

Los Inmigrantes,  le entregó la llave a los más altos páramos de las letras nacionales y del Caribe Hispano. Sus textos permearon el cuerpo social y se hicieron bandera que acentuaba la realidad de los nacionales que, salidos de su Patria, procuraban un destino mejor que el vivido.

El de Norberto James Rawlings es el mismo trayecto de otros dos poetas, Alexis Gómez Rosa y René Rodríguez, a quienes hemos visto partir a la eternidad, sin ser Premios Nacionales de Literatura, pero esa es la vida.

Paz a sus restos. Y el reconocimiento que ya no necesita.

Adiós a Norberto y bienvenida siempre su poesía inusual y trascendente.

Los inmigrantes

Aún no se ha escrito la historia de su congoja.

Su viejo dolor unido al nuestro.

I

No tuvieron tiempo -de niños para asir entre sus dedos los múltiples colores de las mariposas.

Atar en la mirada los paisajes del archipiélago.

Conocer el canto húmedo de los ríos.

No tuvieron tiempo de decir: -Esta tierra es nuestra.

Juntaremos colores. Haremos bandera. La defenderemos.

II

Hubo un tiempo -no lo conocían que la caña los millones y la provincia de nombre indígena de salobre y húmedo apellido tenían música propia y desde los más remotos lugares llegaban los danzantes.

Por la caña. Por la mar. Por el raíl ondulante y frío muchos quedaron atrapados.

Tras la alegre fuga de otros quedó el simple sonido del apellido adulterado difícil de pronunciar. La vetusta ciudad.

El polvoriento barrio cayéndose sin ruido.

La pereza lastimosa del caballo de coche.

El apaleado joven requiriendo la tibieza de su patria verdadera.

III

Los que quedan.

Éstos. Los de borrosa sonrisa.

Lengua perezosa para hilvanar los sonidos de nuestro idioma son la segunda raíz de mi estirpe.

Vieja roca donde crece y arde furioso el odio antiguo a la corona. A la mar. A esta horrible oscuridad plagada de monstruos.

IV

Óyeme viejo Willy cochero fiel enamorado de la masonería.

Óyeme tú George Jones, ciclista infatigable.

John Thomas predicador.

Winston Brodie maestro.

Prudy Ferdinand trompetista.

Cyril Chalanger ferrocarrilero.

Aubrey James químico.

Violeta Stephen soprano.

Chico Conton pelotero.

Vengo con todos los viejos tambores arcos flechas espadas y hachas de madera pintadas a todo color ataviado de la multicolor vestimenta de «Primo» el Guloya-Enfermero.

Vengo a escribir vuestros nombres junto al de los sencillos.

Ofrendaros esta Patria mía y vuestra porque os la ganáis junto a nosotros en la brega diaria por el pan y la paz.

Por la luz y el amor.

Porque cada día que pasa cada día que cae sobre vuestra fatigada sal de obreros construimos la luz que nos deseáis.

Aseguramos la posibilidad del canto para todos.

s.p.m. 1969”

 

Pie de foto:

Norberto Pedro James Rawlings, el poeta de la sonrisa luminosa, nos ha dejado.

 

Cremados los restos de Alexis Gómez Rosa

Los restos mortales del poeta Alexis  Rosa  fueron cremados anoche. Su hija Yelidá , y sus hermanas Ann, Katherine y Jeanette Gómez Rosa, informaron que decidirán si sus cenizas se las llevan a Estados Unidos, país en que residen.
Gómez, su hija, y sus hermanas Ann, Katherine y Jeanette Gómez agradecieron las condolencias que les fueron expresadas por decenas de escritores y admiradores literarios de la obra del creador fenecido.

La familia del poeta agradeció las manifestaciones de condolencia y duelo de parte de relacionados y en especial de los escritores dominicanos, que acudieron a la Funeraria Blandino (Capillas La Paz) en la avenida Abraham Lincoln, a dar el final adiós al creador literario.
El poeta sufrió el pasado jueves un masivo AVC (accidente cerebro vascular), lo que determino su internamiento en la Unidad de Cuidados Intensivos del Centro de Otorrinolaringología y Especialidades, en el cual expiro el pasado sábado.
Tony Raful, Premio Nacional de Poesía, sostuvo que, para Alexis Gómez Rosa, el factor que marcaba su vida era la poesía, por encima de su trabajo, de su salud, su cuerpo y cualquier otro factor. “Era un poeta integral y visceral que merece gloria y recuerdo” afirmó Raful.
 

Programa del completo del XIV Festival de Poesía de la Montaña

JARABACOA. La coordinadora general del XIV Festival de la Montaña, que se inaugura este viernes 4 y se clausura el domingo 6 de noviembre, dio a conocer el programa del encuentro anual,  que incluye  fijadas 23 lecturas y talleres de poesía.

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Taty Hernández, coordinador del Festival de la Montaña-


Taty Hernández Durán indica que el encuentro ratifica su condición de ser el único evento poético nacional  que se desarrolla en  un entorno paisajístico excepcional de montaña.
La escritora y Premio Nacional de Literatura Ángela Hernández será homenajeada durante el encuentro.
El programa:
Viernes 4 noviembre
BIENVENIDA –
9:30 a. m. – 2:00 p.m. Recepción de Participantes en el proyecto ecoturístico Los Bohíos Campo Añil.
TALLERES –
9:30 a. m. – 12:00 m. Desarrollo de los Talleres de Creatividad y Acercamiento a la Literatura, en diferentes Centros Educativos de Jarabacoa.
RECITALES de grupos y talleres literarios Bloque I – Jóvenes / Salón Los Bohíos
2:30 p. m. Versos jóvenes: Taller Literario Ángela Hernández (Jarabacoa).
3:30 p. m. Taller: Técnicas de oralidad en la recitación poética, por Alexei Tellerías.
4:30 p. m. Versos de la Sultana del Este: Taller Literario René del Risco Bermúdez (San Pedro de Macorís).
5:00 p. m. Versos de las dunas: Círculo de Escritores de Baní.
5:30 p.m. Spoken word: Alexei Tellerías y Michelle Ricardo.
ACTO INAUGURAL Y EXPOSICIÓN
Bar & Galería Punto del Arte
8:00 p. m. Inauguración oficial del 14º. Festival de Poesía en la Montaña, dedicado a la escritora Ángela Hernández.
9:00 p. m. Exposición de artes visuales “Poesía y Música”, en homenaje (in memoriam) al maestro Manuel Antonio Rosa Santos.
Sábado 5
RECITALES de grupos y talleres literarios
Bloque II – Salón Los Bohíos
9:30 a.m. En la madurez de la poesía: Rannel Báez, Noé Zayas, Juan Freddy Armando, Oscar Peña y Nan Chevalier.
10:00 a.m. Versos de la tierra Altagraciana (poetas de Higüey).
10:30 a.m. Con sabor a mango: Red de Talleres del Centro Cultural Perelló (Baní).
11:00 a.m. Versos que juegan con la loma: Dionicio Hernández, Daniel Ortiz, Luz María Abreu, Rosa María Rodríguez, Víctor Manuel Escarramán, Tomás Abreu, Eduardo Domínguez y Yongelis Ramírez.
11:30 a.m. Versos del valle vegano: Círculo de Escritores Veganos.
12:00 m. Voces de la Academia: Taller Mariano Lebrón Saviñón (UNAPEC).
12:30 p.m. Aquelarre verde: Farah Hallal, Rosa Francia Esquea, Ramón Saba y Luis Carvajal.
3:00 p. m. Cuatro por cuatro: Valentín Amaro, Pedro Antonio Valdez, Manuel Llibre Otero y Natacha Félix.
3:30 p. m. Conversatorio sobre «Los júbilos íntimos», de José Rafael Lantigua.
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HOMENAJE A ÁNGELA HERNÁNDEZ NÚÑEZ Salón Los Bohíos –
4:00 p. m. • Poesía sin fronteras: Mario Antonio Rosa, Yolanda Hernández, Leonardo Nin, María Palitachi y Willie Ramírez.

  • Contracanto a Ángela Hernández, con los niños y jóvenes del Taller literario Ángela Hernández, de Jarabacoa.
  • Entrega de pergamino dedicatoria del Festival, a cargo de los miembros de la Fundación Festivales de la Montaña.
  • Palabras y lectura de poesía de la escritora homenajeada.
  • Recital “Clima de Eternidad”: Tony Raful, José Mármol, Mateo Morrison, José Rafael Lantigua, Plinio Chahín, Federico Jóvine Bermúdez y Oscar Holguín-Veras.

NOCHE BOHEMIA Área de la piscina –
8:30 p. m. • Tertulia Sabanetera, coordinada por el Círculo de Escritores de Santiago Rodríguez, a partir de las 9:30 p.m.
Domingo 6
8:30 a. m. Misa Solemne en la Iglesia Santísimo Sacramento, Colina de los Pomos (Asistencia voluntaria).
9:30 a. m. Recital de Poesía para el Dios de las Alturas:
Padre Neftalí Castillo, Pedro Antonio Valdez, Rosa Francia Esquea, Eduardo Muñoz y Taty Hernández (en la Iglesia Santísimo Sacramento).
10:00 a.m. Joven poesía de la urbe: Club de Lectura y Escritura Salomé Ureña (Santo Domingo).
Micrófono abierto y mañana de piscina
12:00 m. Clausura y convocatoria para el Décimo Quinto Festival de Poesía en la Montaña 2017.