PUERTO PLATA. La noche frente al Océano Atlántico, prometía, desde su suave brisa, mucho. Ante aquel escenario, iluminado al extremo, se esperaban dos visitas distinguidas. Pavel Núñez no fue contraparte de nadie.Tiene luz propia y que más que una puerta de bienvenida de Milanés, quien, a su vez, logró un contracto pleno en un ambiente y público que no conocía antes. Hizo falta el violinista.
A las 9:04 pm. y acompañado por Guy Frómeta, Samy Castro, Fello Fortuna y Luis Payán, Pavel Núñez se ocupó de demostrar que era la opción perfecta para servir la mesa del esperado concierto del fundador de la nueva trova cubana, Pablo Milanés, del que expresó se sentía sumamente honrado. Un recorrido de casi una hora por algunos de sus principales temas: “Amor y perdón”, “Dime si lo ves”, “Viene gente”, “Me desarmo”, “No te me vayas”, “Santiago de frente”, “Betania”, “Dime si me quedo” y finalizando con su éxito “Te di”, bastó para ganarse la ovación del público que cantó.
Y luego, Milanés…
A las 10:06 minutos, la banda compuesta por Miguelito Méndez en el piano – orquesta, Osmani Sánchez en la batería – percusión y Sergio Raveiro (El Indio) en el bajo, entonó la introducción que dieron la bienvenida a Pablo Milanés, quien de inmediato tomó asiento y con su tradicional atril declamó los primeros versos de la canción “Marginal” y posteriormente la interpretó:
«Vengan todos a mi jardín, Toquen y deshojen las flores a su Gusto. Besen los labios cercanos con ternura, derramen una lágrima por cada uno de nosotros que incomprendido es… y juntos, hagamos un solo canto a la felicidad que nos espera.”.
Sus palabras de bienvenida: “Gracias, buenas noches, encantadísimo de estar en esta hermosa ciudad que no conocía. Haremos un recorrido por algunas de las canciones que han salido en mis 54 álbumes. Disfrutaremos una noche memorable entre amigos.”.
Pablo ofreció un concierto versionado de forma variada, atractiva y diferente.
Los temas interpretados fueron diversos: Teclado, bajo y batería ofrecieron una gran variedad, desde balada, son montuno, pop, rock y otras interesantes mezclas que respaldaron las letras de uno de los mejores intérpretes de habla hispana de sentido barroquismo tropical. El baterista también hacía de percusionista utilizando la clave que se escuchaba de forma constante y añadía con regularidad, un matiz caribeño.
Con “En saco roto” rindió un homenaje al lugar donde nació el son, seguido de “La felicidad”, “Si ella me faltara alguna vez” y continuando con “De qué callada manera” de Nicolás Guillén.
De la producción Renacimiento nos presentó “Cual si fuera a morir esta mañana”, diciendo que inicialmente fue un poema que luego transformó en canción, continuando con “Comienzo y final de una verde mañana”, “Nostalgias”, “Días de gloria”,
Dijo que el género musical cubano Changuí que es la madre del son y sus orígenes montunos en la zona oriental y rural de Cuba, incluso poco conocido en la isla. “Homenaje al Changuí”.
Hizo entonces…“Soledades”, y con “Mi dulce niña”, con las que radió al público reflexiones otoñales sobre la edad y la experiencia de los años vividos.
«Ámame como soy», fue dedicada a los cubanos presentes y posteriormente hizo, en la parte más conocida de su producción: «Para vivir», interpretada a una sola voz junto a la audiencia que se puso de pie), «Yolanda» y «El breve espacio». Intento de salida falsa con un saludo que tuvo reacciones de resistencia por parte del público. Al decir adiós con las manos y el público negarse, respondió: “vamos a cantar un poco más”.
Nueva ida falsa, y la persistencia del público pidiendo más, le hizo regresar junto a sus músicos, a pesar del evidente calor que agotaba al artista nacido hace 74 años en Bayamo.
Un solo de bajo introdujo una de sus memorables canciones perteneciente a todas las islas caribeñas, siendo su Cuba, la mayor. “Amo esta isla” versionada como jazz latino y finalmente se despidió con “Yo no te pido”.
Elvis Cooper, de Gialp Production, la empresa que montó el espectáculo musical, concitó a los seguidores de Milanés, turistas y gente de Puerto Plata, que casi llenaron el anfiteatro Juan Lockward, de La Puntilla en La Novia del Atlántico.
Se logró un excelente sonido y luces, buen manejo del acceso y localidades ante la presencia de un público mixto que viajaron de todos los puntos del país.
Aspectos a mejorar:
Uno es la climatización del escenario; otro la música que se pone previa para ambientar, es un error usarla en inglés cuando el universo de la canción de autor en español es tan amplio y mejorar la unidad de criterios con el personal de seguridad o edecanes de áreas.