Lo bueno y lo no tan bueno de Pasao de Libras

Con el inicio, este jueves y con buena presencia de público, Pasao de Libras, la décimo segunda producción de Roberto Ángel Salcedo desde en once años, desde que estrenara en 2006, Un macho de mujer.
Se trata de un título que ratifica que el director, productor y actor ha generado una industria dentro de la industria del cine local, con capacidad para realizar hasta tres producciones por año y lograr el respaldo de la gente común y la objeción, menos incondicional, de los críticos. Desde anoche, la gente comenzó a responder en taquilla.
También desde inicios de semana, se inició la reacción, adversa, de rechazo o de dudas, provenientes de la crítica, tal cual ocurre siempre que se hable o escriba de un ser identificado como Robertico, oleada por encima de la cual la gente seguirá acudiendo a ver sus películas.
Pasao de libras, por lo que se vive en los cines de parte del público, proyecta que será un éxito comercial, que aporta, esta vez, un mensaje social importante: la conciencia sobre la condición clínica de la obesidad, más allá de ser motivo de burla, acoso social o “bullying”. La esperanza es que esta cinta incremente una actitud de respeto por los pacientes de una enfermedad social llamada obesidad.
Pasado de Libras aporta como novedad la técnica de las próstesis que se estrena para el cine dominicano, la fuerza y utilidad de su mensaje social sobre la obesidad y la formidable e imitable plataforma de promoción, pero sigue latente la necesidad de curar a fondo el guión, con asesoría escritural local o internacional. Se le podrá acusar de todo en la industria, excepto de haragán. Ha creado un circuito de producción capaz de procesar tres proyectos por año y lograr que sean aceptados por la gente común, dejen o no satisfechos a los críticos, que muchas veces tienen razón en sus observaciones.
En Pasao de Libras, salvo los elementos del guión que pueden ser mucho mejores, hay aportes altamente positivos.
El primero, para nuestro cine, estrena el proceso de transformar en tres gordos rotundos a Luis José Germán, Carlos Sánchez y Carlos de La Mota que se logran en pantalla, sin que se trasformaran en gordos, sin verse  rellenados  artificialmente.
Desde Miranda Films  hubo que dominar el montaje  de las próstesis corporales, adquiridas a la medida en Los Ángeles, y hacer cuatro horas previas al inicio del rodaje, una labor de montaje y maquillaje con esos actores, el llamado “pre cal” para agregar entonces las normalmente doce horas de rodaje por jornada.
El primero es el mensaje que por vez primera se lleva a pantalla la gordura con un sentido nuevo.
Roberto Ángel mantiene su apego a un “librito” que incluye; temas de mucho interés popular, el empleo de talentos artísticos conocidos (sobre todo por su nombradía en televisión, el teatro o el “stand comedy”), una formidable plataforma de promoción que arranca normalmente cuatro o cinco meses antes del estreno.
Su debilidad principal está en el nivel de los guiones, que siguen apegados al humor coloquial, con sesgos machistas o valores que debieron ser evitados (en producciones anteriores) y la ausencia de una curación internacional de sus guiones. Si mejorara sus guiones, completaría el palé. Quienes gusten de la comedia simple, no complicada, ahí la tienen. A quienes desagrade Robertico, que sean consecuentes con su criterio y ni se acerquen al cine.
Pie de foto
Pasao de Libras, una propuesta de Roberto Ángel con novedades técnicas y de mensaje, a la que le falta completar su dominio del guion de cine.
 
Ficha Técnica:
Título: Pasao de Libras
País: República Dominicana
Director, productor y guionista; Roberto Ángel Salcedo
Producción, Miranda Films
Co-Producción; Producciones Coral
Género: Comedia
Año; 2017
Distribución; Palacio del Cine
Elenco: Luis José Germán, Carlos de la Mota, Carlos Sánchez, Tania Báez, José Guillermo Cortines (Memo), Kenny Grullón, Techy Fatule, Johnnié Mercedes, Zeni Leyva y Albert Mena, Erick Wilson
 

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