Emelyn Baldera

Cecilia García y Luis Segura y el Gran Soberano 2021 y 2022

El Soberano, el premio más trascendente del reconocimiento nacional al arte (popular o clásico) y que se entrega el próximo miércoles 22 en el Teatro Nacional Eduardo Brito, como punto principal del ceremonial de los Premios Soberano 2023. Hemos recorrido, sin celulares, las escenografías y las instalaciones en torno a la Alfombra Roja, y lo que viene no tiene precedente como espectáculo  que solo necesitaría que sus veredictos sean oportunos y justos, como debe ser.

Hoy me permito plantear mis sugerencias en torno a dos artistas que entiendo reúnen mas que condiciones, para recibir El Gran Soberano, expresadas por esta vía porque no tuve otra forma de hacerlo.

El tema del Soberano ha logrado situarse en el centro de la atención, las nominaciones que le preceden han sido en general justa y se espera que todo desemboque en u

Ese acto de homenaje al talento nacional tiene programada y ensayada una producción artística a cargo de Alberto Zayas, que implica una serie de sorpresas emotivas y artísticas, sostenidas por Julio Zabala, en función en animador ancla, lo cual augura una conducción chispeante, pensada para un desarrollo que crezca en intensidad.

ACROARTE premia dos años, 2021 y 2023, por lo que tiene una cantidad que representa el doble de nominados y de entregas, sin tener el doble del tiempo en escenario para hacerlo. Una parte de los premiados, como ha sido costumbre, debe ser reconocido fuera de cámara e insertado en la producción general, imaginamos.

El Comité Ejecutivo ACROARTE debe adoptar decisiones, respecto del Gran Soberano que sean justos y oportunas, a partir de una trayectoria artística de vida y evitar las rutas veleidosas de la popularidad del instante y del arte vacío en trascendencia.

La tentación de sugerir nombres para el Gran Soberano, es seductora y pocas veces bien pensada. Los hombres y mujeres que tienen la conducción de ACROARTE deben decidir si lo del momento, lo “popular” puede ser un factor decisorio, por mucho que los reglamentos que dejan abierta esa posibilidad. Justicia es justicia y tiene un solo sentido de ser aplicada: la que llama a valorar el arte hecho toda una vida.

Los artistas son lo que representa toda su carrera, una que no se mide por éxitos momentáneos, por ofensivas de prensa, por estrategias de mercadeo, por sugerencias en redes sociales o provenientes de portales web con la mejor de las intenciones, pero quien sabe si resultan apropiadas. Premiar una trayectoria es lo más alejado de un arte vacío y en no pocos casos, tóxico, huérfano de historias y carente de conceptos.

Los premios al arte no se deben exclusivamente a la institución que los otorga. El reconocimiento a la creatividad es de la gente y de los artistas.

El Soberano, galardón que tiene tres décadas de existencia, ha tenido éxitos y desaciertos a la hora de reconocer el arte, pero en general ha cumplido con el rol asignado.

Veamos quienes han ganado el principal premio de ACROARTE:

Ganador/a                             

EL GRAN CASANDRA

Luis Rivera,1985

Freddy Beras-Goico,1986

Maridalia Hernández,1987

Jorge Taveras,1988

Agliberto Meléndez,1989

Michel Camilo,1990

Juan Luis Guerra,1991
Ramón Orlando,1992

Pochy Familia,1993

Guillermo Cordero,1994

Julio Sabala,1995

Ángel Muñiz/Luisito Martí,1996

José Antonio Molina ,1997

Milly Quezada,1998

Nuria Piera,1999

Sonia Silvestre ,2000

Johnny Ventura,2001

Wilfrido Vargas,2002

Fernando Villalona,2003

Joseíto Mateo,2004

Carlos Piantini,2005

Rafael Solano,2006

Charytín Goico,2007

Juan Luis Guerra,2008

Johnny Pacheco,2009

Aventura,2010

Corporán de los Santos,2011

Los Hermanos Rosario,2012

EL GRAN SOBERANO

Héctor Acosta,2013

Cuquín Victoria,2014

Iván García,2015

Fefita La Grande,2016

Cuco Valoy,2017

Sergio Vargas,2018

Antony Santos, 2019

Niní Cáffaro,2020

Romeo Santos,2021

¿Quiénes que deberían estar en ese listado y no aparecen?

Tengo dos nombres: Cecilia García (2021) y Luis Segura (2022), que publico ahora, entre otras razones porque no soy ni directivo, ni asesor y solo llegó a ser un jurado invitado en la parte clásica y de cine, además de tener el orgullo de ser parte de otra institución de cronistas, cuya inscripción me honra mucho. El tiempo habrá de poner todo en su lugar, sobre todo si desde ella, somos capaces de generar un premio artístico distinto, con protocolos, costos, patrocinios y procedimientos nunca antes utilizados, cuyas decisiones provengan de un jurado profesional especializado y pagado

Los galardones   justos reconocen una vida, una carrera consistente, positiva, sin manchas en sus edredones. En esos casos ̧ quien primero sale ganando es el público que reconoce justicia en la selección; en segundo lugar, el o la artista, que exhibirá con orgullo su estatuilla principal y en tercer lugar ACROARTE, como institución.

Cecilia García: El Gran Premio Soberano sin ninguna duda podría hacer justicia a una artista de múltiples expresiones en la creatividad y de impecable desempeño en todas: cantante, actriz, comediante, productora y con una carrera que inició y la única artista dominicana que recibió en tres oportunidades el máximo galardón del anterior premio al talento dominicano: El Dorado.

Cecilia García recibió, merecidamente de ACROARTE, el Premio 2018 a las Artes Escénicas, pero ¿Es lo que merece una artista de su estatura nacional? Apreciamos que su labor requiere de mucho más. Ella debe subir al escenario y levantar la estatuilla mayor de El Soberano.

Desde sus inicios profesionales, de la mano del compositor dominicano Manuel Sánchez Acosta, quien era amigo de su familia, en el programa “La Taberna de Babín”, que se transmitía en el canal 4 de Radio Televisión dominicana, en 1967, perteneciendo a una  generación de  grandes artistas: Milton Peláez, Freddy Beras GoícoCuquín VictoriaFelipe Polanco, Rhina Ramírez y Ángela Carrasco.

Hoy día Cecilia García exhibe una larga lista de éxitos sobre todo en televisión, música y teatro.

No es necesario citar cada uno de sus proyectos, todos concebidos en la más alta de las expresiones posibles, estableciendo una especie de “Sello Cecilia” a lo que hace. Ella supone por sí misma, una elevada categoría estética en todo lo que ha producido.  Cecilia García es una artista mayor y nada que no sea el mayor de los premios, le hará justicia. Dejar de entregárselo sería una oportunidad perdida de justicia para con ella.

Mi otro candidato: Luis Gonzaga Segura, (Luis Segura) nacido en Mao, Valverde el 21 de junio de 1939, tiene ya una extendida carrera como Padre de la Bachata que lo hacen merecedor, Maxime cuando ha sido la inspiración para bachateros posteriores que ya recogieron el Gran Soberano.

Su historia inicia cuando en la radio dominicana comenzó a sonar Cariñito de mi vida, en la voz de un joven cantante desconocido hasta entonces, en 1964, entonado en un aliento rítmico intimista y pegajoso, con un ritmo que llegaría a ser declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por parte de la Organización de las Naciones Unidas para la Ciencia y la Cultura (UNESCO), en junio de 2020.

Con Cariñito de mi vida, primero, y Pena por ti (1982), se consagra este cantante, que devendría en ser sin duda alguna, el Padre del nuevo ritmo: la bachata. Entre esos dos éxitos, escribió e interpretó: Perdido, Déjame ya, Falso amor, Dicen, Una chica como tú, Traicionera y Corazón de acero. En 2022, para quienes deseen evaluar los éxitos de un año, hizo colaboraciones con artistas de primer nivel que lo llevaron a la cabeza de las listas de popularidad.

Los Premios Soberano de 2023 deben ratificar sin espacio para dudas, su carácter de galardón caracterizado por la justicia y la racionalidad del mérito. Esta vez no hay brecha alguna para equivocaciones, desviaciones, decisiones adoptadas en función de una popularidad y difusión que no se puede tomar a la ligera.

El Comité Ejecutivo

Los directivos de ACROARTE, sometidos por estos días a presiones que nadie imagina, desde todos los ángulos, el único aspecto que tienen bajo su control como jurados, es el de estos dos Gran Soberano. Y no tienen opción a veleidades del momento ni a presiones sugeridas.

Lo que llega es grande

Lo que el público ha de ver en pantallas cuando conozca las diversas escenografías diseñadas, con toda seguridad sentirá el perfume impactante del “Otra vez……”. Lo que hemos visto (sin poder hacer fotos porque parte de las medidas protocolarias es no hacerlo) es impresionante. Un concepto nuevo. Probablemente será por mucho el mejor proyecto de producción de Alberto Zayas.

Por las condiciones sociales del momento presente, ante las crisis de muchos tipos y expresiones, lo mejor que podemos merecer es entregarnos como comunidad nacional al reconocimiento de unos seres especiales, unos que han hecho del arte y el talento, su manera de que vivamos mejor, acomodados a la ilusión, la esperanza y el dulzor que solo el gusto estético puede aportar para que seamos una comunidad que sea, simultáneamente, justa y oportuna en sus formas de premiar el arte.

Tres décadas de historia: Acroarte y los Premios Soberano

SANTO DOMINGO. Los libros son noticia siempre. Nadie lo dude.

Y particularmente los libros de y sobre arte popular, debían ser objeto privilegiado de atención, aun cuando haya periodistas que no se den cuenta e intelectuales que, equivocadamente, siguen considerando la farándula como un ejercicio menor y muy discutible de la comunicación. Junto con los deportes, es la sección más leída de los grandes medios, haciéndole su lugar aparte a la política y la economía.

Charityn Goico inauguró de esta forma la manera de llegar en vehículo a la alfombra roja de los Premios. 1986. Foto acreditada en libro Tres décadas de historia: Los premios Soberano y Acroarte.

Un libro supone hallazgos documentales, consideraciones fundamentales y años de labor de investigación, redacción, corrección e ilustración por parte de quienes los escriben, para poner en común procesos, personajes y acontecimientos que merecen ser compartidos.

Tres décadas de historia: Premios Soberano y Acroarte, editado por la Asociación de Cronistas de Arte de República Dominicana, con la labor del periodista Máximo Jiménez, para la actual directiva que preside Emelyn Baldera es una publicación, independientemente de la postura de cada cronista de arte del país respecto de Acroarte, constituye un hito editorial fundamental.

Resalta es la seriedad con que se describe el proceso de los premios y de la institución que los monta, dado que se limita a los hechos, a la relación de sus directivas sucesivas y que va ilustrando institucional e históricamente, quienes fueron sus fundadores y las sucesivas directivas que han desarrollado su trabajo. No excluye, y no podía éticamente haberlo hecho, a nadie.

La segunda razón estriba en la necesidad que existía, desde que Acroarte de producir un documento para la historia, rescatando y sistematizando las premiaciones de cada año y que han servido para reconocer el talento más destacado del año sometido a evaluación.

El autor no sucumbe a la tentación, incluso entendible, de deslizar su interpretación parcial de los hechos en torno a Acroarte, entidad que ha pasado por diversos procesos de enfrentamiento interno, divisiones, disidencias, renuncias y emprendimientos y demandas ante los tribunales.

El libro que acaba de ser puesto a disposición de la sociedad es un informe completo, no tendenciado e históricamente preciso y que esta siendo enviado a todos los responsables, desde sus distintas directivas, de haber montado en su momento estos premios.

El autor, Máximo Jiménez, es un periodista que no cae bien a todo el mundo, que tiene su forma de ser y expresarse sin aspirar a gustarle a todos, pero que al momento de enfrentar la tarea de gerenciar este aporte a la historia del arte popular dominicano y de la crónica artística en particular, ha echado mano a los instrumentos y recursos de investigación para producir un texto que todos los cronistas de arte y en particular, todas las dirigencias que han pasado por el gremio, estarán interesadas en conocer y conservar.

Maridalia Hernández al momento de recibir el premio en 1987. Foto acreditada en libro Tres décadas de historia: Los premios Soberano y Acroarte.

Tres décadas de historia: Premios Soberano y Acroarte pone en perspectiva de la historia el que ha sido hasta el presente, el principal (y casi exclusivo) galardón nacional del arte popular y clásico. Por el pódium de los Premios de Acroarte ha pasado todo lo mejor del arte y los artistas.

A pesar y junto a todos los incidentes y conflictos, ese tema merecería un libro de peso con apego a criterios profesionales de edición.

Jiménez durante años se dedicó a compilar información iconográfica (videos y fotos), datos desconocidos, a organizar la lista de los talentos premiados en cada año y el resultado es que ha reconstruido para el conocimiento de los estudiosos, los cronistas y el público en general, este galardón, que, insistimos, puede ser objeto de críticas o interpretaciones (justas o no) pero que son un hecho que finalmente ha sido el gran homenaje al esfuerzo estético del arte y sus ejecutores.

Las imágenes de archivo

Jiménez, procura imágenes de los siguientes archivos: Archivo General de la Nación: (1985,1986,1987,1988,1989,1890,1892, 1894,1896,); Archivos de Carlos T. Martínez: 1988,1991,1992, 1996 y 1997). Archivos de El Caribe: 2007, 2008, 2009,2010 y 2011; Archivo Ultima Hora: 1899; Archivos varios: Juan Salcedo, Rafael Payano, Nicolás Monegro, Ricardo Rojas, Orlando Barria, Tiburcio Henríquez, Orlando Ramos, Rusbert Pérez entre 1998 y 2013; Víctor y Raúl Calvo: de 2014 a 2019; Maglio Pérez -Diario Libre- 2004 y Listín Diario 2003.

Autoría de crónicas

El libro documenta la relación de los Premios Soberano, seleccionando para cada entrega una crónica periodística: Cristian Jiménez, José  Tejada Gómez, Agustín Martin & Reyes Guzmán, Juan Taveras Hernández, Napoleón Beras Prats, Zoila Puello, José Francisco Arias, Miguel Rivera, Ramón Almánzar, Jose Antonio Aybar, Juan Carlos Jiménez, Fausto Polanco y David R. Lorenzo.

Hay reportajes de: Jorge Ramos, Cristina Liriano, Limay González, Máximo Jiménez, Jorge Ramos, Jose Rafael Sosa, Jocelyn Rodríguez, José Nova, Alfonso Quiñones y Severo Rivera, Rosmeri M. de los Santos y Thelma Figueroa, Emelyn Baldera, Ramón Almánzar e Ynmaculada Cruz Hierro y María Mercedes. Los autores trabajan para todos los medios impresos importantes del país.

El patrocinio 

Una publicación de este nivel editorial y este costo, no podría haberse hecho sin el auspicio de: Banco Popular Dominicano, Alcaldía del Distrito Nacional, La Sirena y Tribunal Constitucional.

Ficha técnica:

Título: Tres décadas de historia: Los Premios Soberano y Acroarte; directora editorial: Emelyn Baldera; Editor/compilador: Máxima Jiménez; Textos adicionales: Arismendy Vásquez Guareño/Carlos Cepeda Suriel; Diseño: Yony Cruz; Impresión: Editora Búho; IBSN:978-9945-22-192-3. Auspicio: Banco Popular Dominicano, Alcaldía del Distrito Nacional, La Sirena y Tribunal Constitucional.

Emelyn Baldera y su paso histórico por Acroarte

La gestión de Emelyn Baldera, tras dos años de presidencia de la Asociación de Cronistas de Arte (Acroarte), trasciende el coctel de despedida a quienes le acompañaron en este periodo y deja logros notables a favor del gremio que dirigió en el período 2017-2019.  Su gestión, históricamente, ha pasado la prueba del tiempo y la práctica.

Baldera fue juramentada por el entonces presidente de la Comisión Electoral, José Tejada Gómez, junto a su equipo el 1 de agosto de 2017, en el Salón Anacaona del Hotel Jaragua, para ser a segunda mujer en el más alto puesto de la institución que agrupa los cronistas de arte del país, tras el paso por la presidencia de Maribel Contreras (2007-2009), una gestión también memorable por sus conquistas.

Emelyn llegó a la presidencia de Acroarte en 2017 y junto su equipo directivo y tomo las medidas que debía tomar:  reorganizó   el jurado de los premios Soberano, descentralizando sus coordinadores y garantizando una votación responsable. La acogida popular de esos veredictos tanto en lo clásico, como en lo popular, refuerzan lo que ha de ser la memoria histórica de Acroarte.

(Esta crónica no enfoca la situación post-electoral de Acroarte por entender que es un tema  que escapa a al ámbito analizado).

Una acertada decisión para seleccionar por concurso, el equipo productor, que encabezó en el joven productor Alberto Zayas, sobre quien, por no tener experiencia en este nivel de ejecución para un galardón ya internacional, y por ser muy joven, hubo dudas de su capacidad.

Zayas silenció esas voces y disipó esos temores  que  le cuestionaban y demostró cuan fuerte era su preparación para lograr no una, sino dos excelentes producciones del Soberano, que lograron records en las evaluaciones de medición de audiencia televisiva.

Durante la gestión de Emelyn Baderas se conmemoraron, los 35 anos de la existencia de Acroarte.

Baldera igualmente impulsó un programa de capacitación y de interacción social entre los miembros de la entidad y lanzó el proyecto juvenil Acroarte Capacita que impactó a más de 400 jóvenes, en coordinación con el Ministerio de la Juventud.

Emelyn Baldera, que contó, para todo ese trayecto, con el respaldo de la Cervecería Nacional Dominicana (CDN), se puede ir ahora tranquila y en paz, con el rastro de una trayectoria ejemplar.

A Baldera le agradecen los artistas nominados y no nominados a los Premios, pese a todo lo que dicen al día siguiente de darse a conocer las nominaciones: elogios si están en la lista y desbordamientos verbales si no aparecen. Paja para la garza.   Baldera termina con una gestión historia y memorable.

Le faltó a la gestión: 

  • La edición de un libro memoria de lujo por los 35 años de Acroarte, tarea que queda pendiente por acometer.

  • El Congreso de Acroarte, que actualice sus estatutos y reglamentos, que fortalezca mediante la aceptación de expertos en las áreas artísticas, la evaluación del trabajo de arte. Ese Congreso ha sido pedido y ofrecido mas de una vez, pero aun no se avanza hacia esa meta. Ese Congreso no se puede tardar mas tiempo so el riesgo de deteriorar los vínculos de los cronistas con su principal labor de seleccionar los artistas mas destacados y desenfocarse de su misión de capacitar los cronistas y elevar su calidad de vida.

  • Poner en operación el salón de la segunda planta, iniciada y entregada en fase inicial por Jorge Ramos, en su periodo 2015-2017, un presidente valioso y responsable por su entereza para traspasar el poder a la directiva seleccionada en las elecciones.

ACROARTE, por una salida digna

Nos encanta el juego de los “enemiguitos”, aplaudir la confrontación entre iguales y dejar que corran ríos de tinta para fomentar el reabrir heridas y enemistar a quienes, en principio, están unidos por una hermandad por los fines a que corresponden y que debería estar por encima de todo lo circunstancial y lo inmediato.

Y nos encanta todavía más, insultar, poner etiquetas a quienes no coinciden con lo que cada uno cree, ubicar en grupos como justificación para rechazar la disidencia.

Nos hace falta inspiración institucional, sentido oportuno de justicia y sentido práctico, inspirado tanto en lo ético como en la visión del mejor del futuro para las instituciones a las que debemos impulsar y proteger.

Hablo de ACROARTE y de su situación actual, de todos y todas, ampliamente conocidas, de las batallas de comunicados, cartas y “trols” que han encendido las redes.

Tengo mi propia percepción, no tengo grupos y trato de ser institucionalista.

No tengo enemigos en ningún de los dos sectores que ahora se enfrentan y creo que los aparcelamientos, en la cuenta final del camino, dañan a ACROARTE. Incluso creo que este trabajo, nadie podrá usarlo como muestra de adhesión particular a nadie. Y aspiro a que así sea.

Sigo pensando que ACROARTE es cada ACROARTISTA, que cada uno de ellos tiene sus aportes a la institución, y pongo de ejemplo la gestión de Emelyn Balderas que considera ejemplar, restauradora en muchos aspectos del trabajo por el Premio Soberano, hecho que no se e debe regatear. Llego a la presidencia de ACROARTE por la fuerza de los votos y le dimos nuestro respaldo de lo cual en modo alguno nos arrepentimos. Fue excelente gestión, en el marco de sus condiciones.

De parte de la plancha que perdió esas elecciones, creo, debió haberse integrado a los trabajos y desarrollar su labor desde ella.

Excepto Fausto Polanco, – justamente Fausto Polanco – los demás integrantes no lo hicieron, una integración y una presencia que debió recibir de toda la más cálida receptividad. El resto se enquisto, lo que considero fue un error.

Durante ese enquistamiento, no se dispersaron y comenzaron a trabajar con vistas a las elecciones, lo que era su derecho también.

A las elecciones se va a perder o ganar. Y no pasa nada. La vida es un ciclo, del cual las elecciones son una parte más.

El resultado electoral (101 votos por bando) no debió ser resuelto con la validez interpretativa a un voto declarado nulo (con el voto disidente de uno de sus miembros) por el organismo electoral, presidido por el Carlos Cepeda Suriel, uno de los fundadores de ACROARTE con una trayectoria respetable, pero que como humano puede cometer un error.

Y creo que lo cometió.

Abogo por una salida acordada, negociada, tomando en cuenta el interés supremo: el futuro de la institución, el ahorrarle procesos traumáticos por vía de la domesticación de los egos de cada lado.

Hace falta un factor de intermediación que siente a los dos sectores en ACROARTE en función de esa salida.  Y creo que debe ser, una nueva ronda de votaciones de la que emerja sin estela de dudas, la plancha ganadora, sin el fantasma facilista de un voto. (Aquí bastara con leer las condiciones que establece el reglamento electoral para que el sufragio sea anulado: si está rayado en ambas planchas). No establece nada más. Por más lógica y bien intencionada que resulte la interpretación de voto, en la que al parecer el votante optaba por la Amarilla, pero es un factor interpretativo.

Lo electoral en segunda vuelta evitaría el camino de la justicia, respecto de cual, la plancha Azul tiene todas sus expectativas actualmente y que representaría un golpe muy fuerte a su institucionalidad, generara un vacío de poder y ahondara mucho mas las diferencias personales entre los exponentes principales de la situación. Y que no se adelante el recurso de la apelación que extendería la crisis que existe actualmente, ¿que tendría que tener un final en algún punto… y entonces qué?

Lo que se impone ahora es: dejar la guerra de artículos y noticias tendenciadas, los insultos y epítetos de seguidores de cada parte y pensar en ACROARTE y negociar la mejor salida la que, insisto, es electoral, objetivo en torno al cual debe construirse la unidad de la institución.

Y no toco más este tema. Todo se ha dicho. Es el momento de actuar con por el supremo interés, el de ACROARTE. Me da igual quien resulte ganador, siempre que implique una salida digna para todos, haciendo a un lado los egos, el chismecito, el aparcelamiento, que brota por todas partes. ¿Alguien podría mirar más allá de la esquinita del zafarrancho innecesario e inoportuno de este momento?.

Ha corrido ya mucha tinta y no siempre en el mejor sentido de las aguas de lógica y el respeto.