La imagen del nacimiento de Jesús en las condiciones de pobreza y humildad que le atribuyen las escrituras, además de su sentido de reivindicación de la Humanidad, ha logrado prenderse en el cuerpo social de las naciones del mundo y tocado de forma especial a sus artistas y artesanos, para perpetuar ese advenimiento.
“¡Ha nacido!” Belenes en la cultura popular” no es la ni la primera ni la única montada en Santo Domingo. Hay que reconocer la trayectoria de belenes de la Sociedad Dominicana de Belenistas, regularmente montadas en templos católicos y Museo de Casas Reales, con piezas provenientes de muchos países.
Se trata de una exposición curada con el exquisito criterio de la presente y que permanecerá abierta hasta enero, tras ser inaugurada el martes 8 por el Voluntariado Banreservas y el Centro Cultural Banreservas y la Fundación García Arévalo. Para visitar la exposición, con entrada gratuita, los visitantes deben guardar las medidas de distanciamiento social, uso de mascarillas e higienización de las manos a la entrada y salida.
Trascendencia
Pero esa muestra es, en relación con la representatividad internacional y la variedad de materiales y la diversidad de técnicas que implican el manejo de madera, papel, vidrio, piedras semipreciosas, cristales nobles, es sin dudas un acontecimiento cultural. Es la madre de todas las exposiciones de belenes que hemos presenciado.
Mucha gente, presionada por las noticias de moda del momento y el ambiente aburridamente crispado que recluye la gente a sus casas por la pandemia sanitaria, no se da cuenta de que se ha abierto una muestra de 102 pesebres de la Colección García Arévalo, provenientes de 30 países en cuatro continentes.
Esos nacimientos están contenidos en el libro de arte y lujo El Nacimiento en el arte popular (1) con fotos de Víctor Siladi y edición de Manuel García Arévalo (Impresión SERIGRAF), con más de 400 pesebres en sus 348 páginas satinadas. Hubo que hacer una estricta curación en razón de que sería imposible presentarlos todos.
Los pesebres fueron adquiridos por compra o regalo durante años en los viajes a diversos países del empresario y antropólogo Manuel García Arévalo y su esposa Francis Pou.
La cuidadísima exposición es una oportunidad cultural y artística única, especialmente para público familiar, artistas, artesanos y estudiantes por cuanto facilita constatar cómo ha permeado el mundo, y como se ha manifestado de la tradición cristiana al nacimiento del redentor de la humanidad, Jesucristo.
Los belenes, realizados por artistas y artesanos, presentan en materiales tan variados como desde:
- la suave lana andina,
- la porcelana alemana,
- el cristal horneado de Israel,
- el madero de olivo de Tierra Santa,
- el barro guatemalteco increíblemente bien trabajado,
- las hojas de maíz de República Dominicana,
- el ámbar de la Rusia lejana y enigmática,
- los cristales de Swarovski, de Suiza
- y los opacos y mágicos cristales de Murano, llegados desde Venecia, en la vieja y gran Europa.
Hay llamativas curiosidades como algunos tallados en cera, como el del velón rosado, de Colombia o en un lápiz grafito, trabajado en Puerto Rico.
Hay algunos en plata, aluminio, en una ostra, en piedra volcánica o en una simple cáscara de nuez cortada a la mitad.
El nacimiento ¿taino?
Dentro de los muestras más llamativas, está el nacimiento en barro cocido con 17 figuras de un promedio de 5 6 pulgadas de altura, del nacimiento taino de Jesús, realizado por el escultor y sacerdote católico Leo Theuwisse, y que lo ubica, en una concepción imaginada y no histórica, naciendo en una comunidad taína, Este nacimiento tiene una sala completa para sí.
Solo se permite un determinado número de personas en la sala expositiva Ada Balcácer, previa higienización de manos. Igualmente se higieniza con frecuencia las instalaciones de la sala más susceptibles del contacto con el público visitante.
El coleccionista
Manolito García Arévalo destaca el coleccionista que los pesebres constituyen una de las tradiciones artísticas más relevantes del mundo cristiano. Y destaca que ellos reflejan de muchas formas el acontecimiento que les inspira, desde la mágica ingenuidad, el cromatismo de las culturas locales o la sofisticación en el manejo de metales preciosos o vidrios y piedras de selección.
Al efecto, la imagen del nacimiento de Jesús es una de las más difundidas y adaptadas a las diversas culturas y reproducidas por artistas y artesanos del mundo, expresando en formas muy simples o notablemente complejas y densas, el advenimiento de Cristo al mundo, con su mensaje de redención.
Previo a las palabras de García Arévalo, hablaron en la apertura Noelia García de Pereyra, presidenta del Voluntariado Banreservas y el cineasta Mijail Peralta Rodríguez, gerente de Cultura de BR y director del Centro Cultural Banreservas.
“Desde los tiempos paleocristianos, se ha representado la escena de la Natividad, por parte de los más consagrados artistas, como por los humildes artesanos, quienes de forma sencilla reflejan con sus cándidas imágenes, una religiosidad sincera y genuina, llegando expresar una ilusión casi infantil que las hace ser, desde su ingenuidad, más auténticas y bellas” dijo García Arévalo, quien es licenciado en Historia, en la Universidad Católica Santo Domingo (UCSD) y con estudios de post grado especializados en Arqueología y Antropología, se ha distinguido en la investigación socio-histórica y arqueológica.
Para el investigador etnográfico se ha popularizado la costumbre de confeccionar los belenes con una expresión cultural local, empleando materiales y fisonomías propias de cada región que evidencian, además del espíritu religioso, los rasgos de la identidad local y denota el alma de los pueblos y su actitud ante la fe y la vida.
Belenes dominicanos
La muestra incluye cinco nacimientos dominicanos.
- El primero es la creado por la artesana Odilia Almonte, en esponja vegetal (musú), ganadora del primer lugar del Premio de Nacimientos del Ministerio de Cultura 2016-2018.
- El segundo es hecho en base a hojas de maíz, en colores crema y morado, en el cual se expresa una notable creatividad a partir de elementos de desechos, otorgándole una significación especial acontecimiento de fe.
- El tercero es en madera diseñadas como rompecabezas formando un conjunto compacto y que cuando se extraen representan las figuras del nacimiento. Es creación del arquitecto Virgilio Hoopelman.
- El cuarto es en barro realizado por artesanas de Moca, en base a la técnica desarrollada por la maestra Ada Balcácer para mujeres empoderadas de sectores que viven en condiciones de pobreza, y en el que se logra una expresividad plástica impresionante.
- El quinto es en ambar, realizado por una hija de Manolito García Arévalo, sencillamente encantador.
Lo que faltó
La exposición debió haber tenido más espacio para presentar una cantidad de nacimientos, que quedaron fuera a pesar de su trascendencia artística y su rareza.
Hace falta un mejor catálogo que detalle las piezas expuestas, proyecto que supimos ahora se esta desarrollando para servir de información más integral al público visitante.
Igualmente está ausente la realización de talleres demostrativos o instructivos, ofrecidos por artesanos de las piezas criollas presentadas, pero se entiende que no haya sido así, debido a las condiciones que genera la pandemia.
No dejar de verla
Cuando expresamos en esta crónica, no refleja totalmente la belleza y creatividad de los conjuntos expuestos, por lo que, para disfrutarlos, lo correcto es ir a verla tomando en cuenta los protocolos de bio-seguridad.
El Centro Cultural Banreservas es el número 202 de la calle Isabel La Católica (frente a la primera sede que tuvo el Banco de Reservas, Ciudad Colonial.