La grande, alta expresión del “biopic” criollo

**SANTO DOMINGO.** Hay que ver, por más de una razón, *La Grande*, que se estrena este jueves 14 de noviembre en los cines de Caribbean Cinemas. No bien acaba el cine dominicano de estrenar *Pérez Rodríguez* (Humberto Tavárez), que sigue en pantalla, llega otra demostración que ratifica que el talento local puede entregar piezas de cine de calidad internacional.
**Tito Rodríguez.**
*La Grande* (Tito Rodríguez) es una puesta en pantalla de elevada estructuración, a cargo de un director joven, egresado de la Escuela de Cine de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, y quien mostró, con su ópera prima *La familia Reyna* de 2015, que era un profesional del cine con conciencia del oficio. *La Grande* es la producción más reciente del cine biográfico y uno de sus proyectos mejor terminados.
*La Grande* es una película biográfica sobre Fefita La Grande o La Mayimba (Manuela Josefa Cabrera Taveras) que hay que ver, no por solidaridad conmiserativa con “el cine dominicano”, sino por ser una realización con altísimos estándares de calidad técnica y artística, y por el ejemplo y estímulo que representa ver en pantalla a esta mujer extraordinaria, que en su esencia es superior al personaje que de ella ha creado lo mediático y la crónica de arte.
Cabrera Taveras es patrimonio del arte musical dominicano. El valor de *La Grande* trasciende al personaje y valora a la persona que fue, un modelo para las generaciones de mujeres de cualquier parte del mundo.
La recomiendo en alta voz, incluso a pesar de algunas soluciones que las habría preferido ver de otro modo, pero nada demerita esta producción de la industria audiovisual dominicana.
Rodríguez, apoyado en un guion que inicia retrospectivo y luego adopta el ritmo cronológico, ha entregado su gran cinta biográfica, luego del documental biopic *Renacer*, sobre un atleta paralímpico (2023), logrando una bella historia de una vencedora de tabúes y prejuicios, afecciones de salud y las inconsecuencias sociales, a quien intentaron frustrar su camino.
Lo actoral
Las cuatro artistas (tres actrices que representan a Fefita La Grande) y la compositora y cantante líder en el merengue típico. Foto de la producción.
*La Grande* deja sentir sus actuaciones sentidas de las tres protagonistas, respaldadas por notables interpretaciones secundarias y de reparto.
Mariela Pichardo, cantante y compositora de música raíz dominicana, líder del grupo “La Marimba” —desde el cual fusiona los ritmos tradicionales del país con sonidos globales— carga con el mayor tiempo en pantalla con el personaje de Fefita y constituye una sorpresa por la consistencia de su actuación. Ha sido una magnífica forma de darla a conocer masivamente, fuera de los estrechos espacios de la Zona Colonial. Es un talento integral.
Encontramos subyugante, por lo inocente y sorprendente, la actuación de Fahdly Jacobo (Fefita niña), quien domina la cámara con una virtuosa naturalidad.
Lumy Lizardo asume las partes más dramáticas de lo que enfrentó la vieja Fefa como adulta mayor, produciendo escenas que habrán de quedar para el registro de lo mejor del cine nacional. Resalta el maquillaje, el vestuario y las pelucas, que la hacen casi un doble perfecto del personaje.
Se destacan en roles de reparto: Johanny Sosa, la maestra teatral María Ligia Grullón (37 por las tablas), Raúl Plácido, Miguel Bucarelli, Gilberto Hernández, Jozze Sánchez, Paloma Palacios, Elsa Iris Liranzo, Teo Terrero, José Mota y Geovanni Jerez, todos más que correctos en sus roles.
Lo técnico
*La Grande* es una producción muy bien cuidada en sus recursos. Resaltan una impecable fotografía, que capta la belleza y luminosidad de los días y la belleza natural de los campos de Santiago Rodríguez, y que lleva al espectador a regodearse con la dulce seducción paisajística de ambientes naturales y cotidianos. La dirección de arte simplemente se luce.
Destaca el inteligente y cuidadoso maquillaje, verosímil en el rostro de Lumy Lizardo, y los efectos especiales de los que la gente no se da cuenta de que lo son.
La reconstrucción de la época de Trujillo representa una de las mejores entregas de las direcciones de arte para nuestra industria. Mención especial para la gestión de la dirección de arte, y en especial vestuario, peinados y vehículos.
Los biopics criollos
Si existe una dimensión escasamente estudiada y analizada del cine dominicano, es la que corresponde a las producciones biográficas, un universo escasamente considerado como un conjunto.
Estas producciones incluyen:
*Lilís* (Jimmy Sierra, 2002) —que, pese a las críticas por su metodología y obvios fallos de realización, tiene el mérito de ser una de las primeras producciones biográficas para la pantalla grande—;
*Trópico de Sangre* (Juan Deláncer, 2010, sobre Minerva Mirabal);
*El Rey de Najayo* (Fernando Báez Mella, 2012, inspirada en la vida del narcotraficante Rolando Florián Féliz);
*El Teniente Amado* (Félix Limardo y Huchi Lora, 2013);
*María Montez* (Vicente Peñarrocha, Celinés Toribio, 2014);
*Del Color de la Noche* (Agliberto Meléndez, 2015);
*Lo que se hereda* (Victoria Linares Villegas, sobre Oscar Torres, cineasta fundacional dominicano, 2020);
*Veneno* (Tabaré Blanchard y Ricardo Bardellino, 2018);
*Gilbert: Héroe de dos pueblos* (Pavel López y Euri Cabral, 2019);
*La Vida de los Reyes* (Frank Perozo, 2021);
*Renacer* (Tito Rodríguez, Evelyna Rodríguez y Danilo Reynoso, documental, 2023);
*Freddy* (Giancarlo Beras Goico, Alfonso Rodríguez, 2023)
y *Caamaño: de Militar a Guerrillero, (René Fortunato, 2023, documental).
Y entre los biopics por llegar en 2025, figuran :
*Ercilia Pepín, ejemplo de enseñanza, patriotismo y dignidad* (Euri Cabral y Zinayda Rodríguez) y
*Mary Leydi* —título provisional— (Tito Rodríguez, 2025).
Los fallos
No era necesario incluir la entrega del Premio Soberano, que justicieramente le otorgó Acroarte, evento que tuvo su brillantez en el momento. De haber sido un documental, era obligatorio, pero no en este caso, que se trata de una realidad ficcionada.
La presencia de productos patrocinadores de la película es una exigencia corporativa que no debía incluirse ya. Debe superarse esa etapa a nivel institucional. La Ley de Cine ofrece incentivos fiscales que deben ser suficientes como retribución de marca. Ese elemento, al cual se apela ahora mucho menos, debe ser superado.
Algunas de las estructuras escenográficas (como una rancheta) no fueron bien terminadas y se mueven más de lo adecuado al ser tocadas, y la escena se ve en cámara.
En definitiva
*La Grande* reafirma que el cine dominicano está en capacidad de lograr excelentes producciones internacionales y eleva a la gran pantalla los signos distintivos y los personajes esenciales de nuestra cultura. Un proyecto nacional que es producto del talento y la calidad y eso… como dice el anuncio… no tiene precio.
Ficha Técnica
**Título:*La Grande*
**Dirección: Tito Rodríguez
**Producción General: Antonio Rubio, Lolo Films
**Duración:1 hora y 40 minutos
**Género:Biografía/Drama
**Guion:Élido Alberto Cruz
**Adaptación al cine Félix Amado Rosario Viñas
**Fotografía:Francis Adamez
**País:República Dominicana
**Universo musical: José Torres
**Elenco: Fahdly Jacobo (Fefita niña), Mariela Pichardo (Fefita joven), Lumy Lizardo, Johanny Sosa, la maestra teatral María Ligia Grullón (37 por las tablas), Raúl Plácido, Miguel Bucarelli, Gilberto Hernández, Jozze Sánchez, Paloma Palacios, Elsa Iris Liranzo, Teo Terrero, José Mota, Geovanni Jerez y Julie Carlo.