A pesar de que el ambiente presente está dominado por la política y las elecciones que parece marcar el ritmo de todo, hay un clamor de justicia que está removiéndose en los pasillos de la vida cultural, a partir de la iniciativa del narrador Luis Martin Gómez: que sea instalado en el panteón Nacional, un cenotafio a Rosa Duarte.
Un cenotafio es un monumento funerario sin el cuerpo de persona a la que honra. Es una forma de perpetuar en el lugar debido, la vida y obra de seres humanos que realizaron tareas vitales de trascendencia.
En el Panteón Nacional – dicho de paso- hay gente que no debe estar, como los restos de Pedro Santana, dictador y entreguista de nuestra soberanía y responsable del fusilamiento de tantos patriotas fundadores de la nacionalidad.
Me sumo ahora a las prestigiosas voces que reclaman un cenotafio para Rosa Duarte, la hermana del patricio Juan Pablo Duarte. Debemos ser capaces de elevarnos por encima de lo inmediato y lo que masifica todo el ambiente para dar espacio a reflexionar sobre lo permanente y lo justo.
Rosa Duarte fue una mujer valiente, fue el apoyo y confidente de su hermano Juan Pablo, fue capaz de renunciar a todo: al amor, a realizar una vida propia, a ser esposa y madre, consagrándose a cumplir su destino, al lado de su hermano y de su familia. No pocos consideran que Rosa fue, después de Vicente Celestino, la gran protectora de su familia al morir el padre, Juan José.
Rosa Duarte fue la albacea de la historia primaria de nuestra Independencia, de los inicios de lo que fue La Trinitaria y de los afanes, sufrimiento y entrega de Juan Pablo Duarte y Díez, su hermano, al ser la narradora de nuestra protohistoria republicana.
Para Juan Pablo Duarte fue secretaria, compañera, enfermera y memoria vicaria, para luego ser albacea y custodia de sus escritos, ya que gracias a su labor legó a nuestra nación y al mundo las palabras, los pensamientos y sentencias escritas de nuestro padre fundador. Uno no comprende, porque para una medida tan justa como esta, haya que movilizar los recursos de opinión. Debería ser necesaria una carta llena de razones y justicia.
Muchas personalidades se han manifestado en apoyo a la propuesta de Luis Martin Gómez:
Eduardo Gautreau de Windt y Carmen Imbert Brugal
Insituto Duartiano
Nuria Piera
ANGELA HERNANDEZ
Ivan Garcia
Maria Elena Nunez
Super Canal 33 y Editorial Nuevo Diario
FIDEL SANTANA (FRENTE AMPLIO)