Teatro Las Mascaras

Crítica de teatro: 31 de diciembre en la morgue

Ariza y Josema desarrollan su labor, haciendo reír y reflexionar con sus hilarantes interpretaciones, en un ambiente inusual y absurdo

El teatro lo vence todo. Su valor es el de la vida misma, pero con un rol distinto: ampliando sus acontecimientos, validando sus personajes, elevando a nuevos niveles sus circunstancias, burlándose de las dificultades de parqueo en una zona urbana marcada por recortes de calles, la dificultad que genera la dificultad para acceder a parqueos seguros, el acoso de los parqueadores que se han investidos como dueños de los espacios públicos, pero… al final se llega a  un extraordinario fenómeno teatral: esta pequeña e íntima sala con una trayectoria de 23 años: Las máscaras, con un público fiel que le sigue y que llena normalmente sus 37 butacas.

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Un encuentro casual, gran acontecimiento teatral en espacio mínimo

Un encuentro casual (Germana Quintana, 1974) ratifica la fortaleza del corpus teatral dominicano que tiene ya desde hace expresiones que prácticamente florecen por todas partes.

Venir de nuevo Las Máscaras equivale a darnos cuenta de que el teatro tiene nuevos ámbitos en Santo Domingo, en una relación de tradicionales salas y modernos espacios: Chao Teatro (en Ágora Mall), Teatro Lope de Vega (Novo Centro) y “Studio Theater” (en Acrópolis), (en las plazas); Teatro bajo las estrellas, Teatro Guloya, Sala Cristóbal de Llerena, de Casa de Teatro y Micro Teatro (Ciudad Colonial), Teatro Nova y Teatro Alternativo (Ciudad Universitaria).

Y todo ello sin referirla amigable y siempre dispuesta Sala Ravelo del Teatro Nacional, la majestuosa elegancia de la Carlos Piantini, de la misma institución, y la tradicional e indescriptible en sus detalles Sala máximo Avilés Blonda, del Palacio de Bellas Artes. En todas ellas, más de una vez, el milagro de la conexión con el hecho teatral, se produce y cuando eso ocurre, el universo se detiene.

Un encuentro casual es sorbo de agua fresca con una qué temática audaz al tiempo de ser, actoralmente, expresión y novedad y desafío, en torno al cual se vuelve a acomodar la afirmación de que el tamaño de un teatro nada tiene que ver con la trascendencia de lo que se presente en su escenario.

Con un texto escrito hace medio siglo (1974) por Germana Quintana, cuando no se imponían las agendas LGBTQI, que imponen líneas temáticas en el cine «dé inclusión”, para un teatro que transforma ese breve espacio (uno de los de menor tamaño del país) en un ámbito de emociones que unen a actores y público en una dimensión de sensaciones y conceptos.

En ese punto es cuando la magia del acto teatral se completa. Un encuentro casual se adelantó en el tiempo. Con la dirección Quintana, Lidia Ariza (Andrea), Exmin Carvajal (Mario), Aleja Johnson (Chris) y Luciano García (Roberto), plantean un drama de acertados tintes de humor en el cual salen a danzar   el prejuicio social, las concepciones del amor alternativo, la expresión de la música de época y en enganche cómplice con el público.

Lidia Ariza y Alejan Johnson son soporte histriónico al que se trenzan las actuaciones amparadas en los giros y densidades, con habilidades para meterse en la piel de sus personajes y logran transmitir un mundo de ilusiones y dudas, de certidumbres e identidad propia precisamente indefinida.

Carvajal, el de mayor perfil de humor, expone el sentido oportunista del buscador de vida, mientras que Johnson (un talento que merece mucha mayor visibilidad) es entrega pura a su compromiso con el desdoblamiento y la profundidad que logra imprimir a Chris.

La veteranía de Ariza se sienta a jugar cartas con un talento joven y contestario, plasmado en Chris. Lo que se vive al concluir el montaje, sobrepasa las risas y las dudas, la sorpresa y la sorpresiva fuerza del tema.

Luciano García (Roberto) con el antagónico haciendo a Roberto, un personaje antipático y machista, convence al público al imprimir una odiosa confiabilidad a sus acciones egoístas y agresivas.

García procede de una tradición actoral que se inició en los teatros universitarios y que ha encontrado en Las Máscaras, su ámbito más plural. Le conocimos hace ya ocho años en uno de los montajes de sarcasmo y humor en este pequeño gran espacio teatral.

Las Máscaras rompe la relatividad de los metros y centímetros de un teatro.

Un encuentro casual penetra la piel y los sentidos, gracias al expertis de cuatro talentos sobre un texto valiente y bien escrito en un milagro de la escena que vuelve a ser en ese lugar, mismo en que ya vimos: Las locas del Bingo, récord nacional de montajes (315) A la luz de un cigarrillo, Cita a Ciegas y El Prestamista (monólogo que develó el arrojo de Carvajal).

No se pierda, por nada, Un encuentro casual, cuando se reponga tras Semana Santa. Tome nota.

Ficha técnica

TÍTULO: Un encuentro casual

Dramaturga y dirección: Germana Quintana

Producción: Teatro Las Máscaras

Escenografía: Fidel López

Elenco: Lidia Ariza (Andrea), Exmin Carvajal (Mario), Aleja Jhonson (Chris) y Luciano García (Roberto).

Sinopsis: Andrea canta noche tras noche acompañada al piano por Mario, su pareja desde hace más de 10 años. Es así como se encuentran con Chris y Roberto, ella queda impresionada con la voz, el ambiente y las letras de la cantante, generándose así “Un encuentro casual” que da vida a una interesante historia.

Teatro Las Máscaras remozado al tono de toda la Zona Colonial

Para quienes hemos asistido por los 15 años que tiene el Teatro Las Máscaras, quienes hemos conocido de su ambiente intimista, familia y escénicamente seductor, llegar ahora a esta sala y encontrar que sus butacas son de un teatral color rojo, que sus superficies están pintadas y los cables eléctricos son ahora invisibles y  que el escenario es más amplio, tanto como nunca había sido antes, es una conquista del alma.

Lidia Ariza y Germana Quintana estrenan las butacas rojas del renovacio espacio teatral Las Máscaras.


La sala, en la cual centenares de seguidores del teatro han estado por años, es prácticamente otra, renovada en sus instalaciones, mucho más cómoda y mucho más adecuada al quehacer profesional que desde su escenario se habrá de seguir desarrollando.
Una acertada decisión del Clúster Turístico de Zona Colonial, de renovar Las Máscaras,  tiene una significación singular porque fortalece uno de los espacios teatrales de mayor arraigo, junto con Casa de Teatro y Teatro  Guloya.

Germana Quintana y Lidia Ariza estrenan el nuevo escenario de Las Máscaras.


Las dos directoras de Las Máscaras, Germana Quintana y Lidia Ariza,  celebraron con una reinauguración, agradecieron al Clúster y al respaldo del Banco Mundial, por este renacimiento de las instalaciones, que ahora tienen un aire especial y unas instalaciones que ahora resultarán mucho más adecuadas a cuanto acontece allí cada fin de semana, comenzando con el se ahora en que se remonta el Nosotras que nos queremos tanto un humorístico encuentro de cuatro hermanas tras 20 años de haber tomado cada cual su camino, y que son interpretadas por Dolly Martínez, Montessori Ventura, Marisol Marión Landais y Paola Ramos.
La oportunidad que implico la reinauguración de Las Máscaras fue  aprovechada para hacer reconocimiento a una serie de personas que han aportado su talento artístico y técnicos para el éxito de las funciones.
A la gente que por años ha colaborado con Las Máscaras, se les entregaron pergaminos de reconocimiento y flores, muchos ramilletes. Eran rosas rojas.
La remodelación
Cuando se entra a Las Máscaras, el cambio embarga la vista: todas las butacas (42 en total) tienen ahora un tono de rojo teatral, hay un escenario mucho más amplio, toda la instalación eléctrica se ha reinstalado fuera de la vista del público, el cielo raso  y las paredes han sido pintadas y el ambiente que se ofrece ahora al público se siente mucho más amistoso y mucho más atractivo.

Exmin Carvajal observa el nuevo espacio teatral Las Máscaras.


La fundación
Una noche, Lidia Ariza, Germana Quintana y el actor Exmin Carvajal se reunieron para pensar cómo hacerse de una sala de teatro propia. Desde ese momento, comenzaron a trabajar para hacer realidad ese sueño.
Luego de un año, consiguieron el local, que está ubicado en la Zona Colonial, en la calle Arzobispo Portes, número 56.
El artista Bismark Yermenos se encargó de la ardua labor de transformar esa casa en lo que es hoy: el teatro Las Máscaras, un espacio que cada semana nutre las tablas dominicanas con un menú de exquisitas obras.

Impecable el nuevo espacio teatral Las Máscaras-

El inusual talento de Amaury Moreno sirve a Teatro Las Máscaras

Amaury Moreno (Amaury Mo) es un sorprendente talento del manejo web que se ha propuesto, mediante su portal wwww.somosdominicanos.com.do, trascender con contenidos educativos que demandan empeño investigativo, que implican una enseñanza y un descubrimiento y que se apartan de la búsqueda de vistas mediante la exposición de materiales reproducidos o que huelan a sensacionalismo vacío y perfumados de sangre.

Amaury Moreno con la periodista costarricense Glenda Umaña, FOTO JOSE RAFAEL SOSA

Amaury Moreno con la periodista costarricense Glenda Umaña, FOTO JOSE RAFAEL SOSA


downloadEn Las Máscaras hemos disfrutado de los infinitos viajes de la imaginación y la inteligencia, partiendo de la convocatoria al humor y la suerte, con Las Locas del Bingo, hasta el poético homenaje a Jorge Luis Borges, con Cita a Ciegas, con actuaciones principales de Lidia Ariza y un Jorge Santiago al que Acroarte tuvo que hacerle justicia con su Soberano 2015.
Admirable la labor de Moreno que acaba de publicar este test, a partir del proyecto teatral que mantiene abierto hace 16 años la sala más pequeña y maravillosa de la República Dominicana: el Teatro Las Máscaras.
Les invito a completar el test o prueba, para saber cuánto sabes del teatro Las Máscaras.
TEST LAS MASCARAS
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Lidia Ariza asalta comedia con intenso papel dramático en Made In Dominicana

Made in dominicana parecía, desde su anuncio en Teatro Las Máscaras,   una suave comedia, pero no. Lo que finalmente se entrega, y todo por responsabilidad de  una tal Lidia Ariza,  la transforma en un drama sorprendente.
Luego del éxito de Cita a Ciegas,  y sus 116 representaciones en Teatro Las Máscaras y en la que  Jorge Santiago reveló más de su ductilidad como intérprete al punto de que cargó con el Soberano como actor del año,  se pensaba que el entrañable teatrito de 50 butacas con 15 años de existencia, desde su apertura en marzo de 2001,  pasaría mucho tiempo antes de que la fuerte atmósfera del drama teatral IF3A5619volviera a aposentar sus reales.
No ha sido así. Con Made In Dominicana, texto original de la dramaturga argentina Nelly Fernández Tircornia, quien la escribió con el título original de «Made in Lanús«,  estrenada en 1986  y llevada al cine en1987, como «Made in Argentina«,  se logra un inusual episodio del teatro local: lo que aparenta ser una comedia “ligth” que recorre la cultura popular dominicana, y no con demasiado acierto, da un salto dramático en la segunda parte que eriza la piel y deja constancia de la fuerza de una Lidia Ariza a la que se debe tomar en serio más de una vez.
En el programa, puro vaudeville, tradición del humor distractivo sin segundas intenciones. Pero total apariencia que conduce a una sorpresa inesperada.
La primera parte transita entre los diálogos  y acciones teatrales que evocan esa dominicanidad casi folclórica.-urbana con la irrupción de los personajes que hacen Jose Manuel Rodríguez, (El Negro), Wendy Alba (Mabel) y Luciano García  (Osvaldo), los tres en una actuación de conjunto buena, pero nada el otro mundo. Habríamos aspirado a una excelencia interpretativa, apoyada en los zancos del quehacer escénico pero carente de la excelencia esperada. Probablemente, por haber asistido en el primer fin de semana en cartelera, no “habían cogido el piso” a sus roles. Se espera más de su rendimienIF3A5438 - Copyto a partir de este viernes.
Y entonces….la sorpresa, la gratificación no esperada: la irrupción que revoluciona la emotividad del público   selecto de Las Máscaras, es Lidia Ariza,  (Yoly), quien desarrolla un proceso de intensidad escénica que arranca emociones y lágrimas, por la fuerza imparable de sus gestos, manejo de voz, incidencia de su mirada que se torna felina.
Su aprehensión de las líneas interpretativas de una mujer arraigada en su origen, resistida al deslumbramiento del sueño de dólares en las cunetas y las fantasías del entorno iniciado desde cero, sencillamente paga cualquier esfuerzo valido o inválido al dedicar tiempo y recursos para ir, tal cual se hace, casi con religiosidad, para encaminar pasos hacia el teatro encantador y mágico de la Arzobispo Portes.
La Ariza vuelve a los inicios de su carrera de drama, sabe entonar una paleta de colores interpretativos, se hace intensa, acelera su ritmo vocal y gestual en una secuencia que ya deberían ver quienes tienen el encargo de nominar para premios importantes de arte.
IF3A5552Si tiene el deseo de sorprenderse con un papel que no va a olvidar nunca, Made in dominicana, se vuelve a presentar desde el viernes en Teatro Las Máscaras. Disfrute la primera parte, ríase y goce, pero no se pierda la segunda, tras el intermedio y los platanitos fritos sin sal y el juguito de chinola que solo se puede ofrecer en este teatro amigable y puro.
Mercenazgo?
Dos empresas,  Colchones Pilowtop, de La Reyna, y el Banreservas, son las auspiciadoras del montaje de Made in Dominicana, en Teatro Las Máscaras. Debían ser más las que presten su concurso a estas actividades lúdico-culturales, pero esta vez solo dos han aportado su patrocinio. La situación se espera cambie una vez se apruebe el proyecto de ley sobre mecenazgo, que cursa en la Cámara de Diputados, postulada por Manuel Jiménez.
20160703_201028Sinopsis
“Made in Dominicana”, es la historia de un matrimonio de clase media: El Negro y Yoly, él es mecánico, ella es costurera y que viven en Villa Juana. Su vida transcurre de manera sencilla, se quieren mucho y toman la vida con humor y optimismo. La llegada del extranjero de Mabel, hermana del Negro, y su marido Osvaldo, provocará una reflexión sobre la identidad nacional, ya sea dentro del país o fuera.