Germana Quintana

Un encuentro casual, gran acontecimiento teatral en espacio mínimo

Un encuentro casual (Germana Quintana, 1974) ratifica la fortaleza del corpus teatral dominicano que tiene ya desde hace expresiones que prácticamente florecen por todas partes.

Venir de nuevo Las Máscaras equivale a darnos cuenta de que el teatro tiene nuevos ámbitos en Santo Domingo, en una relación de tradicionales salas y modernos espacios: Chao Teatro (en Ágora Mall), Teatro Lope de Vega (Novo Centro) y “Studio Theater” (en Acrópolis), (en las plazas); Teatro bajo las estrellas, Teatro Guloya, Sala Cristóbal de Llerena, de Casa de Teatro y Micro Teatro (Ciudad Colonial), Teatro Nova y Teatro Alternativo (Ciudad Universitaria).

Y todo ello sin referirla amigable y siempre dispuesta Sala Ravelo del Teatro Nacional, la majestuosa elegancia de la Carlos Piantini, de la misma institución, y la tradicional e indescriptible en sus detalles Sala máximo Avilés Blonda, del Palacio de Bellas Artes. En todas ellas, más de una vez, el milagro de la conexión con el hecho teatral, se produce y cuando eso ocurre, el universo se detiene.

Un encuentro casual es sorbo de agua fresca con una qué temática audaz al tiempo de ser, actoralmente, expresión y novedad y desafío, en torno al cual se vuelve a acomodar la afirmación de que el tamaño de un teatro nada tiene que ver con la trascendencia de lo que se presente en su escenario.

Con un texto escrito hace medio siglo (1974) por Germana Quintana, cuando no se imponían las agendas LGBTQI, que imponen líneas temáticas en el cine «dé inclusión”, para un teatro que transforma ese breve espacio (uno de los de menor tamaño del país) en un ámbito de emociones que unen a actores y público en una dimensión de sensaciones y conceptos.

En ese punto es cuando la magia del acto teatral se completa. Un encuentro casual se adelantó en el tiempo. Con la dirección Quintana, Lidia Ariza (Andrea), Exmin Carvajal (Mario), Aleja Johnson (Chris) y Luciano García (Roberto), plantean un drama de acertados tintes de humor en el cual salen a danzar   el prejuicio social, las concepciones del amor alternativo, la expresión de la música de época y en enganche cómplice con el público.

Lidia Ariza y Alejan Johnson son soporte histriónico al que se trenzan las actuaciones amparadas en los giros y densidades, con habilidades para meterse en la piel de sus personajes y logran transmitir un mundo de ilusiones y dudas, de certidumbres e identidad propia precisamente indefinida.

Carvajal, el de mayor perfil de humor, expone el sentido oportunista del buscador de vida, mientras que Johnson (un talento que merece mucha mayor visibilidad) es entrega pura a su compromiso con el desdoblamiento y la profundidad que logra imprimir a Chris.

La veteranía de Ariza se sienta a jugar cartas con un talento joven y contestario, plasmado en Chris. Lo que se vive al concluir el montaje, sobrepasa las risas y las dudas, la sorpresa y la sorpresiva fuerza del tema.

Luciano García (Roberto) con el antagónico haciendo a Roberto, un personaje antipático y machista, convence al público al imprimir una odiosa confiabilidad a sus acciones egoístas y agresivas.

García procede de una tradición actoral que se inició en los teatros universitarios y que ha encontrado en Las Máscaras, su ámbito más plural. Le conocimos hace ya ocho años en uno de los montajes de sarcasmo y humor en este pequeño gran espacio teatral.

Las Máscaras rompe la relatividad de los metros y centímetros de un teatro.

Un encuentro casual penetra la piel y los sentidos, gracias al expertis de cuatro talentos sobre un texto valiente y bien escrito en un milagro de la escena que vuelve a ser en ese lugar, mismo en que ya vimos: Las locas del Bingo, récord nacional de montajes (315) A la luz de un cigarrillo, Cita a Ciegas y El Prestamista (monólogo que develó el arrojo de Carvajal).

No se pierda, por nada, Un encuentro casual, cuando se reponga tras Semana Santa. Tome nota.

Ficha técnica

TÍTULO: Un encuentro casual

Dramaturga y dirección: Germana Quintana

Producción: Teatro Las Máscaras

Escenografía: Fidel López

Elenco: Lidia Ariza (Andrea), Exmin Carvajal (Mario), Aleja Jhonson (Chris) y Luciano García (Roberto).

Sinopsis: Andrea canta noche tras noche acompañada al piano por Mario, su pareja desde hace más de 10 años. Es así como se encuentran con Chris y Roberto, ella queda impresionada con la voz, el ambiente y las letras de la cantante, generándose así “Un encuentro casual” que da vida a una interesante historia.

50 montajes, 25 compañías y a 100 pesos… VII Festival Nacional de Teatro 2022 (acá el programa)

La inauguración oficial anoche del   VII Festival Nacional de Teatro (FENATE 2022), con la obra La Duda, en la sala Manuel Rueda de la Escuela Nacional de Teatro y que está dedicado a Germana Quintana la maestra y formadora de talentos escénicos.

Cuando se ve el programa, es obvio que ahora queda mucho teatro por ver hasta el día 30 de este mes, al risible precio de 100 pesos (que debería ser la norma para poder ver buen teatro).  Cada función tiene un precio risible de 100 pesos por persona, como debería ser siempre.

El costo de las entradas sobre todo a los montajes privados, opera como una limitante contra la concurrencia de la gente

El Ministerio de Cultura le ha consignado el “El teatro te abraza”, el festival ofrecerá más de 50 funciones teatrales en escenarios de Santo Domingo y otras provincias del país a cargo de 25 compañías, entre las que no figura lastimosamente El Teatro de los Oficios, del maestro teatral Miguel Ramírez, lastimeramente.

VER PROGRAMA:

Para abrir el telón inicial del festival, nada menos que La duda, (del dramaturgo norteamericano John Patric Shanley,) dirigida por Germana Quintana y las actuaciones de Exmín Carvajal, Patricia Muñoz, Dolly Martínez y Lidia Ariza, que vimos en Sala Ravelo del Teatro Nacional hace año.

La duda es una pieza de actores, de enorme lucimiento para la interpretación y que fue llevada al cine, dirigida por su autor, con las actuaciones protagonizada por Meryl Streep, Phillip Seymour, Hoffman Anny Adams y Viola Davis.

Sentimos más a fondo la actuación de los cuatro talentos y en especial lo que logran Exmin, Lidia y Patricia (quienes están mas expuestos en la obra), llegando a establecer un vínculo emotivo que  generaba  reacciones del público a partir de gestos, e incluso silencios.

Uno de los atractivos principales del programa el fin de semana: Pinocho en Teatro Guloya.

La dedicatoria
Giovanny Cruz, viceministro de Cultura, y Víctor Vidal, coordinador general del evento,  galardonaron a la teatrista a la que se dedica: Germana Quintana es la gran homenajeada por una trayectoria teatral caracterizada por su calidad como directora, como formadora de nuevos talentos y como cofundadora del Teatro Las Máscaras, una de las singularidades escénicas del país.

El homenaje a Germana Quintana, presente anoche en la apertura y disfrutando cada parlamento de La Duda, (bajo su dirección)  no puede estar más justificado.

Es natural de Venezuela. Estudió producción de televisión en La Habana, Buenos Aires, Estados Unidos  y México  y en 1959 comenzó a trabajar para la TV en el Canal 5, Caracas, como productora y directora. Fue parte del equipo fundador del Canal 47, en Nueva York, donde tenía a su cargo la producción de los libretos para el programa Teatro del Sábado, adaptando obras del teatro clásico universal a la televisión. Creó y dirigió el Grupo Hispanoamericano de Teatro en Madrid en l974 hasta l978.

Llegó al país en 1978. En 1979 se inició trabajando como productora del programa 3 x 3, para Cecilia García y Freddy Beras, hasta 1981. En 1979, Quintana junto a Nancy Álvarez fundó la compañía Producciones Teatrales, que funcionó hasta 1991, que presentaba obras al año en la Sala Ravelo y en la Sala Carlos Piantini, entre las que figuraron HeidiLa CenicientaHansel y Gretel y El Cuento de Navidad, original de Juan Bosch.

Su aporte fundamental, además del educativo, es la fundación con Lidia Ariza fundaron el Teatro Las Máscaras que abrió sus puertas el 9 de marzo de 2001 con la puesta en escena de la obra Las Locas del Bingo, poseedora del récord nacional de reposiciones, más de 400.

El Teatro Las Máscaras, el más pequeño del país con sus 27 localidades, es un milagro de constancia y calidad teatral, con una mística especial que ha generado un público que sigue sus montajes, generalmente del género comedia, y con atractivos escénicos cuando acomete presentaciones de autores teatrales de altísimos méritos. Ha ganado muchísimos premios teatrales.

Lidia Ariza asalta comedia con intenso papel dramático en Made In Dominicana

Made in dominicana parecía, desde su anuncio en Teatro Las Máscaras,   una suave comedia, pero no. Lo que finalmente se entrega, y todo por responsabilidad de  una tal Lidia Ariza,  la transforma en un drama sorprendente.
Luego del éxito de Cita a Ciegas,  y sus 116 representaciones en Teatro Las Máscaras y en la que  Jorge Santiago reveló más de su ductilidad como intérprete al punto de que cargó con el Soberano como actor del año,  se pensaba que el entrañable teatrito de 50 butacas con 15 años de existencia, desde su apertura en marzo de 2001,  pasaría mucho tiempo antes de que la fuerte atmósfera del drama teatral IF3A5619volviera a aposentar sus reales.
No ha sido así. Con Made In Dominicana, texto original de la dramaturga argentina Nelly Fernández Tircornia, quien la escribió con el título original de «Made in Lanús«,  estrenada en 1986  y llevada al cine en1987, como «Made in Argentina«,  se logra un inusual episodio del teatro local: lo que aparenta ser una comedia “ligth” que recorre la cultura popular dominicana, y no con demasiado acierto, da un salto dramático en la segunda parte que eriza la piel y deja constancia de la fuerza de una Lidia Ariza a la que se debe tomar en serio más de una vez.
En el programa, puro vaudeville, tradición del humor distractivo sin segundas intenciones. Pero total apariencia que conduce a una sorpresa inesperada.
La primera parte transita entre los diálogos  y acciones teatrales que evocan esa dominicanidad casi folclórica.-urbana con la irrupción de los personajes que hacen Jose Manuel Rodríguez, (El Negro), Wendy Alba (Mabel) y Luciano García  (Osvaldo), los tres en una actuación de conjunto buena, pero nada el otro mundo. Habríamos aspirado a una excelencia interpretativa, apoyada en los zancos del quehacer escénico pero carente de la excelencia esperada. Probablemente, por haber asistido en el primer fin de semana en cartelera, no “habían cogido el piso” a sus roles. Se espera más de su rendimienIF3A5438 - Copyto a partir de este viernes.
Y entonces….la sorpresa, la gratificación no esperada: la irrupción que revoluciona la emotividad del público   selecto de Las Máscaras, es Lidia Ariza,  (Yoly), quien desarrolla un proceso de intensidad escénica que arranca emociones y lágrimas, por la fuerza imparable de sus gestos, manejo de voz, incidencia de su mirada que se torna felina.
Su aprehensión de las líneas interpretativas de una mujer arraigada en su origen, resistida al deslumbramiento del sueño de dólares en las cunetas y las fantasías del entorno iniciado desde cero, sencillamente paga cualquier esfuerzo valido o inválido al dedicar tiempo y recursos para ir, tal cual se hace, casi con religiosidad, para encaminar pasos hacia el teatro encantador y mágico de la Arzobispo Portes.
La Ariza vuelve a los inicios de su carrera de drama, sabe entonar una paleta de colores interpretativos, se hace intensa, acelera su ritmo vocal y gestual en una secuencia que ya deberían ver quienes tienen el encargo de nominar para premios importantes de arte.
IF3A5552Si tiene el deseo de sorprenderse con un papel que no va a olvidar nunca, Made in dominicana, se vuelve a presentar desde el viernes en Teatro Las Máscaras. Disfrute la primera parte, ríase y goce, pero no se pierda la segunda, tras el intermedio y los platanitos fritos sin sal y el juguito de chinola que solo se puede ofrecer en este teatro amigable y puro.
Mercenazgo?
Dos empresas,  Colchones Pilowtop, de La Reyna, y el Banreservas, son las auspiciadoras del montaje de Made in Dominicana, en Teatro Las Máscaras. Debían ser más las que presten su concurso a estas actividades lúdico-culturales, pero esta vez solo dos han aportado su patrocinio. La situación se espera cambie una vez se apruebe el proyecto de ley sobre mecenazgo, que cursa en la Cámara de Diputados, postulada por Manuel Jiménez.
20160703_201028Sinopsis
“Made in Dominicana”, es la historia de un matrimonio de clase media: El Negro y Yoly, él es mecánico, ella es costurera y que viven en Villa Juana. Su vida transcurre de manera sencilla, se quieren mucho y toman la vida con humor y optimismo. La llegada del extranjero de Mabel, hermana del Negro, y su marido Osvaldo, provocará una reflexión sobre la identidad nacional, ya sea dentro del país o fuera.