Tony Raful, pone a circular este martes 7, su investigación “La rapsodia del crimen, Trujillo vs. Castillo Armas a las 7 de la noche en el auditorio Juan Bosch de la Biblioteca Nacional, pero todo podría quedarse en el mundo promocional que invita a asistir, tal cual ocurre con cada título a ser presentado.
¿Pero más allá de la portada y la invitación, cuáles elementos históricos, cuales datos nuevos ha logrado traslucir el ensayista y poeta?
¿Cuáles valores comporta esta relación detallada que descarta tres de las hipótesis de la responsabilidad del asesinato del militar golpista Carlos Castillo Armas, en una habitación del Palacio Nacional de Guatemala, la noche del 26 de Julio de 1957.
Para lograr sus revelaciones, hubo que realizar una labor meticulosa, ardua de entrevistas, contactos, visitas permanentes a los archivos de las Cancillerías guatemaltecas y dominicanas, revisión de las hemerotecas y las colecciones de prensa de la época.
El personaje
Castillo Armas fue un militar y político, derechista guatemalteco que llegó al poder gracias a una acción militar y que mantuvo excelentes relaciones con los norteamericanos, la CIA.
Fue presidente de Guatemala desde el 8 de julio de 1954 hasta su asesinato en Palacio en 26 de julio de 1957. Toda una trama de novela. Fue líder del golpe de estado en Guatemala de 1954, organizado por la CIA de Estados Unidos.
El libro una minuciosa indagación histórica sobre el asesinato del entonces presidente de Guatemala, Carlos Castillo Armas, ocurrida el 26 de julio de 1957, en la Palacio de gobierno y sobre el cual hay cinco hipótesis, siendo la quinta la que refiere la actuación de Trujillo por medio del coronel Johnny Abbes García, comandante del Servicio de Inteligencia Militar (SIM),
Raful se decanta, tras sus indagatorias de varios años en Guatemala, país al que debió ir por sus funciones de diputado del PARLACEN (del cual es ahora el presidente) por la versión que indica que el magnicidio fue ordenado por el generalísimo Rafael Trujillo Molina.
Con elementos probatorios y concurrentes, demuestra cómo el brazo largo del dictador dominicano alcanzó mortalmente al presidente guatemalteco. Es apasionante.
El papel de Gloria
Como para añadir más elementos del melodrama, está el papel de Gloria Bolaños, ex Mis Guatemala, amante del presidente Castillo Armas, quien le había prometido casarse con ella, y quien vive todavía, cuyo testimonio de aquellos sucesos es conmovedor.
Dona Gloria huyó a Ciudad Trujillo, perseguida por las autoridades guatemaltecas, protegida del coronel Johnny Abbes García, a quien el aparato judicial guatemalteco acusaba de complicidad en la muerte de Castillo Armas a través del propio Abbes García.
Gloria Bolaños logró escapar de la persecución de las autoridades guatemaltecas y reapareció en Ciudad Trujillo, dirigiendo mensajes hacia Guatemala a través de la emisora “La Voz Dominicana”, acusando a los propios seguidores de Castillo Armas, de haberlo matado.
Gloria Bolaños no tuvo nada que ver con el crimen, amaba demasiado al presidente Castillo Armas, pero tenía problemas agudos con el círculo “liberacionista” de apoyo a Castillo Armas.
Aunque ella en su alegato niega la responsabilidad de Trujillo, Raful cree que fue usada por Abbes de mampara para encubrirse y absolver a Trujillo, a quien Guatemala acusó públicamente del crimen.
Tres hipótesis
Se han barajado tres probabilidades en torno a la responsabilidad del magnicidio: La primera es que actuó una sola persona, de identidad desconocida hasta el momento; la segunda es que se trató de un complot militar por militares de graduación intermedia y la tercera que fue un complot del Estado Mayor y la cuarta, es que Trujillo fue el responsable.
Las versiones divulgadas indican que el carro donde viajaban los asesinos de Castillo Armas, estaba a nombre de Carlos Gacel, un cubano agente de la Dirección General de Seguridad de Guatemala, pero que también servía como espía para el gobierno dominicano.