No se sabe aún que factor determinó que El Inca fuera la pre-nominada al premio Óscar, en lugar de Tamara, obviamente muy superior como obra cinematográfica.
Cuando se dieron a conocer las 92 películas entre las cuales serán seleccionadas las cinco que finalmente conformarán las nominadas a Mejor Película extranjera en los Premios Oscar, algo sabía a mal respecto de Venezuela,
La inclusión de El Inca, como representante de Venezuela en ese listado, un filme que desea tanto que aspirar de un cine bien hecho, resalta por lo equivocado de la propuesta de la nación de Simón Bolívar.
Obviamente, para que haya sido El Inca, y no Tamara ( Elia K. Schneider )
Han pesado criterios combinados de pésimo cine, y la voluntad de perjudicar la imagen del gobierno bolivariano de Nicolás Maduro, en lugar del simbólico y bien logrado canto fílmico al amor auto determinado,de la joven directora venezolana, protagonizada por uno de los más importantes actores de Venezuela Luis Fernández.
El Inca tiene de trascendente el tema: la trayectoria del popular boxeador de peso liviano que ganó 17 peleas por la vía rápida y que se proyectaba como el rival natural de Manny Pacquiao, de Filipinas.
Tremendamente mal actuada, con una pobreza de locaciones deportivas, El Inca se solaza además en el sensacionalismo de su final, que glorifica el feminicidio, justo cuando aumentan los índices de asesinatos de mujeres en América Latina.
Obviamente, que al ser El Inca ataque directo un factor a la imagen de Chávez, alguien la entendió que era la más adecuada para que el cine le sirviera a sus fines políticos. El inca fue prohibida como película en Venezuela el pasado año.
En cambio, Tamara (basada en la vida real de Tamara Adrián, hoy diputada de la oposición y dirigente internacional del movimiento GLBTI) es un filme realizado con respeto del cine, con unas actuaciones notablemente superiores, con una historia de amor rompedora de esquemas y una carga emotiva y social, muy superior.
Tamara plantea un tema no recurrente, que evita los lugares fílmicos comunes nacidos de la acción ó la violencia, elevándose a una propuesta fílmica contra el discrimen y la ojeriza de tabúes contra las formas que adquiere la expresión del amor,matan variada como lo es cada ser humano.
La inclusión de Tamara, así como la Los 8-6, filme también basado en hechos reales (las tres películas de Venezuela se basan en hechos de los años ochentas, dos de ellas prohibidas en su país de origen y Tamara duramente criticada) es uno de los éxitos no nombrados del VIII Festival de Cine Fine Arts, que incluso trajo al país a Luis Fernández.
La película dominicana pre-nominada a mejor cinta extranjera en los Oscars, es Carpinteros, de José María Cabral,por recomendación de DGCINE.