¿Qué tal es la calidad de las producciones fílmicas (tres documentales y tres de ficción) de la nueva edición del evento cinematográfico nacional en la capital española esta semana que inicia? He aquí una guía crítica mínima.
Desde este martes 19 hasta el domingo 24, Madrid, tiene la oportunidad de conocer la calidad del reciente cine dominicano joven, gracias a la cartelera de la XII Edición del Ciclo Todo Cine-Todo Dominicana, que organizan la embajada dominicana ante el Reino de España, Dirección General de Cine (DGCINE) y el Ministerio de Turismo (MITUR).
La cartelera se ha seleccionado con precisión y esmero, sobre todo por la asesoría de DGCINE, ofrece: Diáspora, (documental de Héctor Manuel Valdez), La vida de los Reyes (Frank Perozo), Consuelo (Gabriel Valencia y Fernando Diaz), Lo que se hereda (documental de Victoria Linares Villegas), Bantú Mama (Iván Herrera) y Perejil (José María Cabral).
También integran la cartelera: El país de las últimas cosas (Alejandro Chomski y Paul Auster) y El Banco (Alejandro Andújar).
El embajador Juan Bolívar Díaz explica que el evento es una tradición cultural dominicana en la capital española que ha facilitado una exposición anual de lo mejor que hace el cine nuestro.
Las sedes del acontecimiento son: CINETECA, el Centro Cultural José de Espronceda y la Casa de América. Las boletas están disponibles en la página web del evento. https://todocine-tododominicana.com/ con los detalles de las obras (Fichas técnicas y sinopsis).
Las películas
Martes 19. (Cineteca, sala Ascona) Diáspora, Héctor Manuel Valdez, ratifica con este documental su visión como descubridor de los interiores de sucesos sociales. Ya antes había entregado La República del Color (2015) que enfoca la influencia de la luz del Caribe en la pintura de los principales pintores nacionales.
Diáspora es un trabajo hermoso y exhaustivo que recorre diversos puntos del mundo en procura de diseccionar el movimiento migratorio en torno, desde y hacia el país. Es un viaje visual y sonoro que aporta conceptos importantes. El director acaba de presentar en Santo Domingo el libro de arte homónimo, inspirado en su trabajo audiovisual, aun cuando no es una copia del guion.
Miércoles 20. (Centro Cultural José de Espronceda) La vida de los reyes (Frank Perozo) comedia de gran formato que opera como biografía imaginada (casi real) de la trayectoria de dos de los humoristas dominicanos más populares (Raymond Pozo y Miguel Céspedes) venidos desde sectores humildes y que, con gracia, creatividad y mucho esfuerzo, han logrado escalar los más altos puestos en la popularidad.
La visión de Perozo otorga un giro épico (sin endiosarlos) con notas emotivas y desde luego… Mucho humor, apartándose del facilismo fílmico que en principio de la industria caracterizó el género.
Ese mismo día y en ese espacio, se estrena el documental Consuelo (Fernando Santos y Gabriel Valencia) que ofrece el ejemplo de las monjas que llegaron a ofrecer sus servicios educativos y espirituales en el Ingenio Consuelo, que recorre la labor y origen del asentamiento de las Hermanas canadienses de la Inmaculada Concepción en el municipio de Consuelo de San Pedro de Macorís. Fernando Santos había sido el productor de cintas de gran prestigio como Cocote y Liborio.
Jueves 21. (Casa de América) Lo que se hereda (documental Victoria Linares Villegas). Una sorprendente producción de bajísimo costo, al estilo del cine guerrillero, aun cuando teniendo un estudio que como Lántica, tiene perfil alto industrial, en la cual se siguen los pasos del cineasta dominicano Oscar Torres, desarrollado en Cuba.
Ese mismo día se proyecta Bantú Mamá (Iván Herrera) (en Cineteca, Sala Azcona), un drama inusual, realizado con gran perspectiva internacional, a partir de un hecho individual y familiar menor, que va creciendo en su perspectiva emotiva para configurar un expositivo humano, que le convierte en una pieza de cine memorable. Herrera se inició como codirector, con Teódulo Blanchard, del documental La Montana (2013).
Viernes 22 (Cineteca, Sala Azcona) Perejil (José María Cabral), épico drama histórico que presenta, en una crudeza estéticamente administrada, la matanza que ordenó en 1937 el dictador Rafael Trujillo, tema que ha sido objeto de varias producciones, pero que encuentra ahora en la creatividad de Cabral, uno de los directores jóvenes de mayor criterio estético y social, la más alta expresión del hecho histórico.
Ese día, en Cineteca (Sala Borau) El país de las últimas cosas (Alejandro Chomski), que no hemos visto.
Las proyecciones terminan el domingo 24, con el acto de clausura oficial, al proyectar una de las joyas del cine dominicano reciente: Blanco (Alejandro Andújar), un director que establece sus criterios desde que exhibió El hombre que cuida (2017), que recibió aclamación crítica y de una parte del público dominicano que sabía dónde estaba la calidad y el concepto del nuevo cine local.
El blanco ofrece actuaciones desgargantes e inolvidables, juega con la ficción imaginativa. Es toda una experiencia fílmica de esas que siempre se recuerdan.