Hay caido ya las cortinas de El Soberano, ha pasado una necesaria semana de reflexiones y reacciones y hay que ver qué queda. La nota final del Soberano, es altamente positiva, con todo y todo.
El ceremonial debe su éxito principal a la justicia de su veredicto, entregado en una producción de una profesional como Edilenia Tactuk, quien planeó un ceremonial para ser impecable, y que fue, lastimeramente, tocada por descuidos de presentadores o sus técnicos, el azar o el duende inoportuno y uno de los públicos más fríos y adversos que se recuerden, al menos vistos desde la televisión, como lo percibió quien escribe.
El Soberano, la más importante premiación artística dominicana, generó, toda suerte de comentarios, interpretaciones, conjeturas, la baja relativa del “ratting”.
Estuvo a la altura y consagra su lugar en la historia de 31 años de entregas, iniciadas con otro nombre el 15 de Abril de 1985, en el Teatro Olimpia, ceremonial al que fuimos invitados.
Acroarte y sus cronistas (a los que damos el voto de confianza en casi en todas sus decisiones), quedan bien parados.
Los mejores momentos:
- El homenaje la The New York Band. Resultaron limpios y vitales Cherito y sus otros vocalistas de un merengue limpio, intenso y lirico y el hecho de hacer subir al ideólogo, Cherry Jiménez, fue un logro no planificado de la producción.
- El Merengue de alguna forma salvó grandes momentos del Soberano.
- Genial la idea de poner dos salseros (El Canario y Gilberto Santa Rosa) a cantar merengue en el homenaje a Joseíto. Mucha gente no entendió la gracia que implica.
- El homenaje luctuoso a las figuras que se marcharon en 2015 y parte del 2016. Uno de los resúmenes de recordación mortuoria más hermosos, comparable sólo a la oportunidad en que se recordó la muerte de Freddy Beras Goico, con el grupo Tercer Cielo cantando Yo te Extrañaré. Normalmente sólo se ponen las figuras fallecidas el pasado año, pero ahora se incluyó algunas de las idas en este año por la tardanza del montaje.
- El reconocimiento en los veredictos a: Isabel Spencer, como directora independiente (Hasta el Abismo) y el homenaje a Teatro Las Máscaras, por la vía de Jorge Santiago, su actor principal, lo que ratifica el criterio de que no solo son premiables las grandes producciones.
Egos, siempre egos
El comportamiento irrascible de algunos artistas y productores durante luego del ceremonial, las amenazas y el chantaje en los medios contra el premio, son evidencia del sub-desarrollo que aún subyace en la mentalidad de nuestros talentos.
Hay que aprender a perder y hacerlo con dignidad. Los premios son estímulos. No consagración de nada ni de nadie. Cada quien que haga su trabajo. Si e le premia, bien. Y si no, el camino sigue.
En las premiaciones internacionales de mayor trascendencia, nadie se va a media ceremonia (aun cuando pierda), nadie lleva trofeos de entregas anteriores, nadie busca su propia proyección, los artistas aplauden el veredicto que no les favorece, los artistas a premiarse suben a escenario rápidamente (para lo cual se les ubica previamente), nadie va a los medios a reclamar que debieron ser galardonado.
Este comportamiento lo que produce es una distancia entre quienes protestas y el próximo ceremonial, al que tienen derecho de no ir…y punto.
Injustificable y hasta agresiva se puede considerar la ausencia de ganadores. En caso de imposibilidad real, debieron haber sido representados. Jean Carlos Guerra, que recibió el de Video Clip, pudo haber recibido lo correspondiente a su padre. Otros ganadores debieron tener conciencia de que era su fiesta y estar presentes o representados. Acroarte debe establecer normas para que la entrega de la estatuilla posterior no se realice cuando no haya una excusa justificable. La ausencia ex-professo es una actitud de desinterés que no debe ser alentada.
Los fallos al “no-nominar”
- La no nominación de la obra teatral dominicana más importante del pasado año: Bolo Francisco, (Reynaldo Disla), estrenada en el Palacio de Bellas Artes, tras 25 años de haber sido la única pieza nacional premiada en Casa de las Américas de y, en consecuencia la ausencia en nominación de sus talentos principales: Johnnié Mercedes y Maggy Liranzo.
- Lía Briones, que dejó al público admirado y sembrado a los asientos de Casa de –Teatro con su montaje Nostalgia de cuatro personajes femeninos (Nostalgia). La intérprete dominicana, formada en Argentina, ofreció un recital de actuación con esos monólogos.
- Paula Disla, que se proyectó más allá de su celebrado personaje de María Moñito (y que por ello merece un reconocimiento aparte) fue crucial en el peso dramático de Hasta el Abismo.
- Aleja Johnson, (Soberano a la mejor actriz 2014) otro talento joven, de tremenda diversidad expresiva y fuerza dramática con una carrera de tremendo potencial.
Justicia en veredictos
El éxito fundamental del Soberano fue el tono de justicia que, en líneas generales, desarrolló en la adjudicación de las estatuillas, particularmente las obtenidas por:
- Diomaris La Mala, (Vocalista)
- Los Hermanos Rosario,(Merengue)
- El Show del Mediodía,(Programa diario de Variedades)
- Pavel Núñez, (Álbum)
- Jorge Santiago (Actor de Teatro)
- Isabel Spencer,(Directora Teatral)
- Michael Miguel (Animador de TV)
- Marcos Yaroide (Música Religiosa/Espectáculo)
- Miriam Cruz (Orquesta de Merengue)
- Nuria Piera (Programa de Investigación)
- La Gunguna (película, actor y director)
- Ustedes y Nosotros (Programa Regional Entretenimiento)
- Juan Carlos Albelo (Programa de temporada/Trayectoria)
- Mariasela Álvarez (Presentadora de TV)
- El Prodigio (Conjunto Típico)
- Cheddy García (Comediante del año)
- Nathalie Peña Comas (Cantante Lírica)
- Jean Carlos Guerra (Video Clip)
- Fefita La Grande: El Gran Soberano
Fallos del veredicto:
- Actriz de Cine (debió ser Patricia Ascuasiati /La Gunguna), aun cuando ganara cuatro estatuillas. Patricia fue reina sin corona.
- Actriz de Teatro (Lidia Ariza lo merece. Cita a Ciegas fue oportunidad para justificar el teatro de calidad en una sala amigable y activa. No es cierto que fue desempeño requiriera de poco esfuerzo. Es excelente ganadora, pero habríamos preferido a Judith Rodríguez en Hamlet).
- Artista urbano (Cualquiera otro con una producción lírica de mayor coherencia y valores. Hay un problema no resuelto del valor de las letras, aun cuando tengan uno que otra lírica que se pueda poner en ceremoniales. Con los urbanos hay que trabajar mucho más para que su producción textual sea más potable. Es una tarea que pese a todo lo hecho, sigue pendiente.
- El momento de la entrega del Reconocimiento a Joseíto Mateo debió ser otro, no como pre-final, por ser muy extenso y con el merenguero hablando más de lo adecuado, por lo que hubo que cortarle. Quedaba mejor en otro momento.
- La no entrega a Juan Basanta del trofeo a Mejor Película, productor de la misma, y a quien correspondía subir. Pese a que estaba presente, no subió él sino el director, Ernesto Alemany, quien lo hizo dos veces porque ganó tambien como director.
Falta protocolo de concurrencia
El comportamiento de buena parte de las personalidades invitadas fue amoral. Cerca de un 20% de las figuras invitadas, se marcharon cuando no resultaron ganadoras, circunstancia que cada año se plantea como una tarea a enfrentar por Acroarte y que pocas veces tiene respuesta efectiva, como ahora.
La invitación al ceremonial no puede permitir la concurrencia condicionada, provocativa, insubordinada o de mala intención. Debe existir un protocolo firmado por los invitados, en que se establezcan normas de comportamiento, asistencia a todo el ceremonial y que impida abandonar el lugar cuando no resultan ganadores.
Hay que destacar, como nota discordante, la actitud necia de malos perdedores que trataron de confrontar los veredictos en medio del ceremonial.
Rol de Acroarte y Cervecería
La entidad organizadora y la principal patrocinadora, cumplieron con sus metas al montar el Premio El Soberano, en el marco de las circunstancias dadas.
Jorge Ramos, que enfrentaba los primeros premios que debe montar su directiva, estuvo a la altura debida al frente de los y las cronistas de arte. Las decisiones para premiar siempre serán subjetivas y “al gusto”, por lo que juzgarlas siempre habrá de ser una apuesta a algo tan indefinible como las preferencias.
La Cervecería Nacional Dominicana siguió su trayectoria de apoyo (esta vez con el copatrocinio de Claro y Banco BHD-León) imparcial a la labor de premiar los artistas. Es conocida la actitud “no intervencionista” de la CND en las decisiones finales.
La producción ajada
El tema de la producción como tal, es tema de otro enfoque que no se debe vincular con la certeza de los veredictos. Son áreas distintas.
Algo o “alguienes”, por descuido o mala intención, operaron contra el montaje de la producción: nombrar una categoría y que salieran ganadores de otras; micrófonos abiertos inoportunamente (con las voces al aire de expresiones que no debían escucharse); tardanza en salidas de los animadores; salida del aire de los telepromters en dos o tres oportunidades, son algunos de los elementos injustificables.
Hay que tomar en cuenta que el escenario para ensayos fue entregado ocho días antes de la fecha de presentación, el menor lapso que se haya dado nunca a un productor para su montaje, y lo que derivó en unas coreografías limitadas y de movimientos conocidos. No obstante se pudo haber hecho mucho mejor con una mejor dirección coreográfica, en un país que cuenta con muchos talentos nacionales e internacionales para ello. La crónica de Alfonso Quiñones, en este sentido es esclarecedora, sobre todo en la referencia a Marianela Boan, como talento no usado para estos fines. La mayor parte de las incorrecciones no son de la Tactuk. Hay elementos ahí por determinar.
Los maestros de ceremonia
Cheddy García e Irving Alberti, en términos generales, salieron adelante con la encomienda, aun cuando el Alberti logró mejor desempeño. La García debe: tener mejor control de sus emociones cuando se anuncia un premio importante (su voz aun nos resuena cuando se anunció el Gran Soberano) y tiene que aprender a desprenderse del personaje (¡Llegó Mamá!) para ser presentadora de oficio. No logro la diferencia pese a los cambios de vestuario. Irving “rompió”, tal cual había prometido en la publicidad previa al evento, sobre todo con su personaje gay.
El Gran Soberano
Uno de los aciertos más notables del veredicto: premiar la Vieja Fefa fue posible por:
- La larga trayectoria artística que esta artista.
- Su edad, factor que otorga urgencia a la oportunidad de premiarla.
- Su ejemplo como mujer artista que ha sabido diferenciar una marca en un arte mayoritariamente masculino.
- Que no hizo esta vez campañas ni presiones indirectas. Ella lo merecía hace tiempo, pero el camino de exigirlo o rogarlo, no era la vía.