El Papa León XIV y su compromiso de fe, deja un claro mensaje

¿Cuál es el pensamiento social del nuevo Papa León XIV? Tal fue una interrogante que mucha gente se hizo. ¿Sería este un retroceso? ¿Sería la vuelta a la derecha vaticana? ¿Qué pasaría con los avances logrados con Francisco?

Estas declaraciones que ha producido ahora, dicen que se trata de un sacerdote consagrado en la conciencia espiritual y de militancia en la doctrina de la fe.

Desde que vi su sonrisa tranquila al salir por vez primera como Papa León XIV a la Plaza de San Pedro, me dije: “Ese hombre me inspira confianza. Buena onda”.

La sonrisa del nuevo Papa León XIV nos revela mucho.

Noto que tiene dotes de comunicador directo, accesible, simple, sin oropeles lingüísticos. Observo que el suyo es el discurso del predicador de la calle, el mismo de tradición efectiva y milenaria. Que su mensaje no tiene dobles fondos, ni onduladas de vacilación y medios tonos. vacilantes. Es luz y compromiso.

Cuando le vi por primera vez, había en esa imagen tranquila, en esa mirada, en esa cita en español del Perú que no olvida, expresiones de encontrarnos ante un ser auténtico, responsable y cristianamente transparente y comprometido.

 

Él acaba de decir esto”:

«Hermanos, hermanas…

Me dirijo a ustedes, especialmente a quienes ya no creen, ya no esperan, ya no rezan, porque creen que Dios se ha ido.

A quienes están hartos de los escándalos, del abuso de poder, del silencio de una Iglesia que a veces parece más un palacio que un hogar.

Yo también estuve enojado con Dios.

Yo también vi morir a gente buena, a niños sufrir, a abuelos llorar sin medicinas.

Y sí… hubo días en que rezaba y solo sentía un eco.

Pero entonces descubrí algo: Dios no grita. Dios susurra.

Y a veces susurra desde el barro, desde el dolor, desde una abuela que te alimenta sin tener nada. No vengo a ofrecerles una fe perfecta.

Vengo a decirles que la fe es un caminar con piedras, charcos y abrazos inesperados.

No les pido que crean en todo.

Les pido que no se cierren la puerta: denle una oportunidad a Dios que los espera sin juzgarlos.

Solo soy un sacerdote que vio a Dios en la sonrisa de una mujer que perdió a su hijo… y aun así cocinó para otros.

Eso me cambió.

Así que si estás roto, si no crees, si estás cansado de las mentiras…

Ven de todos modos, con tu ira, tu duda, tu mochila sucia.

Aquí nadie te pedirá una tarjeta VIP.

Porque esta Iglesia, mientras yo viva, será un hogar para los sin techo y un descanso para los cansados.

Dios no necesita soldados. Necesita hermanos.

Y tú, sí, tú… eres uno de ellos.

Robert Prevost (León XIV)

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