Crítica de cine: Humor en tiempos de Covid

El documental dominicano ha dejado claramente establecida su fuerza como expresión audiovisual y ha logrado su arraigo en el gusto de la gente, mostrando que no es un género fílmico menor, aun cuando necesita aún más público que de forma natural pague la taquilla como lo hace para las piezas de ficción.

El camino del documental dominicano es iniciado el 4 de febrero de 1928 por Adam Sánchez Reyes, Salvador Arquímedes Sturla y Tuto Báez, con La llegada del aviador norteamericano Charles Lindbergh. (1)

El hito documental más trascendente de los tiempos más modernos es Camino al Pico Duarte (Claudio Chea, 1985), (previo a la Ley Nacional de Cine de 2010), pieza que nos inspira a respetar el impulso creativo de su director y trabajo que sigue siendo ejemplo de calidad artística y compromiso social medioambiental.

Más recientemente, el documental ha entregado piezas memorables:

Hay un país en el mundo y Santo Domingo, primera de América (José Enrique Pintor),

República del Color y Diáspora (Héctor Manuel Valdez),

El naturalista isleño (Freddy Ginebra Jr.)

Una isla, dos repúblicas (Héctor Ulisés Montás),

Solano (Juan Basanta & Patricia Solano),

Isla de Plástico y La república de la Pelota (José María Cabral& Naslha Bogaert),

Gilbert  y Presidentes Dominicanos (Euri Cabral & Zinaida Rodríguez)

Antes de que se vayan (Huchi Lora & Juan Deláncer)

y El último juego de Tomás Troncoso (Juan Deláncer & El nuevo diario Films)

Pero Humor en los Tiempos del Covid es distinto. Es un documental de excepción por ser el tipo de trabajo audiovisual que lo imponen las circunstancias externas, para mostrar el origen y desarrollo de una de esas películas que no siguieron el procedimiento ordinario: concepción de una idea que se trabaja como guión, lo que lleva a un proceso ya conocido y que concluye con el estreno.

La irrupción de la pandemia del Covid, que llegó al país cuando ingresó al país el 22 de febrero de 2020, procedente de Pesaro, Región Marcas en Italia. El primer caso Covid nativo fue declarado el 1 de marzo de 2020. Y desde ese momento…. Cambió la vida: paralizó la vida y en especial los encuentros públicos, confía Humor en los tiempos del Covid.

Siendo un trabajo de supervivencia profesional, su valor radica en que se trata de un homenaje al humor y una exaltación a la mágica relación que establece el gestor humorístico con el público, un lazo invisible, vital, indefinible y que llena de sentido la vida del artista.

Sánchez, quien se atrevió a iniciar en solitario  el 23 de julio 2003 el camino del “Stand Up” (presentación de humorista en vivo) en el intimista escenario del Cristóbal de Llerena de Casa de Teatro, decidió transformar la paralización que generó el Covid, en una oportunidad de expresarse.

Y lo ha logrado con un equipo mínimo de producción (en cantidad de integrantes) pero de alta cualificación: Ernesto Alemany (director) y Leticia Tonos Paniagua (productora) y otros que, lastimosamente, no los ofrece la breve ficha técnica y de quien nos habría tener el crédito a mano en recompensa de un trabajo excepcional en cuanto a su rodaje y tratamiento.

El fenómeno del humor

El cliché lo ha proclamado repetidamente:  El artista vive del aplauso. Pero eso es simplista y en extremo obvio.

Pero para este caso: el humorista no es nada sin su relación con el público, con las múltiples formas de que la gente se exprese ante el humor rutinario.

Es una relación vital. Es diferente el vínculo del público con el cómico, que persigue hacer reír a cualquier costo como parte de una premisa laboral. El humor es de naturaleza distinta: persigue infundir en el amor por lo mejor de la vida, lo más gracioso, busca incluso ridiculizar a sí mismo para que otros se diviertan, logra transformar en alegría las difíciles circunstancias sociales.

Este documental evidencia la persistencia del artista en su quehacer, independientemente de la búsqueda de oportunidades de trabajo y su metodología que en muchos momentos incluyó la auto filmación dirigida por a la distancia por el director, debe ser registrada como una de las experiencias más importantes del cine dominicano.

El trabajo del humorista es de naturaleza distinta: persigue infundir en el amor por lo mejor de la vida, lo más gracioso, busca incluso ridiculizar a sí mismo para que otros se diviertan, logra transformar en alegría las difíciles circunstancias sociales.

Como oferta fílmica, el documental presenta un diseño artístico de alto nivel, apela a una bien lograda línea de tiempo animada, recorre tanto la experiencia del protagonista y de otros humoristas nacionales e internacionales, aportando una chispa adicional de humor al discurso general de Sánchez.

Su fallo está en los vientos que no debieron haber soplado nunca. Eran material de garfio, digno solo del zafacón de la isla de edición. Ahí debió haber quedado.

El documental es un homenaje audiovisual a uno de los trabajos artísticos más difíciles y demandantes y no se limita al oficio de hacer reír con conciencia.

Debe verse, disfrutarse y reflexionarse como expresión viva de un género fílmico que reclama atención y promete hora y media de un espectáculo audiovisual que pone ejemplo de supervivencia ante la adversidad y mucha auténtica alegría. Trate de ser uno de los privilegiados en disfrutar la calidad profesional de un proyecto hecho a sentimiento y conciencia.

Ficha técnica

Título: Humor en los tiempos del Covid

Director: Ernesto Alemany

País: República Dominicana

Idioma: Español

Duración: 78 minutos

Formato cromático: Color

Género: Documental sobre temática de humor

Productor general: Carlos Sánchez

Productora ejecutiva: Leticia Tonos Paniagua

Casa productora: Stand Up Films SRL

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