El drama Capharnaum, no es una película. Es un concierto audiovisual de una armonía casi perfecto, opacada tan solo, de cara a la crítica, por el uso excesivo tanto de la música como de las escenas en retro (flasback), factores que no le impide que su lazo emotivo nos atrape y su mágica melodía nos exponga incondicionalmente a sus escenas. La producción podría ganar o no la Palma de Oro y pero directora Nadine Labaki, con la ovación de varios minutos y muchas lágrimas, todo en su premiere, ya está pagada. Ella sabe que ha logrado una de las piezas importantes del cine contemporáneo, que podrá generar divergencias entre los críticos, pero que en la gente, más llana y manipulable, tendrá aceptación total.
El fuerte de este drama, después del guion, son las actuaciones, y en ese marco, las infantiles. Zain Alfafesa (Zain) podría perfectamente ganar Mejor Actor en Cannes, sentando un precedente, pero sonar no cuesta nada. No lo será.
La de Zain Airafeca es una de las mejores actuaciones que hemos visto aquí, y secundado por otro niño etíope, de año y medio (del que no sabemos cómo se hizo la Labaki para lograr una actuación tan natural y emotiva), la película arrasa en Cannes.
Sus dos primeros pases en la sección oficial fueron a casa llena y la reacción del público, sacudido por la pieza que acaba de disfrutar, ha sido el aplauso y el grito de viva voz.
El impacto en Cannes de su drama Capharnaum, filmado el pasado año en las calles empobrecidas de Beirut y protagonizado por dos niños, de 10 y un año y medio, (si, se que no lo va a creer) muestra las garras de una visión emocional y familiarmente desgarradora que solo podía tener una mujer.
Su fuerza radica en el guion, en la idea que plantea sobre las presiones que mal forman a un niño explotado y maltratado por sus padres. El menor tomara una acción sin precedente frente a ellos para hacer valer su derecho a ser apreciado y amado.
Manipula….?y qué?
A diferencia del telenovela tradicional que juega con la formula familia-pobreza y emociones, la película es una obra que trasciende, incluso pese a sus muchos flashback por la forma inversa en que se relatan los hechos, y el excesivo acento en su banda musical destinada a bombardear el espectador llamado a llorar si es que acaso radica en el algún sentimiento humano.
Capharnaum es mucho más que la obvia manipulación emotiva del público, que concluye llorando a mares, y no es un defecto que lo haga.
La gente va al cine para dejarse manipular sus sentimientos y vivir otras vidas en esos inolvidables 120 minutos de ficción. ¿Qué de malo tiene?
La directora
Nadine Labaki es una de las hijas predilectas de Canes. En 2001, inicia como joven directora de El Líbano, con Caramel, en la Quincena de Realizadores, una de las secciones paralelas a la selección oficial, dejando la marca de que en pantalla había un trabajo de concepto y una realización digna del marco de estreno.
En el 2010, se presentó a la segunda sección en importancia en Cannes, Una cierta Mirada (Un Certain Regard), con ¿A dónde vamos ahora?», con iguales resultados de impacto. Publico, jurados y periodistas especializados, coinciden en que se está frente a una directora respetable.
Ojalá mucha gente, tras su paso por Cannes, pueda ver Capharaum. Preparen sus pañuelos.
Sinopsis
Un niño muy pobre de 10 años explotado y no amado por sus padres, vive en las calles de Beirut haciendo lo que sea para llevar dinero a la casa, desde ventas hasta el robo de lo que se ponga al alcance. Por un golpe de la vida, un niño de ano y medio, un bebe de Etiopia, refugiado y sin papeles, queda bajo su cuidado. La relación de esos dos seres proporciona una experiencia cinematográfica que no se olvidara nunca.
Título: Capharnaum
Directora: Nadine Labaki
Ano: 2018
País: Francia-Estados Unidos
Género: Drama
Duración: 1:20
Formato: Color
Producción : Boo Pictures, Mooz Films
Elenco: Nadine Labaki (Nadine), Zain Alrefesa (Zain), Yordano Shifera (Rail), Treasure Bankole (Yonas), Alaa Chouchnlye (Aspro), Cedra Izam (Zahar) y Kawthar Al Haddad (Souad).