¿Qué ocurre que tanta gente buena está muriendo?
¿Es justo que tanta expresión de trabajo, bondad y lucha, se nos vaya así… en masa?
El símbolo de lucha de ayer y de hoy, Hamlet Hermann; Magaly Pineda, principal feminista del país y la más importante aportadora a la causa femenina; Claudio Caamaño, uno de los que luchó por la libertad de este pueblo con desinterés y patriotismo; Victoria Hernández Pérez (Vicky, hija de Leo Hernández), arrancada de la vida en plena juventud por el cáncer; el actor, maestro de las artes plásticas y ser humano extraordinario y crítico, Ángel Haché y Américo Martínez, quien fuera el director ejecutivo de la Asociación Dominicana de Radiodifusoras y representante (de ordinario) de ADORA ante el jurado de Premio Nacional de Periodismo… todos se han marchado por una puerta que no tiene regreso.
Sus partidas han sido dolorosas y en algunos casos sorpresivas, lo que las hace más sentidas.
En ningún caso estas muertes son justificables o entendibles… sólo nos queda una pregunta en la
garganta: ¿ Por qué la muerte se empeña en llevarse de