El fotógrafo de la 40: la grandeza del cine de la realidad

El cine y la historia han mantenido, desde los orígenes de la audiovisual, una relación intensa, permanente.  Muchos de los grandes títulos del cine internacional han estado basados en hechos históricos:

Dunkerque’ (Christopher Nolan, 2017);

12 años de esclavitud, (Steve McQueen), 2013);

Cartas desde Iwo Jima’ (Clint Eastwood, 2006);

Apocalypse Now’ (Francis Ford Coppola, 1979);

‘La batalla de Argel’ (Gillo Pontecorvo, 1966);

‘Centauros del desierto’ (John Ford, 1956)

y, para no hacer larga la lista, ‘El acorazado Potemkin’ (Sergei M. Eisenstein, 1925). (1)

El cine dominicano tiene piezas basadas en nuestra historia:

Ficción-: El Teniente Amado (Félix Limardo y Huchi Lora) 2013;

Trópico de Sangre (Juan Deláncer) 2010;

La fiesta del chivo (Luis Llosa);

Flor de Azúcar (Fernando Báez) 2016;

La Isla Rota (Félix Germán) 2018;

Hotel Coppelia (José María Cabral) 2021;

Rubirosa trilogía, miniserie (Hugo Rodríguez y Carlos Moreno (2019)

y Perejil (José María Cabral) 2022.

Documentales:

René Fortunato y Video Cine Palau:

Tras las huellas de Palau. 1985;

Abril

: La trinchera del honor, 1988;

Trujillo: El poder del jefe I. 1991y sus secuelas);

Balaguer: La herencia del tirano. 1998;

Balaguer: La violencia del poder. 2003;

Bosch: Presidente en la frontera imperial, 2009

y Caamaño: de militar a guerrillero. 2023.

Como se evidencia, impera el tema Trujillo como  plato de miel, debido a las características de la dictadura, su extensión, excentricidades y crueldades.

El valor de la oportunidad

Gracias selección de Omar de la Cruz, director del XVI Festival Global Santo Domingo 2024, pudimos ver El fotógrafo de la 40 (Erica Santelices/Orlando Berría),  se pudo ver un proyecto revelador que expone la enorme deuda nacional con dos héroes/mártires que se atrevieron a presentar internacionalmente en 1958 el rostro verdadero de la dictadura de Trujillo, un  factor fundamental para incrementar la presión contra el régimen y que creó las condiciones para facilitar el ajusticiamiento del 30 de mayo de 1961.

Santelices y Berría, fotoperiodistas radicados en el país por su trabajo informativo internacional, han dado un ejemplo de solidaridad para con estos dos fotógrafos, Pedro Aníbal y Gilberto Fuentes Berg, con un documental que ofrece un modelo es distinto respecto de la tradición del manejo de los temas históricos en el cine.

Se trata de una pieza realizada en conciencia del uso cuidadoso de los recursos del lenguaje del cine a pesar de ser opera prima de dos artistas que nunca antes habían realizado una película. De seguro que leyeron a fondo el manual “Como hacerse director de cine en doce pasos”

Este documental es un poderoso y artístico llamado a revisar los criterios al camino que el país ha recorrido en materia de cine, historia, con sus heroísmos no reconocidos y sus martirologios ignorados.

El proyecto expone una experiencia temáticamente inédita y única: el martirologio patriótico, prácticamente desconocido, al mostrar el ejemplo de los hermanos Fuentes Berg, merecedores del reconocimiento nacional a internacional con que no cuentan aún.

Santelices y Berría entregan un producto digno, con enorme sentido de su ritmo emocional. Visualmente se apoyan en el ambiente del laboratorio fotográfico de antaño, apelando a sus recursos: ácidos reveladores, instrumentos manuales, la tendedera de fotos como forma de “secar” las fotos procesadas. Los directores juegan con esos elementos y los usan como hilos conductuales, haciendo del cine, un arte que comunica.

El documental da voz a los parientes de los dos hermanos (cuyos cuerpos – probablemente luego de ser torturados – fueron desaparecidos por los esbirros de la dictadura), en unos testimonios que convocan la solidaridad y la impotencia de los espectadores.

La locación principal es el humilde ambiente del ambiente su hogar, manejando cámara y ambiente los recuerdos fotográficos, con sensibilidad e inteligencia.

La banda musical del maestro Manuel Tejada es mortalmente emotiva, que marca los puntos cruciales, al punto de erizar la piel con esas notas. El maestro Tejada tiene enorme responsabilidad en el impacto artístico y humano al estructurar un soporte.

Estamos ante una obra de arte intimista, elaborada con sentido en cada escena, con que comporta un elevado sentido patriótico, y que nos resitúa frente a la necesidad de fortalecer el cine histórico dominicano, que ha tenido piezas memorables, (baste recordar Perejil, (José María Cabral) o Caamaño, de militar (René Fortunato) a pero que requiere de mucho mayor atención.

Los directores nos presentan un ejemplo de valor patriótico que, hasta el momento, y que terminan entregando un producto cinematográfico de una calidad artística, técnica y temática, de altísimo valor histórico.

Es injusto que los hermanos Fuentes Berg, no tengan al día de hoy, la consagración social que merecen y que no se compensa con una resolución municipal que designa con su nombre un trozo de la calle de la casa materna.

El acto que protagonizaron, a sabiendas del peligro de muerte que implicaba, lo hicieron. Y perecieron por ello. Ambos merecen más que una presionada resolución de la alcaldía designando con sus nombres un tramo de la calle en que vivían, la calle La Guardia, próximo a Radio Televisión Dominicana. Es poco. Me niego a aceptar tan misterioso homenaje.

No hay una tumba en la cual acudir a rendirles los honores. No hay un monumento que los reivindique. No hay declaratorias del Congreso, ni decretos presidenciales que ubiquen sus nombres en el sitial que merecen.

Ojalá el trabajo de estos dos artistas, mueva decisiones de sectores llamados a estudiar y perpetuar el honor y la memoria histórica: Congreso Nacional, Presidencia de la República, Comisión Nacional de Efemérides Patrias; Ministerio de Cultura/DGCINE; Archivo General de la Nación, Academia Dominicana de la Historia y las Escuelas de Historia.

El Festival y su acierto.

El Festival Global que dirige el ingeniero Omar de la Cruz al frente de un equipo de jóvenes voluntarios y que ha concluido con éxito, tras presentar 108 producciones internacionales y algunas dominicanas, producto de una selección cuidadosa de títulos presentados en los más prestigiosos festivales internacionales.

El festival fue dedicado al cineasta y maestro Pericles Mejía, recientemente fallecido. Al parecer se trató de una de las mejores ediciones del evento de Funglode.

Recomendación

El fotógrafo de la 40 es un documental que recomendamos ver por la información histórica que transmite, por la forma artística en que lo logra y por el ejemplo de solidaridad profesional que implica.

El documental estará en pantallas de Caribbean Cinemas, en abril próximo, por lo que hago, desde ahora, la recomendación de ir a verlo.

Ficha técnica

Dirección: Erika

Santelices – Orlando Barría

Guion: Erika

Santelices – Orlando Barría

País: República Dominicana

Año: 2023

Duración: 76 minutos

Género: Documental

Productor: Fernando Santos Díaz

Productora: Güasábara Cine

Productores ejecutivos: Agustín Lama y Rafael García Albizu

Edición: Rocío Gattinoni

Fotografía: Jean Phillip Eversz – Orlando Barría

Música: Manuel Tejada.

Sinopsis

Es la historia del fotógrafo Pedro Aníbal Fuentes Berg, enviado a tomar imágenes en el penal clandestino de torturas de La 40, a los prisioneros capturados de la expedición de 14 de junio de 1959 durante la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo (1930-1961). Fuentes Berg, violando ordenes de confidencialidad, hace llegar las fotos al exilio anti trujillista en el exterior, apoyándose en su hermano Gilberto, a fin de mostrar el verdadero rostro de la tiranía Algunas de estas fotografías se convirtieron en íconos de la barbarie de la dictadura de Trujillo.

Tráiler: https://vimeo.com/883377799

Redes Sociales: @elfotografodela40

 

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