Waddy Jáquez

Los 7 puntos que aclara Waddy Jáquez y tres adicionales necesarios

 

El documento del Ministerio de Educación que daba cuenta de la contratación del musical Mariposas de Acero, para ser presentado a estudiantes en la Feria del Libro 2023, a un costo de 40 millones de pesos, generó una reacción social casi unánime contraria al pago de ese monto, por considerarse excesivo.

El tema se transformó en el plato de mil para las moscas ávidas de tener el tema del día, con variados propósitos. La polémica a partir del documento que estaba colgado en el portal de contrataciones del Ministerio de Educación, provocó la cancelación del contrato por parte del Ministerio de Educación. La suma a ser pagada era tan alta y eso generó pronunciamientos en todo sentido.

La imagen inicial es que quedaba es que los artistas responsables del musical, pretendían cobrar una suma exorbitante por seis presentaciones.

Lo positivo que implica la situación, es que lleva, en lugar de sumarse al coro de condenas que incluso censura a los artistas responsables de ese montaje, es que obliga a examinar el valor de la inversión en arte y a reevaluar la mirada sobre las industrias creativas (Economía Naranja).

Las declaraciones de Waddys Jáquez, director y productor del montaje, colgadas en la página de Instagram y otras redes sociales, han sido resumidas a varios párrafos por los medios de comunicación, Las presentamos íntegramente para que queden su mensaje llegue íntegramente leído a la comunidad y sea constancia de un testimonio que opera como una fundamental declaración de principios que aporta Jáquez a la conciencia nacional.

Este texto replantea el valor del arte como un trabajo a ser pagado con justicia y que resalta su papel como elemento educativo y motivador en valores. Esta intervención de Jáquez en realidad es un manifiesto esencial sobre el valor del arte y el precio del talento, alejándose del tráfico de superficialidades, el auspicio de las guerrillas personales, la ignominiosa vigencia de los egos, y del uso proselitista del hecho expuesto. Esas declaraciones no han sido publicadas completas por los medios que las han reseñado.

A estas declaraciones, agregamos tres consideraciones:

1-En esta polémica, los villanos no son los artistas. Ellos son trabajadores del arte y merecen, junto con todos los que hacen labores similares, ser tratados con justicia y recibir un pago justo por sus talentos.

2-Se debe revisar la inversión de las empresas públicas y privadas en arte para privilegiar el arte que implique valores, estética del más alto nivel y excluir el gasto en expresiones lúdicas de cuestionado contenido por los mensajes que transmite.

Escena de Mariposas de Acero. Foto: JRS

3 -Mariposas de Acero debe encontrar, ahora más que nunca antes, empresarios y funcionarios gubernamentales con conciencia y sensibilidad a la altura necesaria que respalden y patrocinen la presentación de este documento histórico artístico (no explotación de una marca como se ha querido sugerir) y en la misma medida dejar de entender que el teatro todo, es la cenicienta de las artes. Al final, la polémica ha traído a la opinión general, un punto de reflexión fundamental: ¿Tenemos conciencia del valor del arte? ¿Los artistas de la escena, de la música, de las artes visuales, merecen no solo respaldo nominal sino el pago adecuado y digno de su labor?

A continuación, las declaraciones completas de Waddys Jáquez 

“A propósito de las declaraciones del ministro de Educación con relación a la contratación del Musical Mariposas de Acero para presentarse en el marco de la Feria del Libro 2023, es importante aclarar algunos puntos:

1-El costo de las seis funciones jamás fue de 40 millones de pesos. Ese fue un error cometido por su equipo al subir el pliego a la página de contrataciones del MINERD. Ese monto correspondía a otra cantidad que el mismo ministro, tomando así la decisión de hacer tan solo 6 presentaciones. Es importante que ellos rectifiquen y admitan ese pequeño error, porque no es lo mismo 40, que 20, o que 22 o 23. Una suma que puede parecer exorbitante para quien nunca ha producido un musical o cualquier evento de esta magnitud, pero que para los expertos es totalmente normal. Parece una suma exorbitante para quienes no saben que la sala principal del Teatro Nacional puede llegar a costar 350 mil pesos para una sola noche, porque el hecho de que sea estatal, no quiere decir que sea gratis. Claro, una suma exorbitante para quienes no saben que el sistema de proyecciones, audio, luces, escenografía que componen un gran musical, cuesta millones.

2- Lo segundo que quiero aclarar es que tal y como dijo el ministro de Educación, nosotros nos retrasamos en continuar el proceso de contratación. Esto debido a que pedimos que se garantizara que las presentaciones iban a llegar a los estudiantes, porque ese era el objetivo fundamental de nuestra participación en la Feria del Libro 2023. Después que se nos confirmó que había una estrategia para llevar a los alumnos al teatro, aunque el Año Escolar comienza durante la segunda semana de la Feria del Libro, nosotros entonces procedimos a continuar con la licitación, pero el tiempo de entrega terminó.

3-Aunque a muchos les cueste entenderlo, la economía naranja es una realidad, y el teatro, al igual que otras disciplinas, forman parte de nuestras industria creativas y culturales y, como industria, debemos garantizar el pago de todas y todes los que laboran en ella, tal y como sucede con un funcionario gobierno, con un vendedor, con la gerente de banco. Esa idea pobre de que el teatro debe ser la cenicienta de las artes y que vale menos que otras disciplinas como el cine, debe terminar, porque si se invierten 50 o 100 millones en una película que nadie ve ¿Por qué cerrarles las puertas a espectáculos teatrales que constantemente están moviendo a miles de personas?

4-Al final de esta historia, solo queda realidad: el Ministerio de Educación que recibe el 4% del Producto Interno Bruto del país y que por no poder ni tener la estrategia para usarlo, devuelve al Estado, miles de millones, este año tendrá que devolver un poquito más. Y bueno, en esa devolución no solamente pierden las 120 personas, entre artistas y técnicos que conforman el equipo de Mariposas de Acero, sino que también, y sobre todo, pierde la nación. Porque Mariposas de Acero es un documento histórico que eleva nuestro orgullo patrio y el amor por esta nación, por esta media isla, un documento, claro, obviado por funcionarios que prefieren ir a cualquier evento farandulero que lea garanticen los falowers, antes que darles la mano a los amigos de la democracia, aquellos que entendemos la obligación que tenemos ante una juventud que está cada vez más influenciada por los malos valores. Una juventud que abandona las escuelas. Una juventud que va en busca de sueños fáciles de realizar matando, delinquiendo, buscando el reloj y la cadena de diamantes que valen más que mil salarios mínimos.

5-Señores, en el arte hay que invertir. Y no solo con nosotros, sino con todos en general (se refiere a los artistas), porque es un vehículo perfecto para ayudar a despertar la conciencia de esta generación.

6-Yo soy un simple mortal y lo digo desde mi asiento, pero soy también el que peleó la batalla de la migración y el que contra viento y maría y ¡Gloria a Dios! ha salido invicto. Yo soy también uno de los dominicanos que ha puesto en alto la bandera nacional, demostrando así que también a través del arte, se hace Patria.

7-Mariposas de acero va a volar, hasta los oídos y los ojos de los estudiantes de nuestras escuelas públicas y los colegios, aunque tengamos que tocar mil puertas, hasta encontrar a los verdaderos patriotas, que ponen su palabra por obra y no dejan todo en simples promesas”.

Mariposas de Acero, justo y emotivo homenaje, une arte e historia nacional

José Rafael Sosa y Grisbell Medina

Llevar la historia al escenario, comporta de riesgos. Muchos y variados peligros. Desde luego que desde el arte, se pueden tomar hechos reales del pasado, pero si la adaptación no corresponde a lo que fue, si no se apegan a los acontecimientos, si no se enfocan con el respeto y no se logra una óptica que logre la combinación aceptable o perfecta entre lo artístico con los hechos, exponen a los creadores al rechazo, la reprimenda social o la burla.

Una historia dominicana que conocemos, por su consagración nacional e internacional, es el asesinato de las Hermanas Mirabal, suceso que se ha elevado a símbolo de la violencia contra la mujer y del que se ha tomado como fecha de conmemoración mundial, el 25 de noviembre.

Esta historia que desde el arte y la literatura se ha contado varias veces y con resultados disímiles, a veces cuestionados, rechazados y reconocidos socialmente cuando han sido válidos, que es el caso de Mariposas de Acero, musical dirigido por Waddy Jáquez junto a Pablo García en la producción general.

TODAS LAS FOTOS SON SUMINISTRADAS POR LA PRODUCCION MARIPOSAS DE ACERO.

Más que martirio femenino

Ver este musical, inicia por desmitificar la celebración oficial de la fecha en que son sacrificadas las Heroínas de Ojo de Agua, la conmemoración del Día Internacional de la Violencia contra la Mujer, que no es una iniciativa de las Naciones Unidas como parecería.

Cuando se investiga su origen de la fecha todo apunta a que fue obra de ONU lo cual es positivo, pero la fecha fue propuesta inicialmente por la delegación dominicana ante el I Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe, que se realizó en Cartagena -Colombia en 1981, a partir de una propuesta de por Magalí Pineda, Mirta Rodríguez y Ángela Hernández, quien la presentó al plenario (1).

Línea de tiempo

La historia de las Hermanas Mirabal se ha contado antes, pero más de una vez con versiones alejadas de los hechos y divorciadas de nuestra realidad, por lo que han sido intentos fallidos o francamente incompletos y parciales, cuando no han resultado una franca distorsión de los hechos:

  • En año 2.000, Mario Vargas Llosa, presenta su novela histórica La fiesta del Chivo, logrando un rechazo casi absoluto por parte de sectores nacionales que se entendieron insultados por la relación de hechos, muy a pesar de que en la portada llevaba la definición de su género de ficción: novela.  Cierto que novela es ficción que puede tener parte de realidad, pero sin dudas que la visión que en general transmitió el autor peruano, desagradó a más de uno de los propios entrevistados y consultados dominicanos en el proceso previo a escribir su fiesta caprina.
  • 2001. La película En el tiempo de las mariposas, producida por la actriz Salma Hayek,dirigida por Mariano Barroso, rodada en inglés y estrenada el 21 de octubre de 2001.A pesar de estar basada en la novela de Julia Álvarez, resultó notoria la distancia entre la historia y los hechos el divorcio entre la idiosincrasia nacional y el prisma interpretativo de los hechos. No fue una versión asimilable.
  • 3 de marzo de 2006, se estrenó la versión fílmica de la novela de Vargas Llosa, dirigida por su sobrino, Luis Llosa,con la cual se reeditó el rechazo a la misma versión literaria. El desagrado en el autor de La fiesta del chivo fue tal que su presencia fue criticada en el país tras anunciarse como ganador del Premio Internacional de Ensayo Pedro Henríquez Ureña, otorgado por el Ministerio de Cultura, en 2016.
  • 2010, se produce un acercamiento mucho más sincero y auténtico, históricamente hablando, con el drama fílmico Trópico de Sangre, dirigido por Juan Deláncer, aun cuando – probablemente de forma injusta- la crítica no fue muy complaciente, entendemos nosotros que más por un rechazo a Deláncer, que a su obra.
  • En años de las últimas dos décadas, en oportunidad de los aniversarios del 25 de noviembre, se montaron espectáculos con el tema, pero sin lograr, por razones logísticas y de tiempo, informar e inspirar  realmente a quienes los vieron

Mariposas de Acero

Tras estos precedentes, es que se enmarca el estreno del musical Mariposas de Acero, del director y productor Waddy Jáquez apoyado por un excelente equipo de producción y con talentos que, al parecer, han hecho la diferencia y elevado artísticamente el tema de las Mirabal.

Grisbell Medina, experimentadas cronista de arte, nos ofrece sus pareceres:

Waddy Jáquez y Pablo García se atrevieron a contar esta historia nacional que trasciende el heroísmo y el martirio, como nunca antes se había hecho, y ahora, tras su primera función en el Teatro Nacional, a beneficio de la Fundación Hermanas Mirabal y el Museo Ojo de Agua en Salcedo, crucial como jamás se había logrado.

Este hombre de la escena logra el concurso de artistas y técnicos, la buena voluntad de quienes entendían que era un riesgo, asumir una historia así, con los rituales musicales de este tiempo, jugar con simbolismos que al final engarzan el ánimo del público y ha aportado a la historia del arte del teatro musical, una experiencia que se presenta ahora como referencial.

Una mirada cercana

Había emoción y expectativas altas flotando en el ambiente del Teatro Nacional. Al llegar, el público quedaba envuelto en la magia del símbolo. En el lobby, la venta de mariposas artesanales de jícara de coco y otros materiales (incluyendo dos libros en torno a la historia contada).

Primero un discurso medidamente breve y emotivo, a cargo de Manolito Mirabal, a nombre de la Fundación Hermanas Mirabal, en que se agradece el montaje y se anuncia que la primera función ha sido donada a la Fundación.

Inicia el montaje:

Adalgisa Pantaleón, transformada en Dedé, con respeto y solemnidad desde el vestuario, maquillaje, peluquería y actitud, hace de narradora y será el hilo conductor, para dejar abierto un discurso escénico en el cual cada actor y actriz tendrá su momento de lucimiento.

Mención especial para la camaleónica e intensa Judith Rodríguez, quien ha reafirmado sus múltiples recursos al integrarse a este trabajo y sorprendernos como lo hizo.

Honny Estrella, como Patria, en una representación lo más exacta posible a la real del vestido negro con broche en garganta, desarrolla su parlamento observando la casa incendiada por la ira del tirano a la que deposito tanto amor desde sus jardines.

Nairoby Duarte, una actriz que nos impresiono por su desenvuelta y sensible interpretación de la ama de llaves de la casa de las Mirabal, Tonó, una de las heroínas de la historia y de las que menos espacio y prestigio reciben en las versiones oficiales, es una de las sorpresas en las cuales la historia hace salones con el arte de la gran escena.

Escenográficamente, Jáquez coordinó con su equipo para lograr la representación de muchas de las locaciones (la cárcel de La 40, La casa de las Mirabal y otros ambientes) a partir del uso de materiales modulares a los que se aplica proyección digital para definir los ámbitos. Buen recurso.

Musicalmente, lo magistral hizo coro con la perfección de las voces. – Muchos talentos con voces magistrales, destacándose el uso de los códigos musicales de este tiempo: rap, merengue, salsa, hip hop, para hacer una indescriptible conexión de los hechos relatados con una juventud de hoy que en general los desconoce.

Un momento estelar fue el monólogo de Nashla Bogaert. como Minerva, con una trascendencia en sus textos y un final de abrazo colectivo con los demás talentos en torno a la bandera dominicana. Fue el momento para llorar retenido, para las lágrimas que no podrían ya ser detenidas. Emoción líquida medible en los rostros. No hay forma de describirlo.

El código musical (rap, salsa, hip hop, merengue) conecta con la juventud con los de hoy que no vivieron ese tiempo. Código de actualidad genera interés con mirada a la historia.

La sucesión de las escenas fue fluida, sin atropellar el ritmo o la esencia, dejando sentir una impecabilidad escénica que debía ser objeto de estudio, al menos, en las escuelas de teatro musical de América Latina. Resalta el manejo, en los diálogos, del hablar del dominicano.

Para ver el musical

Las funciones de Mariposas de Acero se mantienen en el Teatro Nacional hasta el domingo 21 de ese mismo mes, en la sala Máximo Avilés Blonda del Palacio de Bellas Artes. Se llevará a cabo los días 2 y 3 de septiembre en el Gran Teatro del Cibao.

En fin, un espectáculo que es más que otro montaje de teatro musical: es historia respetada, viva y actual. Hay oportunidad de verlo aun en el Teatro Nacional. Ojalá se repita.

Ojalá se pueda grabar y difundir posteriormente a quienes no pueden pagar esa boleta, que vale cada centavo.

Ficha técnica

(Resumida)

Idea, producción y dirección: Waddy Jáquez

Director musical y producción: Waddy Jáquez y Pablo García

Producción ejecutiva: Frank Ceara, Yanira Ferry, Pablo García y Hony Estrella.

Productor Musical Asociado: Wilson Polanco Gnomiko

Directora vocal: Paola González

Coreógrafos: Pablo Pérez y Erik Guzmán

Diseño de Escenografía: Fidel López

Diseño de luces: Ernesto López

Regiduría de escena: Diana Valk

Elenco:

Adalgisa Pantaleón (Dedé Mirabal); Nashla Bogaert (Minerva); Hony Estrella, (Patria); Coral González (María Teresa); Diana Ramos (Dedé Mirabal joven); Frank Ceara (Rafael Trujillo) y Judith Rodríguez (Tomasina Cabral), Ana Rivas (Mercedes Reyes, Mamá Chea). Nairoby Duarte (Tonó), el cantante Gnómico (Johnny Abbes); Nico Clínico (Manólo Tavárez Justo); Ivanna Rodríguez (Miriam Morales); Paola Zayas-Bazán (Dulce Tejada); Alejandro Moss (Leandro Guzmán); Cruz Monty (Senador Juan Bautista Rojas Gómez); Benny Pérez (Enrique Mirabal); y el cantante urbano AcentOh, en el rol de (Navajita).

Enlace de interés:

(1)    https://ffyh.unc.edu.ar/femges/25-de-noviembre-dia-de-lucha-por-la-no-violencia-hacia-las-mujeres/

(2) https://lumbrehistoria.wordpress.com/2017/11/25/hoy-25-de-noviembre-rescatando-a-las-hermanas-mirabal/

 

 

La tiendita del horror, alta estética el teatro musical

Texto de Alexandra Gonzalez Peralta
Fotos de la Produccion de AFA/La tiendita del horror
Con tan solo nueve actores en escena, (el menor número de talentos para la historia del teatro musical dominicano), con la dirección artística de Waddys Jáquez y la producción y dirección musical de Amaury Sánchez, se acaba de escribir un capítulo de brillo perdurable en la escena dominicana
“La Tiendita del Horror” o The Little Shop of Horror, se resuelve en una propuesta de culto digna de la original y muy a la altura de los grandes escenarios.
La sala Máximo Avilés Blonda recibió aproximadamente por dos horas y media, la propuesta de Amaury Sánchez, 20 canciones en español, donde todos los actores se destacaron por el talento vocal y actoral. Los duetos e histrionismo de los actores reflejaron los innegables atributos puestos en escena.
Un aparte merece el mensaje que, tras actuaciones, canto y baile, llega al público:  el valor de la  honestidad. Sutilmente se tocó la violencia de género (Audrey era abusada por su novio, el Dentista).

Kenny Grullón y su singular estilo se transformó en Sr. Mushnik, propietario de la tienda, dejando sentir el paso de su calidad en cada trozo del entablado del escenario Bellas Artes. Esta es una de las contadas oportunidades en las que un padre y su hijo se unen en escena.
Los Grullón son artistas integrales que saber darse al extremo. Y aquí, cual regalo de arte, lo logran. Kenny y Javier Grullón son una bendición de familia para la República Dominicana.
Judith Rodríguez y Javier Grullón demostraron empatía, afinidad, química, gran calidad escénica y vocal. La pareja sirve además para constatar la versatilidad de la chispa creativa de Javier y las cualidades adaptativas de Judith para hacerse válida y brillante en teatro, además de lo que ha alcanzado en cine.

Antonio Melenciano, presto su voz interpretando a la carnívora y parlante (Audrey II).  Previo, hace una aparición como un comprador seducido por la planta.
Frank Ceara demostró su veteranía en las tablas y el canto como el abusivo Dentista Orín, evidenciando también su multiplicidad haciendo los roles de el borracho, el locutor y el periodista con andador.
Las jóvenes de la Academia de Formación Artística Amaury Sánchez (AFA), Alanna Cabrera, Ylsa Moreno y Natalia Sánchez mostraron la validez de la formación académica y que el talento natural, si no se cultiva, no vale de nada. Ellas marcaron la historia con sus voces y  la belleza de sus coreografías.
La orquesta dirigida por Amaury Sánchez transportó a la audiencia a una ciudad ochentera. Sus pilares: Ezequiel Francisco en la batería, Roberto Reynoso en el bajo eléctrico, el maestro Antón Fustier en el Piano 1, Samira Tavárez en el Piano 2 y Federico Méndez en la guitarra eléctrica.
Yeimi Díaz y Carlos Ortega, se lucen como escenógrafos, dando una solución práctica, hermosa y funcional.
Resalta la firmeza del mensaje cuando lleva al público el concepto de la Honestidad y la exposición, muy sutil de la violencia de género, cuando apunta que Audrey era abusada por su novio el dentista).

La precedencia
La Tiendita del Horror es una película que se estrenó en el año 1960, dirigida por Roger Corman y luego, en la década de los 80´s desfiló en Broadway como uno de los musicales más famosos de la historia. En 1986, se volvió a la pantalla en su versión más conocida, dirigida por Frank Oz.
Un “Terror” inconveniente
La pieza obra no se vendió más por la no diferenciación del concepto “Terror”, implícita en tu título. Debió mostrarse más como una comedia o teatro negro e insistir que era para toda la familia. No es terrorífica, pero el impacto del concepto pudo haber frenado a algunos padres para llevar sus hijos. Experiencia a ser recogida.
La clase que paga 1500 o 1000 por asistir a obras de este tipo no desea mostrar terror a sus niños perdiéndose de un montaje de gran calidad.

¿Qué usted no vió El Camaleón? (Bueno… es cómo para no creerlo)

Waddys Jáquez convocó al cabaret El Camaleón, imaginario antro mala muerte que tiene su última función, antes de ser clausurado por lo que ubica al público ante una cohorte de personajes tristes y escandalosos tiene su chance final para evidenciar sus miserias y sus talentos.

TODAS LAS FOTOS DE JOSE BETANCOURT


La función, navega entre el  burlesque, el vaudeville, la extravaganza, ofrece un recital de  actuaciones administadas con la genialidad de un Waddy Jáquez, opera como el último deseo del condenado., en el cual el arte es punta de lanza para atraer clientes, exponer vidas y miserias, mostrar sorprendentes cualidades de las almas que transitan en ese espacio y de paso, proporcionar una lúdica experiencia que impacta tiene una ventaja singular: es vitrina para disfrutar de talentos en baile, danza, caracterización, interpretación actoral.  Siete personajes en destrezas técnicas casi milagrosas, lucidas  en  maquillaje, accesorios y vestuario.
Galería de personajes
Waddy (El Camaleón), dueño y señor del antro. Cabeza visible del negocio y el hilo conductor de todo el espectáculo. Se disfruta su entrega y expresividad en los tonos de humor y de drama, al describir las artistas, a modo de introducción a escena. El libreto, tremendamente cuidadoso y bien escrito, se adecua a su expresividad y la estética “Waddy” que ya ha establecido como una marca en los escenarios que frecuenta.
Josué Guerrero: (El Terror, Rompe Olas y Carlitín). La intervención de este artista es la gran sorpresa, en el marco un conjunto de las actuaciones para ser atesoradas esta producción que de ninguna forma debe pasar por alto.
Josué Guerrero se revela múltiple, expresivo, fresco, desacralizador y transformado integralmente, sobre todo en su primer personaje (Rompeola), en un ejemplo de lo que podría ofrecer cuando nuestro cine se decida a dejar el recato y la extrema moderación moral que lo moldea.
Su interpretación de El Terror cala profundo por lo dramático y lo actual: un paciente que ve escapar la vida por el SIDA y se sabe ante su última actuación.

Cheddy García (Bola de Fuego) muestra cuan artista es y saca su polivalencia cuando no se encuentra ante el facilismo de la cámara para hacer una comedia. Chispeante y aguda, solo con algunas deudas en las notas agudas del canto, sale bastante bien librada del encargo de hacer creíble esta bola de fuego.

Delta Soto (Sarandunga). El más noble de los retornos a las cámaras, Dueña de su personaje, con una expresión facial penetrante y un personaje al parecer diseñado para su desempeño particular, la veterana actriz rememora toda la tradición que le ha llevado al lugar cimero que ocupa. Deliciosa. Vivible. Agridulce, ella es como la historia del teatro moderno, hecha mujer en un solo haz de imagen. Ella sola paga todo el empeño de acudir al cabaret de marras.
Diomaris La Mala (Deseo). Talento que le brota por doquier, más allá de una voz portentosa y un estilo que vocal que llena todo espacio y que deja sentir una artista integral de la escena. Esta mujer supo desde siempre que lo suyo no se limitaba a la canción de restaurante en los pasillos perdidos de un Nueva York que le queda pequeño. Su historia cruel es una de las más dramáticas.
Fiume Michel Bertita). Una que sabe abrir su espacio y romper los esquemas de la estética que limita la belleza a absurdas medidas. Nada la ha detenido ni en el cine ni en el teatro. Delicioso narradora de su historia, es un ser para quedarse con él para siempre.
 
Ana Rivas (La veterana). Figura que llega para validar la tradición de un apellido de artistas y creatividad. Su rol, el más extendido en escena, la única con cinco números, fue transformación y derrota. Inolvidable.
 
Pie de foto
El camaleón y las siete puertas, (Cabaret y Circo) es uno de esos espectáculos que nunca se olvida.