Richardson Diaz

Crítica de teatro: “Acepto, lo que sea, pero contigo”.

La magia del teatro ha vuelto a tener lugar.

Ya son tantas las veces que nos convencimos, hasta ahora, de que lo presentado en tablas es ficticio y las emociones expresadas, creadas, no reales. Pero vuelve a hacernos sentir y creer…. !Caramba…. es una magia que se reditúa y nos recoloca de nuevo en su juego de emotividades!

Cuando uno se sale de la sala Ravelo con la emoción prendada en la garganta, luego de que algunas espectadoras lloraran por el discurso de imágenes y parlamentos, tras la exposición de complejos sentimientos de solidaridad, dolor, impotencia, amor superviviente y como siempre gratificando la memoria con una más de las entregas que desde las tablas del escenario, nos seducen por su impacto y nos doblegan toda actitud de indiferencia ante el arte en una de sus formas más directas y puras: el teatro.

Acepto lo que sea, pero contigo (creo que la coma que es procedente por reglas gramaticales, por alguna razón el autor no la puso) lleva al espectador que nada sabe de su trama, a pesar que se trata de una más de las muchas comedias “busca moro”, de esas que un grupo de actores y figuras de la televisión rastrean por su impacto en taquilla (generalmente en Europa, Argentina o Estados Unidos) para provocar, con vía de la necesidad de la risa, unos pesos,  bien ganados para nada más allá.

Ese título deja el mensaje de estar ante una de muchas comedias insulsas, programadas para vender boletas, exponer caderas y recrear con palabrotas.

Tenia mis dudas en torno a asistir o no a una pieza con ese título, pero decidí investigar: ¿Quién escribía? ¿Quién era el director? ¿Quiénes eran los talentos actuantes?

Al enterarme de que Vicente Santos era el director, al conocer que la pluma de la dramaturgia era Richardson Diaz y que los actuantes era Pepe Sierra y Judith Rodríguez….me dije:  “De esa combinación de trayectoria, nada cuestionable puede salir”.

A Vicente Santos le aprecio desde sus inicios, desde antes de irse a especializarse fuera del país, por su arrojo, su notoria presencia en escenario, por su selectividad para determinar los proyectos en que se involucra y por tu inteligencia selectiva.

En esta pieza, logra imprimir un color interpretativo único y coordinarlo con el resto de sus recursos artísticos y técnicos, en una muestra de buen gusto y que lo reposiciona como director, además de sus entregas como actor.

Richardson Díaz es un artista sorprendente. Un creador de concepto e intérprete actoral para cine y teatro que construye una carrera promisoria por lo que es tiempo ya de reconocerte la consistencia de su carrera. No es solo bueno en lo que hace. Producto de su formación, arraigada en su pasión por contar historias, Diaz es una expresión dramática novedosa, sorprendente y digna de ser tomada en serio.

Acepto lo que sea, pero contigo, como concepto e es un exordio inteligente y sensible a la soledad en la pareja, al drama de la salud ante sus últimas crisis, a la validez del amor vivido en concepción independiente de los formalismos sociales, al himno de lo cotidiano con sus ítems aprendidos, sus inocentes trampas de ubicación, y ya a final, a la validez del amor pasada o vivida toda tragedia. Como se expresa, un tema de serias vertientes y de interés para todo aquel ser que ama, que está solo, que vive en compañía.

Con la calidad de su concepto, Pepe Sierra, otro joven talento de la actuación y uno de los mejores del cine, desde que hizo un papel secundario en 2015, en Pueto Pa Mi, (Iván Herrera), con tan gracia que llamó la atención de la crítica y el público. Ahora entra a un proyecto de teatro en una doble condición: productor y protagonista, saliendo con los lauros del éxito porque ha logrado esa impecabilidad tan inalcanzable en una doble función tan riesgosa y exigente.

Asumió, con mucha seriedad, su papel de responsable de echar adelante el proyecto de arte como quehacer empresarial, y ha logrado coronar con éxito.

Sierra, actoralmente, es  un talento de múltiples recursos interiores y exteriores, que bien explota, Ahora como Ernesto, asume la personalidad de un enfermo terminal de una catastrófica, y se luce el movimiento corporal, la vacilación en el manejo de la voz, las expresiones faciales, la intensidad y la ternura de su interpretación.

Judith Rodríguez (Bella) vuelve a hacerlo: emanando emociones intensas y cruzadas, expresando más de una personalidad de su rol, jugando con su voz y su cuerpo, eleva al público al​ extremo de sus capacidades, que generan emotividades intensas. Extraordinaria. No hemos salido del rictus de La mujer puerca, ese soliloquio en que evidencio que lo suyo nada tiene que ver con escándalos nacidos de la chismografía corporativa mediática  o  los titulares de vida efémera, cuando ya la tenemos como una Bella que ha de permanecer viva en nuestra memoria emotiva. Judith es el arte teatral vivo.

Llama la atención, la escenografía (responsabilidad de un Jose Enrique Calvoof (de quien no sabíamos nada antes), por su capacidad de ambientación desde lo simple, basado en colores base, minimalismo y un respald​ar​ decorado de pared sencillamente inolvidable. Su manejo de los espacios, de los planos espaciales, la ductilidad de los muebles, hacen que uno se pregunte: ¿ Quién es este tipo?

La conclusión es: escénicamente, estamos en transición permanente, de una generación talentosa a otra, en un ciclo inexorable, imposible de detener, positivo y necesario.

Si tiene oportunidad de disfrutar de esta joya escénica, no se la pierda​.​

Sinopsis:  ​UUna pareja joven con  muchas ilusiones, pero que ignoran que a veces, el destino te presenta escenarios inimaginables​: enfermedad, cotidianidades y temperamentos, harán de las suyas​

Ficha Técnica

Acepto lo que sea, pero contigo

Drama con tintes de comedia

2023

República Dominicana

Dramaturgia: Richardson Diaz

Dirección: Vicente Santos

Producción: Pepe Sierra

Protagonices: Pepe Sierra (Ernesto) y Judith rodríguez (Bella)

Escenografía: Jose Enrique Calvoof

Creatividad lumínica: Ernesto López

Vestuario: V. Santos y J. E, Calvoof

Música: Alioska Michelén

Patrocinios: Caribbean Cinemas, Jumbo, Downtown Center, Lanco, Oncoserv (Servicio Oncológico Integral)

Pepe Sierra, sorprende como director: Sin zapatos no hay paraiso

El teatro tiene la capacidad de la sorpresa con cada nueva entrega de sus cargas de sensaciones, intensidades y dramaturgias. Con el horrendo titulo de Sin Zapatos no hay paraíso (que se adopta para atraer atención a partir del titulo de una telenovela de cuestionable calidad audiovisual) y que en realidad se llama Dos perdidos en una noche sucia, original del dramaturgo brasilero Plinio Marcos. lleva a una muestra de una experiencia dramática, con sarcásticos toques de humor, favorecida la función por cuatro soportes que le otorgan el don de la trascendencia: un texto rico en su garra para atrapar en firme al espectador, la dirección de Pepe Sierra, rol en que se estrena con gran acierto, y las actuaciones de Vicente Santos y Richardson Diaz, afinadas en el tenor de un mismo nivel interpretativo, sostenido en un hilo actoral mutuamente correspondido por acciones físicas, psicológicas y verbales.

Lo actoral
Vicente Santos (Tono) llena el espacio por su presencia, voz y desempeño. No es un aporte que sorprenda de Santos, uno de los actores que con mayor seriedad ha tomado el aspecto de su preparación profesional, se tomo su tiempo y sus frutos en cine y teatro, son la mejor muestra de que su disciplina ha dado mucho más de lo esperado.
Como poblador de los barrios del fondo empobrecido, condicionado a la pobreza y la luchar por sobrevivir a cada cansancio extenuante, Vicente Santos entrega una de las actuaciones para ser recordadas siempre.
Richardson Diaz (desde su propuesta física y múltiple Monologo para un autor (Casa de Teatro, septiembre de 2016, dirigido por Indiana Brito) y otras que develan su tendencia al teatro de autor, nos había impresionado, pero ahora, recibe el papel preciso, hilarante, intenso, de continuos procesos intensivos de interpretación hilarante que trasciende el efectismo, evita la sobreactuación y permite un paseo de frescura escénica.

La dirección
El montaje revela la ventaja de ser un director con una hoja en blanco, frente a su primer proyecto, para presentar sus intenciones estética trascendiendo el gusto de estar frente a público, para pasar a ser el centro pensante que determina cuanto ha de ocurrir.
Pepe Sierra muestra un desempeño como director que lo inscribe en una lista corta: la de esos seres capaces de concebir y proyecto teatral, hacerlo con criterio y desarrollarlo hasta el último aplauso, hasta la complacencia final que deja sentir que el tiempo invertido en ver su labor, ha sido compensado con creces.
La representación de un trailer abandonado como hogar de esos dos hombres marcados por la pobreza, logra su cometido.
Sin zapatos no hay paraíso se presento en Casa de Teatro, la plataforma que ha servido ya por tres generaciones al buen hacer del teatro joven, en cada una de sus épocas.

El autor
El dramaturgo, actor y psicólogo Plinio Marcos, es un autor de notable compromiso social con una producción teatral escrita en tono denuncia sobre todo durante la dictadura militar brasilera. Sus obras se han traducido, publicado y representado en francés, español, inglés y alemán. Ha ganado casi todos los premios nacionales de teatro, cine, televisión y literatura. La obra fue escrita en 1966 durante la larga noche que fue la dictadura militar de Brasil.

Juicio a una zorra equivocada : Helena de Troya

Vuelve el Teatro, de nuevo y con fuerza sorprendente,  a ejecutar su obligado  viaje de emociones, acontecimientos, ficciones y existencias.
Retorna ese teatro auténtico y difícil de manipular, esta vez a la Sala Ravelo  que sigue siendo digno escenario, amigable, cómplice e intimista, a iniciativa de un Juancito Rodríguez que supo de este montaje comercialmente cargado de riesgos y premiado por sus características estéticas y de mensaje.

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Imagen cortesía del  director y actor Luis Dantes Castillo.


Viene de nuevo ese teatro, ahora con las riendas tomadas por un joven director  (que es una realidad y no promesa de nada ni de nadie), a transitar  por la misma senda de quereres y esperanzas, del talento en sus variadas formas de expresión para ser vía y marco de vidas imaginadas o perdidas, encontradas o reconstruidas con nuevas maneras de ver lo que siempre fue tenido como versión oficial e irrefutable.
Vuelve el Teatro, con Elvira, la única al punto de que su apellido resulta accesorio,  a subvertir versiones y creencias, tomado de la mano de quienes abrazaron este quehacer escénico,  en una actitud de vida que convoca personajes reales, mitológicos, imaginados y, simplemente inexistentes, en toda dimensión.
Juicio a una Zorra, monólogo del director, actor, productos y libretista español Miguel del Arco, tiene sobre sus signos, el germen de la subversión contra las versiones tradicionalmente conocidas y que ubican a esta mujer en perspectiva de mujer de muchas camas, de entrega fácil a los placeres de la carne y  proclive a la traición de su patria. Es uno de esos montajes a los que nadie, en condiciones de hacerlo, debería obviar este encuentro de arte de primer nivel sobre un entablado que desafía con la convocatoria. La crítica al montaje en Madrid, debe ser leída.
Del Arco  produce ficción sobre ficción, con teclado de una óptica marcadamente femenina, la historia de estos hechos de la mitología  desde perspectiva de esta mujer, que para ser mejor disfrutada requiere de conocer el universo fascinante de personajes  del pasado heleno/romano. Parte de la tragedia escrita por Eurípides, Helena de Troya, montaje original pendiente en los escenarios dominicanos.
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Representación de época de la imaginada Helena de Troya. DR/Wikipedia.


La oportunidad de ver Juicio a una Zorra, permite una incursión en el universo de personajes, desde Menelao, hermano de Agamenón, embajador griego llegado a Troya para reclamar la entrega de la mujer más bella a la vista de ojos humanos; el amante y poderoso Paris (el único hombre que realmente amo la griega tenida por troyana), Tindáreo  quien eligió como marido de Helena; Antenor, anciano consejero troyano, sustentador de reflexiones verdaderas y Partenio de Nicea, testigo de los sufrimientos de amor por los que pasaron los que aspiraban al amor de Helena.
El de estos personajes La pieza se disfrutará mucho más si se tiene manejo de sus personajes: Helena, quien  hizo estallar pasiones: Menelao mató a Deífobo y a punto estuvo también de matar a Helena, pero quedó deslumbrado y enamorado de nuevo por su hermosura y la perdonó. Algunos autores antiguos cuentan que fue la propia Helena la que mató a Deífobo y que Menelao perdonó a Helena cuando vio sus pechos desnudos. Helena y Menelao fueron padres de Nicóstrato, para referir solo a partes de ellos.
El concepto
El libreto  con un  parlamento subvertidor, de esos no llamados a fascinar a todos ni a tenerse como monedita de oro, refiere a Helena, (ésa, la de Troya)  cuyo nombre que en griego  quiere decir «luz que brilla en la oscuridad»; y que para los troyanos esa sinónimo de ser “antorcha”,  a pesar de que su recuerdo pasa a la historia  más vinculado a los  epítetos “zorra”, traidora, infiel, seductora y otras lindezas del estilo.
Los valores y perspectivas gerencia Miguel del Arco, exponen la inutilidad de la guerra, la doble moral de los poderosos, la miseria que radica en sus ejecutorias motivadas o por el poder, o por la ambición o por el sexo. Buenas las contabilidades de la intención humana que se nos ha vendido tanto por medio de la culpabilización de la mujer como culpable de las muertes y desastres que ella no ha provocado. Es ése es el valor textual de montaje.
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Magnífica instantánea de Luis Dantes Castllo que captura en plenitud el desborde de expresión escénica de Elvira Taveras.


La actuación
Elvira Taveras es una marca teatral en sí misma y su vocación por hacer personajes femeninos de altos registros, contradictores de los patrones tradicionales, ha sido más que una trayectoria de coherencia estética.
Ha sido tanta y tanta la mentira vertida sobre las mujeres, que para ella ha sido misión aportar una visión que desmitifique criterios  y eleve dignidades y percepciones.
En este montaje, nos seduce por su  colorida paleta de requiebros vocales, el matiz que alcanza en sus giros del drama a la expresión cómica, fina en su sarcasmo.
Su  polifonía es rica forma de ubicar la imaginación del público ante esa nueva desafiante versión de la Helena, logrando establecer un vínculo muy firme con su público, a pesar de lo rompedor de rituales y esquemas en que se resuelve.
Esta mujer toma lugar en el mundo de la mujer retratada teatralmente, hace de su cuerpo un instrumento de efectiva comunicación, físicamente se adueña Recorre aquel entablado, con firme actitud.
director, elvira y juancito

Richardson Díaz, director, Elvira Taveras, actriz y Juancito Rodriguez, productor.


La técnica
El vestuario,( Gromcin Domínguez)  rico en  verosimilitud, acento de época, elegancia  y la efectiva  simpleza ;el diseño de las luces (Roberto de León) que destacan la protagonista de la historia al momento de sus ires y venires; el universo de sonidos (del director), el aporte de los tocados y el valor de utilería simbólica (no acreditados en el programa) ; el diseño sobrio y elegante del espacio escénico por parte de Fidel López, el maquillaje de (Francis de la Cruz); los efectos especiales (Ernesto Báez).
Juicio a una Zorra a pieza imperdible. No se atreva a vacilar.
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