Patricia Ascuasita

Por estas razones firmé pidiendo prisión domiciliaria para Mary Louise Ventura

Algunas personas me han preguntado las razones por la cuales firmé una petición solicitando prisión domiciliaria para la artista de la danza Mary Louise Ventura Garrido, acusada de asesinar a la también gloria nacional de la danza, la coreografía y la actuación. Ver mi firma en ese documento, sin el contexto a que corresponde, puede ser equívoco. Y lo comprendo

Patricia Ascuasiati no volverá ya físicamente. Los artistas como ella, no se van nunca. Quedan en quienes la conocimos y admiramos su obra y su ejemplo. Subsiste ese el olor vital y maravilloso de su trabajo y su obra artística y docente. Así debe ser cada vez que es recordada.

Mucha gente desconoce el grado de acercamiento que tengo con la Familia Ascuasiati. Es un lazo muy fuerte. No todos los detalles de las relaciones de familia se ponen en las redes sociales.

El tema es espinoso, delicado, denso de revivirlo por la inenarrable e inesperada tragedia que comporta un hecho tan lacerante y que involucra dos figuras que se han admirado por el talento artístico con que han abonado al gusto de los públicos.

Firmé  voluntariamente, el petitorio que solicita sea llevada a otras condiciones de prisión distintas que tiene hoy día.

Pero me parece necesario el contexto de mi firma.

No firmé para abogar por su inocencia y por condiciones que permitan entender el hecho inentendible, hasta donde puedo percibirlo.  Ni suscribe ese documento para exculpar. Ni para pedir privilegios luego de una sentencia definitiva. No.

No firmé para que sea libertada, que es la primera impresión que se tiene al ver la publicación y que lleva a suponer un apoyo a la acusada, que de ninguna forma es.

No conozco las razones de cada uno de los firmantes del petitorio.  Y respeto cada uno de sus motivos: amista, familiaridad, respeto. Pero tengo las mías muy claras.

No firmé para abogar por una excarcelación pura y simple, dejando ante la sociedad una estela de insatisfacción total familiar y social.

No.

¿Por qué si firmé?

1-Deseo que Mary Louise Ventura Garrido esté en condiciones adecuadas (física y mentalmente) para afrontar sus responsabilidades.

2- Porque aspiro justicia verdadera ante un hecho que nos ha hecho perder una figura del arte fundamental.

3 – Porque aspiro en un juicio se desarrolle fuera de presiones mediáticas, evitando el espectáculo luctuoso como motivo para satisfacer el morbo popular. Una persona ha muerto en condiciones inauditas y trágica y lo menos que se debe esperar es justicia.

4-Porque no creo que cambiar las condiciones de su detención ahora, implique descargo o condiciones de privilegio. Por su edad, por las condiciones en que se produjo el hecho, mantenerla en prisión ordinaria de forma que no le aseguren su existencia o estabilidad, en nada favorecerá que se establezca la verdad y se haga justicia.

4- Respeto la trayectoria de Mary Louise Ventura Garrido  como artista, a quien vi muchas veces en escena, pero mi respeto y admiración por Patricia es mucho mayor porque su obra de coreógrafa, actriz y danzante, – en mi apreciación – es superior.

5- Porque este hecho requiere de una reparación por la vía que la sociedad ha establecido para ello. No se trata ya del ojo por ojo. Hay que garantizar que el brazo de la justicia opere para sancionar un hecho que nos robo el sueno y las ilusiones de que vivíamos una sociedad más o menos civilizada.

6- Firmé para que la despedida de esta artista, no sea la de una incertidumbre judicial que no permita aclarar los hechos y ofrecer a sus familiares y a la sociedad, la enmienda posible, a sanción ejemplar, el castigo adecuado, que en ningún caso nos devolverán la energía, la capacidad artística y la sonrisa de Patricia Ascuasiati.

7- Porque cambiarle a la acusada las condiciones en que espera juicio, es un hecho completamente circunstancia y no vinculante a la sentencia final que deberá tener el caso.

8- Firmé porque deseo que este final de una vida ejemplar, al menos sea recompensada con la verdad y la pena que le corresponde, sobre todo frente a su familia. No para el público, insisto.

No estoy arrepentido de haber suscrito ese documento.

Firmé conscientemente y con claridad.

Patricia Ascuasiati no volverá ya de ninguna forma. Aun cuando los artistas como ella, no se van nunca.

Quedan en quienes la conocimos y admiramos ese el olor vital y maravilloso de su trabajo y su obra artística y docente. Así debe ser cada vez que es recordada.

Ella ha de estar cada vez que la memoria o los recursos audiovisuales permitan ver escena en la danza o el cine, es vuelta a ver o recordada.

Por eso firmé.