Instinto Femenino

Crónica de autora: Hilda Arzeno: ¿Gorda Yo?

¿Gorda Yo?  de Hilda Arzeno es un libro de singular importancia en tanto es una guía para miles de personas que en el país y fuera de él, viven con  la condición clínica y social de la obesidad, una enfermedad con la característica de que es la única en la que la sociedad se burla del paciente y nadie le reclama justicia a los perpetradores del acoso.
Arzeno fue gorda total y recorrió el camino de burlas y rechazos durante 28 años, en los que llegó a portar sobre sí misma, sus 318 libras, peleó por sus derechos a no ser clasificada o marginada.

Hilda Arzeno, a la derecha, en sus tiempos de gorda total. FUENTE EXTERNA-


Y lo hizo con entereza y en una forma que el país aún no se lo ha reconocido. Hoy tiene 175 y  se siente una mujer nueva, propugnando porque las muchas mujeres que adolecen de esa condición se den una nueva vida.
Hilda Arzeno representa para el feminismo en general y para la visión femenina de la obesidad, la voz más afinada, aguda y avanzada de cuantas se han levantado para exponer un tema innombrable: la represión social contras las mujeres gordas.
Es ella, el bastión que ha luchado contra las libras que pesan en la balanza y las que pesan imaginariamente sobre el consiente colectivo, condicionado a un peso ideal para asignarlo a cada mujer que aspire a ser aceptada sólo si el peso marca hasta determinada cantidad de kilos.
Su palabra de escritora, periodista, comercial y una motivadora en crecimiento consciente, tiene un objetivo y un tono definidos. Irreverente, atrevida, tierna y sensible, aguda en su forma de analizar fenómenos sociales a la vista de todos y todas y que son causa el invisible sufrimiento de miles de mujeres, esas, las acosadas por sus fantasmas en forma de soledad, angustia, incomprensión o libras en exceso.
Sus ideas las difunde hoy  día por su espacio radial Instinto Femenino, que difunde Neón 89.3 FM y la página www.hildaarezeno.com.
Hilda, que llegó a escribir en su libro Instinto Femenino “Mis libras son mías y solo me pesan a mí”, llegó a un punto de inflexión y decidió enfrentar su sobrepeso, se hizo intervenir quirúrgicamente mediante  la manga bariática y hoy día es una mujer con una figura nueva, y que pone su experiencia, que es  más que corporal, ideológica y cultura, para que otras mujeres se liberen del sobre peso de las muchas formas disponibles para hacerlo.

Hilda, a la derecha, en sobrepeso, antes de ser lo que es ahora como mujer y como agente de cambio.


Arzeno tiene la ventaja que, además de haber sido una gorda, una que peleaba sus ímpetus que reaccionaban ante una injustificable montaña de rechazos, escribe con hermosura y limpieza y desde unos enfoques que lo menos que merecen es atención y respeto. Es una nueva voz, una de esas que no se parecen a nadie más, en el foro de opiniones desde la condición femenina.
Ahora nos muestra el mundo interior de la mujer gorda y plantea un camino para la liberación. Ella expone lo que es un fenómeno que nadie quiere admitir y que todos practicamos de forma automática; la obesofobia, actitud que denuncia como mezquina y desmedida.
Sus reflexiones son puntillosas e inusuales:” Como todo obeso creía en la magia de los lunes, nunca iniciaba dietas, ni caminaba en un dio que no fuera el primero de la semana. La matemática del obeso es inversa: bajamos cinco y aumentamos siete. Volver a quererte es la única llave para abandonar el sobrepeso”.

Hilda Arzeno, armada del maquillaje moderno que en realidad no necesita.


Desde su primer libro, Instinto Femenino, (2010)El libro contiene setenta y cuatro artículos sobre confesiones de mujeres, que fueron publicados en uno de los blogs de inspiración femenina más interesantes u contestatarios (Instintofemenino.wordpress.com) presentados como  una colección de escritos, anécdotas y secretos sobre hombres, estereotipos femeninos y  que hablaba de lo que las propias mujeres silencian: indiscreta se apoyaba en su experiencia  con el utilitarismo masculino, su sentido previsible de satisfacer los deseos masculinos e ignorar la aspiración real de lo que ellas sienten y aspiran.

Hilda en su nuevo cuerpo. FUENTE EXTERNA


Para entonces Instinto Femenino se reveló como  producto del silencio y el dolor disimulado  por años de las mujeres, de nuestras quejas, disfrutes y dolores y fue  también el retorno triunfal de nuestros derechos, de contar las verdades de los hombres y sobre todo que ellos sepan que nuestros reclamos son asuntos exclusivamente masculinos.
Un libro trascendente, una guía práctica para crecer, un tema innombrable cuando de desmontar prejuicios y congelar campaña de un disimulado acoso social.

 
Arzeno ofrece caminos
 
de liberación: asesoría y herramientas. Es una hermosa y efectiva voz que debe ser escuchada, discutida y disfrutada. Es de gente sabia escucharla en su programa diario por Neón  y procurar su libro ¿Gorda Yo?
¿Gorda Yo?. Hilda Arzeno. Género: Ensayo testimonial; Diseño portada: Jennifer Ortiz; Diagramación: Alexandra Deschamps; Foto de portada: Iván Méndez; Auto-presentado por la autora; Impresión: Editorial Búho; Páginas: 112; Formato: Media carta (8 ½ x 5 ½ pulgadas).

Hilda Arzeno: "En Modo Varón"

Introducción: Hilda Arzeno es una joven comunicadora y escritora que nunca ha dejado de sorprendernos por su talento creativo, su visión inconformista  sobre el rol asignado tradicionalmente a  la mujer y  por su frescura  y limpieza para escribir sobre la perspectiva femenina. Nos complace tenerla desde ahora como parte del equipo productor de contenidos para esta página, compartiendo espacios con su propio portal, que recomendamos. Ella es autora del libro Instinto Femenino, que recomendamos con entusiasmo. .
Hilda Arzeno/ www.instintofemenino.wordpress.com
Recuerdo los años iniciales de mis veinte y tantos, donde acuñé una expresión muy mía y que hoy compartiré con ustedes.
Se trata de “Modo Varón”,  concepto que he usado miles de veces y que se refiere a esas etapas en la vida de las mujeres donde nos importa un carajo el sentimiento de un encuentro, donde ejercemos nuestra sexualidad por puro gusto y no porque esperamos escuchar muchos «te quiero» o  que se tengan que esbozar planes de futuro.
Con “Modo Varón” me refiero a esas etapas donde he desafiado los parámetros sociales que nos han enseñado.
No es verdad que para acostarnos con un hombre necesitamos que nos diga que nos ama, ó porque queremos ser la mujer de su vida o qué nos hable de planes de familia.
No es verdad que queremos que ellos nos llamen después de un encuentro.
No es verdad que necesitamos que ellos pregunten si hemos llegado a casa, ni siquiera queremos a veces repetir ese encuentro.
Todos esos asuntos sólo lo queremos de aquellos que elegimos para maridos o para padre de nuestros hijos.
Todas las mujeres, en algún momento, sólo hemos querido un encuentro de ganas con garras.
Muchas a veces queremos quitarnos esas ganas guardadas, pero eso no indica que necesitemos que  el hombre levante su  machismo, No todas queremos ver al mismo hombre después de un encuentro.
A los machos les han enseñado que si una mujer después de un encuentro no quiere verlo es una acto preocupantepero escúcheme bien varón, sepa usted que las mujeres también tenemos encuentro para saciarnos sin amor, para quitarnos el estrés, para disfrutarlo sin culpas.
No entiendo porque el colectivo nos ha hecho creer que el sexo es para procrear o sólo para ejercerlo con algún pendejo que este enamorado de ti.  No critico esa postura , pero todo no es blanco o negro
También existen las mujeres y las etapas donde sólo queremos su cuerpoSí, así mismo como ellos, que un día satisfacen una necesidad fisiológica, y al otro día no se acuerdan de ti; así mismo nosotras tenemos encuentros aunque socialmente a los moralistas ésto les  haga roncha.
Así he estado en muchas etapas de mi vida en Modo Varón y ¿saben qué? lo disfrutado tanto como cuando fui esposa, cuando fui novia, cuando fui amante o cuando no he tenido a nadie en mi vida como pareja.
Defiendo la libertad de sentir sin prejuicios, defiendo ese respeto por estar con otro sin compromiso, sin obligación, sin retorno obligatorio de afectos, porque me da la gana.
Y si tú eres varón deberías saber que a nosotras nos gusta el sexo tanto como a ustedes, que nosotras no somos el sexo débil, que no necesitamos atenciones después de un encuentro como si estuviéramos enfermas.
La formalidad ha sido un error social que nos han impuesto y que para mí hace que muchas relaciones fracasen, quien se quiere comprometer lo pide, lo hace y es fiel a eso, pero socialmente a veces uno no es fiel ni a uno mismo y por eso hay tantos hombres infelices con relaciones perfectas de mentiras.
Prefiero recordar esos años mientras ejercía en Modo Varón que vivir una relación de mentira con un pendejo que no me haga sentir nada, qué andemos de la mano y en la cama me sepa a nada, qué  me llame después de llegar a casa y qué de fondo quiera vociferarle «!Vete a la mierda!».
Es hora de que las mujeres aprendamos a estar con quien queremos, con quien nos hace sentir bien, porque las relaciones perfectas tienen a muchas mujeres infelices pegando cuernos con choferes, entrenadores de gimnasio, compañeros de trabajo, y hombres que hacen los mismo con sus buenas amigas, con sus secretarias, con sus empleadas.
Prefiero tener los ojos abiertos, dejar la hipocresía y la doble moral, antes que cargar las mochilas de información contaminada que nos han metido en la cabeza.
Quiero escuchar el  “te amo” cuando sea de verdad.
Quiero hacer planes de futuro cuando esté en esa sintonía, quiero que un hombre ejerza de pareja cuando lo sea.
Un encuentro de cama, no da derechos ni establece esclavitudes disimuladas .
No es más que eso un simple encuentro.