Cheddy Garcia

Cheddy…formidable talento en Una intrusa a medianoche

Hay que decirlo de forma directa y simple: De muchos actores, la gente se la limitado a consumir sus estereotipos y es justo lo que ocurre con Cheddy García (Doris), una actriz académica capaz de enfrentar cualquier personaje en cualquier género.
Ha resultado es una experiencia disfrutable encontrarla, junto a José Guillermo Cortines (Félix Sherman), en el desafío de una pieza teatral del dramaturgo norteamericano, Bill Manhoff, El búho y la gatita, transformado, para fines de mercadeo y para que los cronistas no se imaginen que es una reposición, en Una intrusa a media noche por Producciones Rafael Méndez.
El entramado textual de Una intrusa a medianoche, es la combinación y bien hilvanada en un tono , asfixiantes y silente,  mixtura de esas que se producen cuando danzan unidas la soledad, los imaginarios personales contrapuestos  y las frustradas aspiraciones personales. La pieza gira sobre la soledad de las almas, la comunicación, la ternura, amistad y el sexo no explícito ni ilustrativo. La pieza clama por la autenticidad en un mundo caracterizado por hipocresías y caretas. La obra se presenta en  la Sala Ravelo del Teatro Nacional.

El nivel que logran ambos actores, y sobre todo la Mercedes (su nombre de pila), dirigidos por el nuevo valor diferenciador de la dirección teatral  criolla, esa Indiana Brito, proporciona una experiencia y un disfrute que nadie debería perderse.
Con el montaje, el publico que cree que asistirá a una comedia simple atraído por la marca mediática a golpe de comedias cuestionables en general y programas de rating popular y poca calidad, se sorprende por la versatilidad de esta mujer inmensa, que se muestra dúctil y fluida, emanando parlamentos provocadores de admiración por su profundidad y risas por su escala de contradicciones y paradojas.

Cheddy García ratifica que es merecedora de un respeto por lo que es capaz de lograr como artista de la actuación. Ella tiene recursos de respuesta a lo ritmos intensos de sus intercambios, a lo que suma intervenciones repentistas de acuerdo a como reacciones la gente en la platea. Es mordaz, penetrante y exquisita.
García debuta en cine en 2012 por medio de un inolvidable y dramático rol de madre desesperada, de la mano de Bladimir Abud cuando hizo La lucha de Ana, una de las actuaciones de mayor respeto dramático con que se haya enfrentado, pese a lo cual los proyectos de cine que le siguieron, fueron todos en el género comedia, lo que unido a su trabajo en espacios de humor de la pantalla chica, la encasilla en la esfera de la risa y la carcajada.

Jose Guillermo Cortines es otro que demuestra que el atractivo físico o la incidencia en otros medios estelares, no son suficientes para lograr una actuación digna y memorable. Se interna en la piel de un frustrado escrito, empleaducho de librería, para dar un bucólico cuadro de desesperanza existencial en procura del gran encuentro emotivo y  el éxito literario que nunca será posible. Hay que aplaudirle con entusiasmo por los giros de drama y humor con que hizo al Sr.Sherman.
Lo que el dramaturgo Bill Manhoff concibe es el irónico e inesperado encuentro de dos temperamentos y experiencias de vida completamente distintos, tanto que la tensión entre ellos es continua y desesperante., y que fuera llevada al cine por Herber Rossa, con los protagónicos de Barbra Streisand y George Segal , 1970, logrando una enorme acogida de público y critica. Eran los tiempos de las grandes comedias norteamericanas erigidas sobre una plataforma de seductora inteligencia.
Raúl Méndez, el productor puertorriqueño que ya tiene cerca de 30 años montando obras comerciales y de calidad, se anota un punto brillante al concebir este montaje por los talentos que lo han acometido. Los trabajos más recientes de Méndez son  “El Test” y “Yo amo a Shirley Valentine”.
Se puede ver este domingo a las seis de la tarde en  Sala Ravelo del Teatro Nacional y probablemente el próximo fin de semana.
Sinopsis
Doris, una exprostituta que quiere ser actriz, irrumpe en medio de la noche en casa de Félix, un escritor neurótico y reprimido, que ha provocado que la echen de su apartamento alquilado, lo que inicia una extraña relación de amor-odio, donde el fracaso y la lucha por aceptarse a uno mismo, se intensifica en dos personajes perdidos, de mundos diferentes.

Juanita, drama que supera los vientos de la Navidad

Juanita llega a los cines este 25 de diciembre a liberar risas y liberar de los fantasmas del prejuicio, al cine dominicano. La obra dirigida por Leticia Tonos Paniagua, a nuestro juicio la directora líder de nuestra industria, comporta una trascendencia fundamental: demuestra que podemos plasmas historias valientes y dignas, con calidad superior, mantener un potencial atractivo para el publico general y cumplir las condiciones que demanda una critica sin pelos en la lengua  dispuesta a decir que es bueno, solo lo que lo es.

Juanita no es una comedia con tonos dramáticos. Es un drama humano con tonalidades de comedia, tremendamente bien logrados, sobre todo gracias al guion que plantea Leticia Tonos y a que Juan Carlos Campos Sagaseta (Koldo), poeta y dramaturgo vasco al que la directora acude para configurar una trama  muy superior a la que cuenta  en cada Navidad Milly Quezada,  escrita por la colombiana Esther Forero.
Leticia Tonos (La hija natural, 2011, Cristo Rey, 2015) vuelve a mostrar su respeto por el cine de contenido, su aguda forma de presentación de las historias y su selectividad para tener en pantalla los talentos necesarios. Es, sin duda, parte del circulo elite de notables directoras nacionales de cine, en que figuran Laura Amelia Guzmán, Natalia Cabral, Johanne Gómez.

El proyecto no trae a Juanita desde Nueva York, destino que cambia por el tranquilo municipio de Chinchón, en el sureste de la Comunidad de Madrid.  Allí se encuentran Mariano, (Tito Valverde), agreste campesino cultivador de Olivos, con Juanita.
Actuaciones
Tito Valverde, reconocido actor español galardonado por sus papeles en (“Pepa y Pepe” y “Todos los hombres son iguales” y la serie española El Comisario) ofrece una actuación impecable e intensa, por su imagen y la grave voz en que la desarrolla. Le aporta valor al trabajo de conjunto.
Juanita tiene la virtud de ser marco para el despliegue de talentos que regularmente hacen papeles muy secundarios, aportando novedad y sorpresa.
Cheddy vuelve a mostrar que no es solo un talento humorístico. Es una profesional de la actuación y su rendimiento dramático en Juanita, es uno de los valores más importantes.

Ruth Emeterio logra su mejor actuación hasta el momento. Dúctil, convincente y  efectivamente sensual mulata, una señora actriz que exhibe  su calidad proveniente de una rica experiencia teatral.
Carrasaf Sánchez tiene  en Juanita su gran papel en cine superando los roles estereotipados de delincuente y tipo malo, que le habían asignado antes. Es un tipo de actuante que puede dar lo que un buen director o directora, le pida.
Sorprende la calidad y la seriedad con que se desempeña Ernesto Santana (hijo en el filme de Juanita). Tiene una fuerza expresiva en el rostro, que hace innecesaria verbalizar nada. Tiene mucho futuro si es debidamente aprovechado por otros directores.
Hay un tratamiento del humor inteligente, sutil, agudo y sin forzar situaciones físicas, en uno de sus logros más resaltantes como comedia.
Juanita debe ser una cita obligada en Navidad  y una excelente referencia de nuestro cine.

Ficha técnica
Título: Juanita
Directora: Leticia Tonos Paniagua
Países: España y RD
Ano: 2018
Guionistas: Leticia Tonos y Juan Carlos (Koldo) Campos Sagaseta
Productores: Leticia Tonos Paniagua, Albero Esteban, Juan Carlos Gómez
Director de fotografía: Luis Enrique Carrión
Distribuidor: Caribbean Films Distribution
Género: Drama, Comedia (Dramedy)
Idioma: Castellano
Duración: 90 minutos
Producción: Línea Espiral SRL y Albero
Elenco: Cheddy García (Juanita), Tito Valverde (Mariano), Carasaf Sánchez (Jairo), Milly Quezada (Doña Socorro), Ruth Emeterio (Sayonara), Smerlyn Navarro y Ernesto Santana.
Sinopsis: Juanita, una ingeniosa inmigrante dominicana que regresa en Navidad a su país, luego de vivir años en España. La acompaña Mariano, aparentemente tosco agricultor español de los Olivos.  Ambos se aferran uno a otro y  buscarán sobrevivir a condiciones familiares complejas en Santo Domingo.