El homenaje póstumo, anoche en Fine Art´s de Novo Centro, al más radical, documentad y auténtico de nuestros críticos de cine, (solo comparable sólo a Arturo Rodríguez, aun cuando son estilos claramente diferenciados) fue un ceremonial penetrante y poético a un maestro que seguirá viviendo por medio de su obra escritural, en cine haciendo justicia o vengándose de lo que la pantalla proyecta o como narrador breve con sus cuentos (el género que mejor dominó siempre) o en la literatura de largo esfuerzo que aportó novelas que en lo adelante es cuando se les valorará realmente en su valor como ficción trascendente. Este es su blog.
Organizado por el colectivo Cinemaforum, autorizado por la familia y respaldado por la logística de instituciones que, como la Asociación de Industrias, la Dirección General de Cine y otras se unieron al reconocimiento, el acto fue hermoso y con intervenciones precisas, las necesarias y que se inició a las 7:30 en punto con la exactitud que tenía Armando Almánzar.
La presentación del acto estuvo a cargo de Marc Mejía y Hugo Pagan Soto, de Cinemaforum, que agradecieron la confianza de la familia del escritor y presentaron a Vera Lucía Crespo, nieta, en una intervención que vio quebrada su voz al describir como era el abuelo.
Se continuó con un audiovisual de Luis Martín Gómez, (en base a las entrevistas que le hizo para su programa cultural La Yola Yelow), con un tremendamente bien manejado sentido sarcástico del humor -parte de una química que ambos construyeron durante años de relación-, sobre todo en la introducción en pantalla.
Siguió Alberto Perdomo, el amigo de más años en conocerlo y quien describió como se inició de crítico de cine, y como era cuando la calle El Conde, era el centro cultural de la ciudad y como inició la crítica de arte profesional en la República Dominicana. Perdomo terminó con una frase que hizo llorar a más de una persona.
Teo Terrero y Yanela Hernández hicieron una lectura dramática de su emblemático cuento El Gato para cerrar con la tremendamente bien escrita intervención de la productora, una participación que permitió vivir la escritura creativa de Almánzar.
Carmen Imbert Brugal, directora del Matutino Alternativo, medio para el cual Almánzar sirvió durante 24 años, comentando las películas nacionales e internacionales presentó una pieza fue tierna, poética y con una descrpción precisa de su temperamento junto a una valoración de su literatura.
Entre las instituciones que estuvieron representadas estaban la Dirección General de Cine, Caribbean Cinemas, Palacio del Cine, Acroarte, Colegio Dominicano de Periodista, Adompretur, la Asociación de Industrias de RD, los Estudios Quitasueño, revista Cineasta, la revista Movie Clic, productores de cine, directores, actores y actrices entre muchas otras entidades y personalidades.
Al final del encuentro, se obsequió a los asistentes con libros de cuentos y novelas del autor fenecido. Una idea que se sugirió entre sus amigos, es editar sus críticas de cine, ordenadas por tema, género, directores y épocas.
Armando Almánzar, cuentista, novelista y crítico de cine, Premio Nacional de Literatura 2012, constituye un referente de la literatura de ficción.