Hay artistas a los cuales les importa solo el vínculo vital con su arte. Y nada más.
Aquiles Azar, odontólogo de prestigio y demandante clientela, profesor universitario, poeta y -sobre todo- dibujante, ese sutil arte de crear belleza y recrear la vida a partir de la conjunción con del carboncillo, el pincel o el uso de los dedos para crear sombras o siluetas. Seguir leyendo…