Por Danilo Manera (*)
Marcio Veloz Maggiolo tenía una profunda conexión con Italia: era bisnieto de Bartolomeo Maggiolo Pellerano (1825-1878), natural de Génova, que llegó al país junto con su tío materno Giovanni Battista Pellerano Costa (1806-1880) y con el hijo de este, su primo y coetáneo, Vincenzo Benedetto Pellerano Costa (1825-1893), quien casó en Santo Domingo con María de Belén Alfau Sánchez y fue padre del ilustre Arturo Pellerano Alfau, fundador del periódico dominicano “Listín Diario”, en 1889.
En los levantamientos de 1844, dos genoveses se unieron a las fuerzas independentistas: Giovanni Battista Cambiaso y Giovanni Battista Maggiolo, quienes aportaron sus barcos y sus hombres a la causa de los dominicanos.
Este Maggiolo perdió el barco “María Luisa” en la guerra y, a pesar de su contrato con el Estado, nunca reclamó el reembolso de las pérdidas sufridas.
En 1856, Giovanni Battista Maggiolo retornó a Génova pero luego sus hijos hicieron el viaje de regreso para así establecerse, de forma permanente, en Santo Domingo.
Marcio Veloz Maggiolo hablaba italiano, estuvo de Embajador en Italia, aquí le publicaron varias obras tanto científicas como literarias, dictó conferencias y recibió reconocimientos.
En 2001, visitó Génova y le recibieron en el ayuntamiento enseñándole los documentos de sus antepasados, sacados de los archivos más remotos.
Hoy lleva su nombre la “Cátedra Marcio Veloz Maggiolo” en la Universidad de Milán, dedicada a los estudios dominicanos en Italia.
Don Marcio conocía muy bien los lazos entre República Dominicana e Italia, y como curiosidad siempre recordaba este: “los dominicanos somos herederos de una tradición que como la de La Befana, se quedó entre nosotros nadie sabe cuando, y que todavía vive entre la gente más pobre del país.
En la República Dominicana se llama La Vieja Belén, una befana tropicalizada que no existe ni en Cuba, ni en Puerto Rico. Cuando pasan los reyes magos y no nos dejan juguetes, la esperanza se centra en que la Vieja Belén, pobre y bondadosa, vendrá con un saco al hombro a reparar las fallas de los magos de oriente”.
(*) El autor es catedrático de la Universidad de Milán y quien propuso hace años la creación de la cátedra Marcio Veloz Maggiolo en esa casa de estudios.