En un enero marcadamente fílmico, gracias la I Quincena del Cine, a la que ha convocado la Dirección General de Cine y que ha servido para anunciar, casi simultáneamente, las nominaciones de dos premios de cine: La Silla, de la Asociación Dominicana de Profesionales del Cine (ADOCINE) y el Primero de la Crítica, galardones que tienen entre sí, seis coincidencias y tres diferencias.
Coincidencias
La primera: ambos galardones comparten un mismo objetivo: el cine y la necesidad de reconocimiento de los proyectos y de quienes las realizaron.
La segunda: ambas premiaciones provienen de instituciones vinculadas a la industria de cine, como no podía ser de otra forma, dado el poder del conocimiento.
La tercera: el método que conduce al premio: nominaciones por categorías y para, de entre ellas, elegir películas y talentos ganan.
La cuarta es de orden institucional: ambos premios forman parte de un evento sombrilla, la I Quincena del CineRD, que auspicia la Dirección General de Cine.
La quinta: ninguno de los dos premios, tiene apoyo directo o indirecto de los sectores privados de la industria (productores, distribuidores, exhibidores, suplidores), lo que éticamente podría crear directa o indirectamente, nexos o correlaciones para favorecer proyectos fílmicos correspondientes a los intereses de los patrocinadores.
En el caso de ADOPRESCI, son patrocinadores son el organismo rector gubernamental, la DGCINE y las empresas privadas Logomarca, Editora Búho y el estudio de Post Producción La Nave.
La sexta: el reconocimiento al documental como género que inscribió grandes títulos al cine local. al coincidir plenamente en tres de ellos (Isla de Plástico, Cacú, un cambio por la vida (Marvin del Cid) y 1984 El otro abril (Reyvin Jáquez), con la única diferencia de que ADOCINE nomina Gilbert, héroe de dos pueblos (Señales TV) al contar con mayor numero de casillas de nominación.
Divergencias
La primera diferencia: el criterio.
ADOCINE parte de la necesidad de reconocimiento de la industria y que ofrece a los técnicos y talentos del cine, el chance de votar por si mismos en sus áreas de trabajo, lo que no es ilegitimo y que, al contrario, es altamente positivo y normalmente marcado por un sentido de justicia modelo que tiene expresión internacional en los Premios Oscar.
Los críticos de cine reconocen, desde fuera del quehacer del cine como esfera de trabajo, la calidad de obras objeto de análisis. Justos o injustos, se caracterizan por ser una voz exterior a la industria.
La segunda: el universo a premiar:
ADOCINE presenta una relación de 25 categorías (ha incluido ahora cuatro nuevas – dirección de casting, dirección de cine de la Diáspora, cortometraje y diseño de cartel, con cinco nominaciones cada una, lo que lleva las postulaciones a 125.
ADOPRESCI, en cambio, es mucho más medida en nominar solo tres películas o talentos en cada una de sus ocho categorías y establecer sus categorías, por lo que nomina solo tres películas, o tres actores, o tres directores, por renglón para un total de 40 propuestas. Es un criterio incluso elitista, que asumo en tanto soy parte de ADOPRESCI.
La tercera: la ausencia de la comedia. sobre todo, en las categorías fundamentales (Mejor película, mejor director, mejor actor, mejor actriz, y mejor guion). ADOPRESCI no incluye ninguna comedia, pero no por ser comedias, sino por no reunir las condiciones que. – a su juicio- se requiere para incluirlas.
ADOCINE, limita el género casi exclusivamente a los renglones técnicos (diseño de sonido, efectos especiales y otros similares), lo que no deja de ser, de parte de ambas instituciones, un mensaje que alguien debería recibir. La comedia es el musculo de la industria. Este género mueve e 85 % de la gente que va al cine y no todas son iguales en sus estándares, pero en estas nominaciones no se hizo eco de estos matices,
Ambos premios tratan de satisfacer esa necesidad de reconocimiento del talento en el cine, procediendo con sus métodos y criterios diferenciados en sus veredictos.