Una joven profesional denuncia que en la discoteca The London Box, de la avenida Abraham Lincoln, se le negó el acceso bajo el alegato del personal de seguridad en la portería de que “no tenía cara, ni color de que vas a consumir”.
The London Box nocturno emitió un comunicado en que niega los hechos, sostiene que la joven llego en una actitud altanera, y que incluso pidio excusas al seguridad de la portería que la detuvo.
Dice The London Box, que tiene grabadas las escenas del incidente y se queja de que el incidente es un show mediatizo llevado al extremo. AQUI DECLARACIONES DE LA EMPRESA.
El video de Estefania Placido para la red social Instagram, sobre supuesto discrimen racial en su contra al negarle acceso a la discoteca The London Box.
Estefanía Placido dijo que acudió sola al establecimiento invitada a un cumpleaños de una persona de su afecto, y que al presentar su identificación al portero, este le dijo que era “el tipo de persona que no viene a consumir” a lo que ella le solicito el menú para pedir desde la puerta. No fue complacida por el portero, indica Placido en su denuncia.
Este periodista se ha comunicado con la discoteca por medio de sus redes sociales, solicitando una reacción que hasta el momento no se ha producido. La empresa de diversión nocturna tiene el contacto de este comunicador.
Resulta extrano que la discoteca exhiba una actitud de discrimen contra los negros ya que tienen anunciada una presentación de un artista negro, el urbano Arcángel, en una función el 15 de diciembre, anunciada en su pagina de Facebook:
A continuación, su relato:
“Este viernes 15 de junio del 2018, fui discriminada. No es la primera ni la última vez, pero pasó. A las 100 y pico de personas que me han respondido la historia y dicho «a mi amiga tal le pasó tal cosa» les invito a LEVANTAR SU VOZ.
Yo titulé el capítulo como: «Estefanía necesita a un hombre blanco que la represente» por una razón. La historia completa es la siguiente…
- Llegué a The London Box @londonboxdr (sola) y me pongo en fila para entregar mi identificación. El portero ni se dignó a tomarla, me miró de arriba a abajo y dijo «tú no tienes cara de que vas a consumir». Perfecto, se entiende, muchos sitios no te dejan entrar a menos que asegures un consumo.
- Procedo a decirle «búscame un menú» que yo pido desde ahora (“Esta que ta’ aquí no tenía interés de durar más ahí, yo simplemente quería estar con mi amiga en su cumpleaños”).
El portero me dice QUE NO. Indica que eso no es así, me mira de arriba a abajo y pasa nuevamente otra rubia frente a mi (ojo, nada en contra de las rubias, no me descontextualicen).
- Volviendo al punto, duré como 15 minutos hablando batata con el portero hasta que deja pasar a una niña de 17 años, porque «casi va a cumplir los 18» con su compañero de 26 años que llegó en un Audi. A esa, no la pararon. No había necesidad. ¿Verdad? El problema fue cuando repitió la frase con un agregado «No tienes ni cara ni color de que vas a consumir». Ahí exploté.
- No obstante, Estefanía (Eta que ta’ aquí) se está haciendo pipí. Necesito ir a un baño, YA. Me voy, bajo al parqueo pregunto que quién tiene la llave del baño… me dicen que arriba en la discoteca (WHAT?) en fin… Parada al lado del Valet parking, le cuento lo que me sucedió y me dice «Pero eso es racismo» y me lo dice de una forma tan inocente como si eso fuera algo nuevo, como si le sorprendiera. Yo procedo a explicarle y tratar de hacerlo entender, a mi lado hay un joven, con su novia que acababa de salir de la discoteca. Él me escuchó y me dice «no puede ser» yo procedo, nuevamente, a hacer la historia.
- Estefanía loca por ir al baño, haciendo la historia por 4ta vez, el muchacho coge y me dice «ven que te voy a entrar» y yo le digo que no… que mejor para mí no entrar. Luego dije, déjame ver QUÉ el va hacer aquí viene la parte 2 del asunto:
—- Me toma de la mano como si fuera su novia, nos pusimos en fila, lo dejan entrar, me deja afuera. El portero dice que YO tengo que pedirle perdón. Porque YO le falté al respeto. A lo que Estefanía le dice «Sí sí, perdón» subo, voy al baño, bajo, me c…. en el portero y me voy. Estoy consciente de que existe la posibilidad de que no sea culpa de él, de que A LO MEJOR son órdenes que recibe y las ejecuta, ser selectivos en su público y POR ESO, me quejo.
NO SÉ si fue decisión de él un o simplemente es un sitio elitista, racista, que se beneficia de dar esa imagen BLANCA al público.
En el CARIBE, donde somos to’ MESTIZOS MECLAOS, conozco muchos sitios así, demasiados para ser sincera… y sé que NO SOY LA ÚNICA Y TAMBIÉN A GENTE BLANCA COMO LA LECHE LAS DEJAN AFUERA, yo NO acudo con frecuencia estos lugares, PERO EL PORTERO ME IRRESPETÓ.
Entiendo que es una estrategia mercadológica, sí, de que lo que llama la atención son las popis y niñas de papi-mami, y no voy a entrar en una crítica, ni al estilo de vida o disfrute del otro, aquí solo quiero hablar de que DEBERÍAN DE PENALIZAR LA DISCRIMINACIÓN.
Trabajo en un centro en donde justamente, con quienes trabajo son con poblaciones clave (Comunidad LGBTQI, Trabajadoras sexuales, Mujeres abusadas, Inmigrantes, Pacientes VIH-Sida, etc).
¿Y adivinen qué? TODOS somos víctimas de discriminación en algún momento.
En mi caso, por varios factores (hablemos de multi/discrimación)… MUJER, NEGRA, CON AFRO, GORDA y SIN UN HOMBRE A SU LADO. Les invito a hacer conciencia.
Culmino aquí, no porque no tenga más que decir, pero porque creo que las voces de muchos hacen más eco que una sola haciendo ruido y ya muchos están moviéndose.
Gracias, si llegaste aquí y leíste todo, gracias por compartir, dar tu queja, comentar, escuchar”.
Chaito. Estefania Placido