El sábado 9 de noviembre, en el Colegio Dominicano de Periodistas (CDP) a las 4 pm. Y a las siete de la noche en el Museo de Arte Moderno, se presenta Germán Castro Caycedo, mi padre, de Catalina Castro Blanchet
Los libros cuentas historias.
Ese es su papel.
Contar historias, estimular, educar e inspirar.
En la Feria Internacional del Libro 2024 habrá más de 130 puestas en circulación y presentaciones de libros está a punto de iniciar con una cantidad de ofertas culturales y sobre todo literarias dignas de ser aprovechadas.
De entre ellas, llega la biografía de Germán Castro Caycedo, mi padre, escrito por su hija Catalina Castro Blanchet. Gracias a las gestiones de la Embajada de Colombia en el país, el público dominicano tendrá oportunidad de conocer tanto al libro como a su autora. La página web de Germán Castro Caycedo
El libro fue publicado por Editorial Planeta (2024) ha publicado este libro mediante el cual Catalina Castro Blanchet, hija del reconocido cronista, le rinde un homenaje y comparte los pormenores de su obra.
El texto de 720 páginas fue realizado con intensa emotividad y una sólida revisión archivística, da a conocer el pensamiento de un hombre que hizo del periodismo un formidable instrumento para entender las gentes, la cultura, la idiosincrasia y los problemas de un país tan complejo y diverso como el nuestro.
Castro Caycedo fue un periodista y cronista colombiano, reconocido por abordar temáticas que giraban en torno a la realidad colombiana, bajo los parámetros de la identidad cultural y sus fenómenos sociales y económicos.
Falleció 15 de julio de 2021, en Bogotá, Colombia, finalizando la existencia de un profesional que estableció notables precedentes: fue el responsable de sacar las cámaras de televisión de Bogotá para recorrer montanas y valles lejanos, a fin de entrevistar pobladores anodinos que de ninguna otra forma serian escuchados a nivel nacional. Fue para el programa Enviado Especial que mantuvo durante 22 años para la televisión nacional colombiana.
Entrevistó a reconocidas figuras nacionales, desde Gabriel García Márquez hasta Pablo Escobar. Escribió 22 libros de crónicas de sus reportes periodísticos que establecieron récords de venta. Era la figura periodística más respetada de su Colombia amada.
Su hija, Catalina Castro Blanchet, arquitecta de profesión, fue entrevistada para El Nacional y Acento, produciendo declaraciones que reproducimos a continuación:
¿Qué representa su libro Germán Castro Caycedo, mi padre?
Este libro es ante todo una promesa cumplida a mi padre en su lecho de muerte. Comenzamos a trabajar en este proyecto con mi esposo, francés, hace doce años. Él, como yo, aprendimos a conocer y a amar a Colombia a través de las historias de mi padre.
Me pareció muy importante dejar plasmado en un libro su legado, como periodista, como ser humano, como papá. Su trabajo honesto e independiente, su amor por el país y su manera responsable de ejercer son la esencia de su trabajo profesional durante seis décadas.
Los dos años precedentes a su muerte, trabajé de lleno con él en la investigación. Lastimosamente nos dejó de manera sorpresiva, y debí abordar la escritura en solitario, traspasando todos los obstáculos: el largo trecho que quedaba de investigación, el duelo y la escritura misma, pues soy arquitecta.
Habría sido imposible llegar a puerto, sin la invaluable ayuda de mi madre quien, así como lo hizo con cada uno de los libros de Germán, fue pilar, correctora, y aliciente.
También agradezco infinitamente el acompañamiento permanente de mis editores Viviana Castiblanco y Andrés Grillo y a editorial Planeta por haber creído en mí, cuando este bebé era a penas un proyecto en mi mente.
¿Podría describir la personalidad de su padre en: plano familiar y profesional y su obra, su influencia y los géneros en que incidió?
Muy difícil contestar en unas pocas líneas. Creo que es un trozo de lo que quedó plasmado en el libro. Parte de lo que me llevó a escribirlo fue que, ya siendo adulta, madre y viviendo fuera del país, logré poner a mi padre en sus dos dimensiones por separado: el papá y el periodista. En el fondo es el mismo ser humano, sensible, que lleva a Colombia en las venas, con un gran sentido de compromiso y responsabilidad social.
Era un ser que se le midió a todos los temas, desde todos los ángulos, desde la guerra de esta patria, hasta la Colombia profunda, pasando por la ecología, los escándalos del mismo Estado y la búsqueda de la paz desde el oficio.
Era comprometido, con un gran sentido del humor, con un sentido estético que respiraba por cada poro de su piel, desde lo físico hasta la escritura. Era un Dandy y a la vez era el pueblo llano, que goza, que se mete hasta lo más profundo de las selvas o las llanuras, o hasta lo más alto de las cumbres andinas para desentrañar historias.
Como padre fue un ser único, no creo que haya dos iguales. Tuve la fortuna de tener una estrecha relación con él, basada en comunicaciones verbales, en telepatías y silencios, en corazonadas y una tradición epistolar que él inicio el día de mi nacimiento. Lo acompañé a muchos de sus viajes por este país de contrastes, y gracias a eso, me inculcó el amor por Colombia. A pesar de sus travesías constantes, siempre estuvo presente. Gracias a mis padres, soy quien soy y amo mi país como amo, con dolor, alegría y compromiso.
¿En qué áreas de la comunicación, fue precursor?
Mi padre encontró muy joven su vocación, a los 16 años. No pisó una facultad de periodismo, porque forjó su formación, primero leyendo a los grandes cronistas en los diarios El Tiempo y El Espectador. Sus maestros fueron Germán Pinzón, Marco Tulio Rodríguez, los hermanos De Castro, entre otros.
También los cronistas de Indias que llegaron a esta América hispana en el siglo XVI. Luego comprendió, ya en el campo, que debía conocer antropológicamente nuestro país, compuesto, decía, por nueve naciones culturales diferentes.
Entonces cursó dos semestres de antropología en la Universidad Nacional, y se acercó y se apoyó muchísimo a lo largo de su ejercicio del periodismo en varios antropólogos colombianos.
No siguió lo académico pues necesitaba “contarle al común de la gente de manera sencilla todo lo que este país ofrece, lo bueno y lo malo”.
Fue en el terreno, durante casi seis décadas, que perfeccionó su propia metodología. Comenzó como comentarista taurino en radio, luego fue corresponsal de El Ruedo de Madrid. En prensa escrita incursionó en la revista deportiva Deporte Grafico y luego en el diario la República. Mas adelante se destacó como cronista en el diario El Tiempo durante ocho años.
Allí soñó con mostrar el país a los colombianos, haciendo la misma crónica que en la prensa, pero en la televisión.
Su programa Enviado Especial se mantuvo 18 años al aire, fue el primero en sacar las cámaras de estudio y en ahondar en una diversidad de temas, desde mostrar la Colombia profunda, hasta entrevistas controversiales a todo el espectro de personajes actores en Colombia: guerrilleros, paramilitares, militares, políticos, narcotraficantes y gente del común.
Dejó una obra de no ficción de 26 libros, que desentrañaron cantidad de historias, y que alertaron sobre muchos de los problemas de nuestra tierra. Su visión y trabajo, se sigue destacando hoy, pues la mayoría de los temas que tocó siguen tan vigentes como ayer.
Fue pionero con un método muy propio, con una independencia que defendió a capa y espada, muchas veces incluso arriesgando su vida. Todos los actores, de todos los bandos, aceptaron siempre sus entrevistas, pues lo respetaban por su ética y por su manera transparente de ejercer.
Hoy en día, aun después de su muerte, e incluso entre las nuevas generaciones, es uno de los periodistas colombianos más reconocidos, leídos y admirados en Colombia.
¿Podría ofrecer unas palabras de motivación al pueblo lector dominicano para que descubra la vida y obra de Germán Castro Caycedo?
Mi ilusión es que este libro se lea como muchos viajes. Es un viaje por la historia reciente de Colombia, por sus tierras y culturas y con todos sus claroscuros, es un viaje por la vida de mi padre, por los temas que abordó y la manera en la que se acercó a sus personajes y persiguió sus historias.
Es un viaje por el tras bambalinas de su trabajo, un viaje por la personalidad y la vida de un hombre con sus certezas e incertidumbres, un viaje por la relación de un padre y una hija, por mi duelo.
Creo que el libro es muy completo entre lo humano, lo heroico, la investigación y lo histórico.
¿Puede servir, y por qué, el ejemplo de la obra periodística de su padre, a los periodistas latinoamericanos y del Caribe?
A pesar de que mi padre abordó muchos temas muy locales, a través de las 711 páginas del libro, quedó plasmado lo que yo llamo “el método Germán Castro Caycedo”.
Un método que, como ya mencioné, inventó él, como autodidacta, y al que fue fiel durante todo su ejercicio profesional. Es una metodología atemporal, y casi sistemática, y puede aplicarse en cualquier país, en cualquier continente.
Así que, si logro calar en la formación de los nuevos periodistas con este solo aspecto, que no es el único del libro, creo que cumplí parte de mi misión.
Por eso ha sido tan grato para mí las diversas invitaciones a las facultades de periodismo, en Colombia y en República Dominicana, en donde me he concentrado en este punto.
Como reconocimiento al trabajo de mi padre, he decidido que parte de las regalías de mi libro, serán donadas a la Fundación para la Libertad de Prensa en Colombia.
¿Unas palabras de despedida?
Estoy llena de emoción por llegar a República Dominicana y espero contar con su público tanto el general como a los periodistas dominicanos. Espero verles a todos.