Para esta medida se tomó en consideración la evolución reciente del entorno internacional, particularmente las expectativas de que las tasas de interés externas se mantendrían elevadas por un tiempo mayor al previsto y el incremento de los precios de las materias primas y del costo de transporte de mercancías debido a los conflictos geopolíticos y a factores climáticos. Asimismo, se ponderó la recuperación que ha estado registrando la economía nacional y la aceleración del crédito privado, en un contexto en el cual la inflación se encuentra dentro del rango meta de 4.0 % ± 1.0 %.

La tasa de política monetaria (TPM), es la tasa de interés objetivo para las operaciones interbancarias que el banco central procura lograr mediante sus instrumentos de política monetaria: operaciones de mercado abierto, facilidades de crédito y depósito.

En efecto, la inflación interanual ha disminuido significativamente, cerrando el año 2023 en 3.57 %, por debajo del valor central del rango meta, como resultado de las políticas monetaria y fiscal implementadas. De igual forma, la inflación subyacente, que excluye los precios de los componentes más volátiles de la canasta como los combustibles y algunos alimentos, mantiene la tendencia a la baja, ubicándose en 4.32 % al cierre de diciembre de 2023. Los modelos de pronósticos del BCRD señalan que la inflación se mantendría dentro del rango meta de 4.0 % ± 1.0 % durante el año 2024, en un escenario activo de política monetaria.

En este contexto de bajas presiones inflacionarias, el Banco Central ha reducido su TPM en 150 puntos básicos de forma acumulada desde su reunión del mes de mayo. Estas medidas se han complementado con un programa de provisión de liquidez a través de los intermediarios financieros, que han canalizado préstamos por unos RD$190 mil millones a los sectores productivos, a las micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYMES) y a los hogares a tasas de interés de hasta 9 % anual.

El plan de estímulo monetario ha logrado acelerar el mecanismo de transmisión de la política monetaria; dinamizando el crédito privado en moneda nacional, que crece en torno al 21 % interanual, y contribuyendo a la reactivación económica luego de la ralentización de la demanda interna durante el primer semestre de 2023.

En Estados Unidos de América (EUA), la actividad económica ha sido más resiliente de lo previsto, con un crecimiento de 2.5 % en 2023 y un mercado laboral que se mantiene en pleno empleo.

Mientras, la inflación se ha reducido a 3.4 % en diciembre de 2023, aunque sigue siendo superior a su objetivo de 2.0%. Ante este escenario, la Reserva Federal (Fed) mantuvo la tasa de fondos federales sin cambios en enero de 2024 y existe incertidumbre sobre cuándo la Fed comenzaría a reducir su tasa de interés de referencia.

En la Zona Euro (ZE), la economía presentó un crecimiento de 0.5 % en 2023, afectada por la guerra entre Rusia y Ucrania que ha influido en condiciones recesivas en algunas de sus principales economías. En tanto, la inflación interanual de la ZE se ha moderado hasta 2.9 % en diciembre, si bien aún se encuentra por encima de su meta de 2.0%. En esta coyuntura, el Banco Central Europeo (BCE) mantuvo sin cambios su tasa de referencia en enero de 2024 y se prevé que inicie el ciclo de reducciones para mediados del presente año.

 

En América Latina (AL), la inflación ha mantenido su tendencia a la baja, retornando al rango meta en la mayoría de los países de la región con esquemas de metas de inflación. Como resultado, casi todos los bancos centrales han reducido sus tasas de interés de política monetaria durante los últimos meses, incluyendo a Costa Rica (disminución acumulada de 325 puntos básicos), Chile (300), Uruguay (250), Brasil (200), Paraguay (200), República Dominicana (150), Perú (125) y Colombia (50).

En cuanto a las materias primas, el precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) ha incrementado a inicios del presente año hasta ubicarse en torno a US$76 dólares por barril al cierre del mes, en un contexto de menor producción y tensiones geopolíticas. De igual forma, el costo de transporte de fletes ha aumentado de manera importante en las últimas semanas, ante los conflictos geopolíticos en el Medio Oriente y los factores climáticos que están afectando rutas importantes para el comercio mundial de mercancías.

En el ámbito nacional, la economía dominicana continúa su proceso de recuperación hacia su ritmo potencial, con una expansión del indicador mensual de la actividad económica (IMAE) de 4.7 % interanual en el mes de diciembre, contribuyendo a un crecimiento de 2.4 % durante el año 2023. El resultado del mes de diciembre reflejó el dinamismo del sector de hoteles, bares y restaurantes, así como el mejor desempeño de los sectores construcción, manufacturas de zonas francas, agropecuario y servicios financieros.

Hacia adelante, se espera que el estímulo monetario y la mayor inversión pública sigan contribuyendo a dinamizar la actividad económica hacia su crecimiento potencial de 5 % durante el 2024, que sería una de las expansiones más altas de la región durante el presente año, según organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y Consensus Forecast.

Por otro lado, el buen desempeño de las actividades generadoras de divisas durante el año 2023 ha contribuido con la estabilidad del peso dominicano, destacándose los flujos de remesas por US$10,157 millones, ingresos por turismo de US$9,829 millones, exportaciones de zonas francas por US$7,954 millones y una inversión extranjera que alcanzó los US$4,381 millones. Adicionalmente, las reservas internacionales se ubican en niveles elevados, superando significativamente las métricas recomendadas por el FMI de un mínimo de 10 % del producto interno bruto (PIB) y de tres meses de importaciones.

Es importante resaltar que la economía dominicana se encuentra en una buena posición para continuar enfrentando el desafiante panorama, tomando en cuenta la fortaleza de sus fundamentos macroeconómicos y la resiliencia de los sectores productivos. El Banco Central de la República Dominicana seguirá monitoreando la evolución macroeconómica, tanto externa como nacional, con el objetivo de continuar adoptando oportunamente las medidas necesarias que preserven la estabilidad macroeconómica y contribuyan a que la inflación se mantenga dentro del rango meta.