Crítica de teatro: 31 de diciembre en la morgue

Ariza y Josema desarrollan su labor, haciendo reír y reflexionar con sus hilarantes interpretaciones, en un ambiente inusual y absurdo

El teatro lo vence todo. Su valor es el de la vida misma, pero con un rol distinto: ampliando sus acontecimientos, validando sus personajes, elevando a nuevos niveles sus circunstancias, burlándose de las dificultades de parqueo en una zona urbana marcada por recortes de calles, la dificultad que genera la dificultad para acceder a parqueos seguros, el acoso de los parqueadores que se han investidos como dueños de los espacios públicos, pero… al final se llega a  un extraordinario fenómeno teatral: esta pequeña e íntima sala con una trayectoria de 23 años: Las máscaras, con un público fiel que le sigue y que llena normalmente sus 37 butacas.

Para esta oportunidad, la oferta es la de la obra 31 de diciembre en la morgue, del dramaturgo hispano-francés Jean Pierre-Martínez, en la cual tenemos oportunidad de disfrutar de dos talentos de la escena nacional: Lidia Ariza y Josema Rodríguez.

A ambos corresponde dar vida a los dos personajes: el del técnico de servicio esa memorable noche de fin de año, en la morgue del imaginario Instituto Nacional Forense, asediado por las llamadas de control de su madre, neciamente afanada en conseguirle mujer para casarlo.

Ariza y Josema desarrollan su labor, haciendo reír y reflexionar al público con sus hilarantes interpretaciones, pero sentimos como espectador que pudieron haber dado mucho más. No es que su desempeño sea malo. Es bueno y cumple su cometido.  Pero “bueno” aplicado a ellos, no es suficiente.

Pero conociéndolos a ambos en su capacidad, habríamos deseado mucho mayor compromiso en su desempeño, lo que no resta valor al espectáculo.

La escenografía es directa, minimalista, sugerente y logra, con una genial economía de elementos, ubicar al publico en el ambiente sugerido. Fidel López logra uno de sus aciertos sobre el criterio estelar de “menos es más”.

El sonido de las obras, en Las Máscaras, debe ser revisado y mejorado en su reproducción. No se siente limpio y penetrante, acentuando sin necesidad sus notas graves.

31 de diciembre en la morgue es una experiencia a ser disfrutada por el exquisito y personalísimo espacio en que se monta. No se la pierda.

Ficha técnica:

Título: 31 de diciembre en la morgue

Dramaturgo: Jean Pierre-Martínez

Producción general: Teatro Las Máscaras

Dirección: Germana Quintana

Escenografía: Fidel López

Musicalización: Luciano García

Regiduría, luces y sonido: Ángel Martínez

Relaciones Públicas: Miguelina Terrero

Elenco: Lidia Ariza y Josema Rodríguez

Sinopsis:

Un hombre que trabaja de guardia en el Instituto de Medicina Forense en la noche del 31 de diciembre, víspera de Año Nuevo. ¿A una hora antes de la medianoche, su noche aburrida toma un giro inesperado cuando aparece una mujer misteriosa vestida únicamente con una bata blanca y que no recuerda ni quién es? ¿Es una muerta que ha resucitado? ¿Es una criatura viva que sufrió un ataque de catalepsia y ha recuperado el aliento?

El dramaturgo

Jean-Pierre Martínez es autor teatral y guionista francés de origen español. Nacido en 1955 en Auvers-sur-Oise, sube al escenario primero como baterista en diversos grupos de rock, antes de hacerse semiólogo para la publicidad. Luego trabaja como guionista para la televisión, y vuelve al teatro como autor.

Ha escrito más de 100 guiones para distintas series de la televisión francesa, y otras tantas comedias para el teatro (13 y martes, Strip Poker, Ella y Él, 31 de diciembre en la morgue, Un Pequeño Asesinato sin Consecuencias, El Último Cartucho…).

Actualmente es uno de los autores contemporáneos más representados en Francia, y varias de sus obras han sido ya traducidas en español, en portugués, en inglés, así como en más de diez otros idiomas.

A lo largo de las más de 100 comedias que ha escrito hasta la fecha, Jean-Pierre Martínez teje la trama de un universo teatral singular, donde el humor, siempre presente, se codea a menudo con el absurdo en sus vertientes tragicómicas. Defiende un teatro popular en el sentido noble del término, entretenido, pero sin facilidad, impertinente, pero sin vulgaridad, comprometido, pero no edificante, ético más que moralista. Ha escrito 107 obras, traducidas a varios idiomas y representadas en todo el mundo.​(https://jeanpierremartinez.net/es/accueil-espanol/)

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