MADRID. Cuando una persona deja de pensar solo en si misma y mira a su alrededor para comprometerse, el mundo cambia. Lo mismo que cuando una persona siembra un árbol del que sabe perfectamente que su sombra sera para otras personas, el universo se transforma. Es lo que parece haber ocurrido con María Marte.
Para la cheff dominicana más reconocida internacionalmente, , la cocina es alto ejercicio del amor, razón por la que ha dejado las luces y la fama de la alta cocina en el Club Allard para hacer de maestra a jóvenes dominicanas en situación de riesgo social, muchas de ellas víctimas de violencia y todas muy pobres, en la Escuela Serranía, en su natal Jarabacoa.
Marte, invitada por el Banco de Reservas desde para conducir gastronómicamente un coctel que ofrece este jueves, agradece la comprensión de quienes han entendido su cambio de su puesto de cheff del exclusivo Club Allard, para pasar dar clases a la Escuela Serranía, en su natal Jarabacoa en República Dominicana.Ella, para su nuevo rol social, ha creado su Fundación Cheff Maria Marte.
El Banco de Reservas le ha pedido que sea quien ejecute la oferta de gastronomía en el coctel que ofrece esta noche en el Hotel Villa Magna, en el cual se ofrecerán informaciones, por parte de su administrador Simon Lizarzo, sobre el compromiso con economía dominicana en general y con el turismo en particular.
Destaca ha respondido al llamado de su conciencia de entregarse al servicio desde la Escuela Serranía, ubicada en Jarabacoa, financiado por el premio de Innovación Eckart 2017. Marte dirigirá el programa académico en Escuela Serranía, con becas provenientes de donaciones para la formación en hostelería de jóvenes mujeres de escasos recursos económicos, muchas de ellas sin familia o víctimas de violencia .
La cheff dijo que habrá de seguir su línea creativa del uso de productos agrícolas dominicanos y algunos en peligro de extinción.
Su vida
María Marte llega a Madrid sin saber cocinar. En 2003 empezó a trabajar en el Club Allard como limpia platos, durante tres horas diarias combinando este trabajo con otros, para poder pagar sus cuentas, como limpiar una peluquería.
Comenzó a observar a los cocineros, hasta que obtuvo una oportunidad de trabajar en la cocina y empezó a trabajar con Diego Guerrero, el prestigioso Cheff pero manteniendo su trabajo como limpiadora.
En 2006, María Marte ya era la mano derecha del chef, y un año después, en 2007, el restaurante conseguía su primera estrella Michelin. María Marte pasó por todas las partidas de la cocina, adquiriendo gran experiencia.
En 2011, el restaurante obtenía su segunda estrella Michelin y, cuando dos años después, Diego Guerrero lo dejó para iniciar un nuevo proyecto, María Marte pasó a ser la chef del Club Allard.
En 2014 Marte obtuvo además el Premio Nacional de Gastronomía a la Mejor Jefe de Cocina 2014 y en 2015, fue reconocida como la mejor chef en los Premios Club de Gourmets.
El ejemplo de la creatividad de su cocina se tiene en su primera creación, La Flor de Hibiscus, elaborada con caramelo, y acompañada con una espuma de pisco sour sobre crumble de pistach.