El Consejo Nacional de Cooperativas informó que UNESCO ha añadido a las cooperativas a su lista de bienes culturales inmateriales.
El profesor Julito Fulcar Encarnación, presidente del Conacoop, indicó que el movimiento cooperativo forma parte, a partir de ahora, del patrimonio mundial común, y considera que la medida debe traducirse en una mayor protección y salvaguarda, por parte de gobiernos y agencias mundiales, de las cooperativas y las organizaciones que velan por su continuidad.
Fulcar dijo que ahora las cooperativas son parte de las dieciséis nuevas entradas añadidas al Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por Unesco.
Unesco describe a las cooperativas como entidades que «permiten el desarrollo comunitario mediante intereses y valores compartidos, creando soluciones innovadoras a problemas sociales, desde la generación de empleo y la asistencia a ancianos hasta la revitalización urbana y los proyectos de energía renovable».
A principios de este año, la colección de correspondencia de Robert Owen, fundador del movimiento cooperativo, también se añadió a la Memoria del Mundo de la UNESCO.
La Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial es el instrumento jurídico internacional que desde 1992 trata de dar respuesta a las posibles amenazas sobre el patrimonio derivados de los procesos de globalización y de las transformaciones sociales que continuamente estamos viviendo.
La UNESCO estableció el Programa de la Memoria del Mundo en el año 1992, sobre el principio de que el patrimonio documental del mundo pertenece a todos y debería preservarse y ser permanentemente accesible por parte de todo el mundo.