Colombia volvió a dejar que se disfrutara el peso de su enorme talento artístico. Además de sus marcas ya reconocidas y que incluyen a una espectacular Shakira, a un Juanes infinitamente creativo y un Carlos Vives, ese que respira vida intensa en cuanto hace y que está ya próximo a presentarse en tierra dominicana, en las piedras para famosos de Chavón.
Esta vez, en el más augusto de nuestros escenario, la sala Carlos Piantini del Teatro Nacional, espacio diseñado sólo para grandes nombres y augustas carreras, Andrés Cepeda, un artista de 44 años, que aparenta 32, ofreció una demostración de calidad compositiva e interpretativa, de despliegue técnico, con uno de los mejores sonidos escuchados en este altar de suma expresión estética y, sobre todo, con una estructuración de su plan de luces escénica que otorgaron una espectacularidad producto de un equipo técnico que parece saber lo que tiene entre sus manos.
El efecto de la pantalla para recorrer Mil Ciudades, es uno de los mejores logros audiovisuales registrados en esta sala por una figura internacional. No hubo programa de mano.
El tenor nacido en Santa Fe de Bogotá, representa parte joven de una vanguardia artística colombiana, reforzada por su capacidad de escribir temas en un tono narrativo distintivo, reforzados arregles de una banda de ocho músicos de una sentida capacidad para dejar escuchar sus instrumentos.
Pero a poco, la orquesta detrás suyo, y aun no visible para el público se fue integrando hasta llenar todo el espacio de una música hecha a conciencia, con un latir latinoamericano digno y cargado de sonidos y ritmo.
Cepeda, con 25 piezas, en las que incluyó las de su disco más reciente, Mil Ciudades, entregó sin condiciones su talento y con valores de producción del nivel de las grandes estrellas mundiales que han ocupado ese escenario.
Distinguió a Eddy Herrera (cantante merenguero de tremendo reconocimiento en Colombia) con un saludo. Herrera le agradeció en nombre de los artistas latinoamericanos, por haber ganado un premio Grammy. Fue muy emotivo, el abrazo que se dio con otro artista: Niní Cáffaro,
A las 9:13 minutos el público de la primea de las dos funciones que compró balcón, recibió autorización de la producción del espectáculo, para bajar a platea centro a fin de rellenar las butacas vacías., para llenar el 90% de la platea.
La facilidad, recibida con agrado por los balconeros, nada tiene que ver con la calidad sobresaliente de espectáculo que ofreció Cepeda y su banda. Está más vinculado al mercadeo y al “momentum” en que se ofrecía, dado que próximamente se presenta en el país otra estrella colombiana: Carlos Vives.
Orquesta de estrellas
Mención especial merecen los ocho músicos de la orquesta: Jan Martens (batería), Carlos Cardoso, (percusión), Santiago Roa (bajo), el maestro Carlos Taboada (Piano y dirección musical), John Harvey Ueaque (guitarra acústica), Andrés Cruz (guitarra eléctrica), Sergio Chaple (saxo), Carlos Acosta (trompeta) y Victoria Castillo, impresionante mujer colombiana de voz extraordinaria, inicialmente sólo haciendo los coros , para para el descanso de Cepeda, levantó uno de los homenajes de más alta vocalización y sentimiento al interpretar Whitney Houston al interpretar I will always love you, I have nothing.
Inicio con un cuatro
Cepeda, quien inició su concierto en el proscenio, a cortinas cerradas, haciendo “Canta conmigo,
blandiendo tan solo un “cuatro”, una guitarra de origen dividido entre los créditos que reclaman Venezuela y Puerto Rico, autoría de creación, para dejar sentir que lo importante en él era su voz, sostenida por la sencillez de aquel instrumento.
Ganador del Grammy Latino 2013, en la categoría Mejor Álbum vocal pop tradicional «Lo Mejor que hay en mi vida», hizo una segunda pieza con guitarra eléctrica cantó “Mil ciudades”, pieza que da título a la gira.
Para luego desarrollar un temario que recorre, galopando unidas, sentimiento, música y poesía:
3 No es casual
4 Corre tiempo
5 Yo que tanto te esperé
6 El mensaje
7 Por el resto de mi vida
8 El carpintero del amor
9 Potpurri: Amor gitano, Me voy, Se morir y Se te nota
- Cómo te atreves?
- Locura mía
- Voy a extrañarte
- Tengo ganas
- Enfermedad de ti (A dúo con Pamel Mancebo)
- Corre tiempo (Salió a caminar por el público)
- Lo mejor que hay en mi vida, pieza que dedicó a quienes tienen muchos años de noviazgo y no se han casado
- Mientras más pasaba el tiempo.
A dúo con Victoria Castillo, interpretó:No te vayas todavía
Luego siguió con:
- Besos usados
- Día tras día
- Para amarte mejor (Salsa)
- Si fueras mi enemigo
- Piel canela
- Un ratito… y terminó con
- Desesperado
Pamel
Pamel Mancebo, en tanto representación dominicana (rechazamos el término discriminatorio de “telonero, abrió el espectáculo con cuatro canciones: No me culpes, Por mi parte, Loca y su principal éxito; Tiene que ver contigo, en la que mostró condiciones de compositor, poeta e intérprete que el país no ha ubicado en el lugar de sucesión generacional que este muchacho (muy profesional) merece.
Mancebo es exquisito. Caracteriza un talento que le hace falta al estelar dominicano del nivel de Pavel Núñez en el cual la poesía cobra satisfactoriamente su factura estética. Este muchacho tiene un discurso artístico propio. Es el futuro de la canción de concepto.
Su primera pieza la grabó en solitario y la puso, con cierto temor, en su página Facebook. Agradó mucho. Luego recibió el apoyo de Pavel para hacer a dúo la balada pop “Tiene que ver contigo”, una balada pop, a partir de lo cual, la gente lo ha descubierto. Tiene un trayecto largo por recorrer, pero sin dudas es este muchacho, lo mejor de lo nuevo