¿Fueron justos los Premios Anuales de Literatura 2022?

Santo Domingo. De haber operado como debieran los mecanismos de la lógica vital de un país operante con prioridades esenciales, la vida nacional debió haber estado ayer de fiesta tras conocerse este miércoles 6 de julio el veredicto.

A los Premios Anuales de Literatura 2022 fueron presentados:

  • 128 obras desglosadas así:
  • 37 libros de poesía,
  • 26 cuentos,
  • 28 novelas,
  • 18 ensayos y
  • 19 escritos de literatura infantil

Los medios de comunicación divulgaron el acto, con la timidez de quien no quiere competir con los espectros de la supuesta corrupción y los ramalazos de la Ley de Extinción de Dominio. ¿Quiénes fueron los jurados?

¿Qué calidad tienen las obras premiadas?

¿Cuál trayecto tienen de los autores, (todos hombres) procedentes de tres generaciones?

¿Por qué el país no está de fiesta, como debería estarlo, por este motivo?

El veredicto es válido y recorre autores de tres generaciones desde talentos nuevos, escritores adultos y veteranos.

Al sopesar los títulos premiados, se evidencia que son todos hombres, lo que es llamativo, aun cuando no lo invalida. Casualidad ó circunstancias, dato que puede ser simplemente coincidencia de calidades literarias, no discrimen.

Cada participante que, sometido su obra, siempre entenderá que merecía estar entre los ganadores, pero por sus bases, el importante reconocimiento literario es a una obra publicada el año anterior a su entrega.

Pastor de Moya lee uno de los veredictos.

Los ganadores y los jurados

El Premio Anual de Poesía Salomé Ureña de Henríquez fue otorgado a Rafael García Bidó por su poemario Cuaderno de todos los días. Los jurados fueron Chiqui Vicioso, Radhamés Reyes Vásquez y Pedro Mesón Mena.

El Premio Anual de Cuento José Ramón López fue concedido a Gustavo Olivo Peña por Un hombre discreto y otras historias.  Los jurados: Manuel Llibre Otero, Efraim Castillo y Noe Zayas.

El Premio Anual de Novela Manuel de Jesús Galván fue ganado por Edwin Disla por su libro Los que comulgaron con el corazón limpio. Los jurados: Altagracia Pou, Ofelia Berrido y Pedro Antonio Valdez.

Jose Alcántara Almanzor, autor de Manuel Rueda único

El Premio Anual de Teatro Cristóbal de Llerena fue concedido a Radhamés Polanco por su obra Mitotes del Extraviado, del Desasitiado y de la Prieta Clara. Los jurados son Mérida, Elizabeh Ovalle y Ángel Rafael Concepción.

El Premio Anual de Ensayo Pedro Henríquez Ureña fue otorgado al autor José Alcántara Almánzar por Manuel Rueda, único. Los jurados: Gerardo Augusto Roa, Oscar Mateo Zazo Martin y Rafael Eduardo Castillo Alba.

El Premio Anual de Literatura Infantil y Juvenil Aurora Tavárez Belliard lo obtuvo el escritor Yuan Fuei Liao por Cuento con estornudos y arcoíris. Los Jurados Leiby NG, Verousckha Freixas  y Eleanor Grimaldi.

¿Fue justo el veredicto?

Desde luego que cada participante que, sometido su obra, siempre entenderá que merecía estar entre los ganadores, pero por sus bases, el importante reconocimiento literario es a una obra publicada el año anterior a su entrega.

El premio de Ensayo fue a Manuel Rueda, único, escrito por José Alcántara Almánzar, y con una extendida carrera que ha vinculado su condición de docente de literatura a la gestión literaria como ensayista, narrador y crítico literario.

El autor reconocido es la persona que más conoció a Rueda y en este ensayo, selecciona y reescribe los trabajos publicados por el, durante más de 30 años en torno a Rueda, creando una perspectiva tan extraordinaria como justicieramente descriptiva del talento del pianista, dramaturgo y poeta, aún no valorado en todo lo que representa.

Alcántara Almánzar, uno de los mejores analistas de la obra de Manuel Rueda, y el que sin duda más la conoce y ha estudiado.

Admiró al extremo al dramaturgo y poeta y trabajó en la Fundación Corripio, estimulando la literatura nacional y los valores de la cultura, en una admiración que trasciende lo personal.

Alcántara tenía una claridad: era consciente de lo que un intelecto como el de Rueda podía aportar a la cultura del país. Para escribir su trabajo, Manuel Rueda, único, contaba una doble ventaja: el conocimiento de la obra del autor y los años de vivencia de experiencias comunes desarrolladas por ambos, lo cual generó una vinculación profesional y de amistad a toda prueba.

En literatura infantil, el premio a Yuan Fuei Liao por Cuento con estornudos y arcoíris, constituye el reconocimiento mas importante de este autor, nacido en Taiwán y que llegó muy chico con su familia a República Dominicana.

Liao es un líder de fe, de fantasías estimulantes,  de magia que  impacta y un hablista inteligentemente gracioso y penetrante por la terminación estructurada de sus ideas.

Yuan Fuei desarrolla una extraordinaria carrera como artista del escenario, (es actor, mago, animador),  Origamista, (tiene un libro de origami, Origami, sueños en papel de 1993), misionero de su ideal cristiano (que logra llevarlo a diversos escenarios nacionales a internacionales impactando con una gracia singular en favor de su fe) y un extraordinario charlista internacional, motivador.

Como autor de literatura infantil, la más reciente de sus aficiones, desde que publica con Editorial Santillana Cuentos sin ningún porqué, lección didáctica desde las dialécticas de las preguntas sobre la causa de las cosas.  Ese borrador lo llevó  a Ruth Herrera  sin mayores expectativas y fue publicado por Editorial Santillana, estableciendo de inmediato una referencia y una marca literaria. No pocos comenzaron a preguntarse ¿Quién era el chino ese? 

Luego sacó Dios es Wao y El Macuto Mágico, por Ediciones SM. Fuei lo que ha hecho es obrar para el público, milagros que ha experimentado en su vida familiar cuando estuvo en peligro la vida de uno de sus hijos por una afección poco esperanzadora.

En novela, Edwin Disla recibe el galardón por Los que comulgaron con el corazón limpio, una novela histórica  que ahora  en la trayectoria que imagina el autor respecto del revolucionario Amaury German Aristy, evidenciando la persistencia en el área de la ficción basada en la realidad, iniciada en 2007 cuando publicó su novela Manolo, un limpio cuadro fortalecido con documentación de época y la evaluación crítica de la figura de ese  otro mártir de la revolución social que nos dejó esperando como proceso inconcluso.

En este título resaltan:  el respeto de la base histórica y el manejo inteligente de sus giros argumentales, la fuerza de sus descripciones de personajes y hay un criterio para la construcción de sus diálogos.

La tendencia a reescribir la historia de la izquierda revolucionaria se manifestó con fuerza en 2021, primero con Muerte en Bruselas (Pablo Gómez Borbón) y luego con Charamicos (Angela Hernández, AGN), que, junto a Edwin Cruz logran relatos casi paralelos en el tiempo descrito

En cuento, el triunfo de Gustavo Olivo Peña con  Un hombre discreto y otras historias,  logra el nada envidiable estatus de ganar un premio nacional oficial, con su primera publicación. Muy conocido como periodista crítico y contestatario, precursor de proyectos de comunicación que han establecido referencia historia reciente,  poca gente el público general le conoce en su faceta de  lector voraz azuzado por la literatura y quien se tomó prácticamente seis años  en la elaboración del  texto premiado, que juguetea con personales y circunstancias cotidianas, muchas de ellas transitando el oropel de problemas cruciales como la soledad, la incapacidad de ser,  la violencia de género y  otras.

El triunfo de Olivo Peña a es resultado de una calidad en el cuidado del texto, en el manejo de subtramas y delineamiento de personajes simples a los que aporta profundidad y sentido de comunidad para con el lector. Es un autor que rompe esquemas y que ahora tiene captada la atención del conglomerado literario.

En teatro, Radhamés Polanco logra el Premio Anual con la obra Mitotes del Extraviado, del Desasitiado y de la Prieta Clara, el premio le llega a un dramaturgo, profesor de teatro y extraordinario cultor del arte, ante quienes suelen no tomarlo en serio por su apariencia, sus pronunciamientos chocantes por la racional radicalidad y la natural fluidez con que los plantea.

A Polanco lo conocimos recién llegado de sus estudios de dirección teatral en España, y tan difícil se le hizo radicarse en Santo Domingo, que decidió irse a su pueblo, San Francisco de Macorís y allí abrir una sala de teatro, que operaba como centro cultural. Posteriormente se dieron las condiciones de entendimiento tal, que Santo Domingo se abrió a su talento y fue asimilado por las avenidas luminosas de la gran ciudad, profundizando su carrera como director y como docente de teatro.

No obstante, su directriz básica era la de creador del pensamiento teatral desde escenario, la de escribir. Este premio es merecido homenaje a un rechazado por la superficialidad de nuestras epidermis acomodadas a lo uniforme.

El poseía, Cuaderno de todos los días, de Rafael García Bidó fue el libro reconocido que traza la búsqueda observacional de lo cotidiano. El poeta abrió una bitácora hace años, para ir anotando los cambios y las permanencias, la luz y la sombra, el ir y venir, los tiempos de lluvia y los del inclemente sol, las horas de alegría desbordante y de tristeza que tritura el alma, lo cual logra con un aliento fino, elegante, inspirador y retador.

La poesía es el renglón de más engorrosa evaluación para los jurados porque la apreciación es personal e íntima y por tanto subjetiva. La poesía impacta de distinta forma a cada persona. Se debe festejar el atinado veredicto del jurado.

Condiciones del Premio Anual

Los ganadores recibirán 300 mil pesos y diploma a ser entregados en acto solemne, cuya fecha será anunciada próximamente.

Los sobres con los veredictos fueron leídos por Pastor de Moya, Angela Hernández, Alejandro Santana, César Zapata, Orlando Inoa y Nan Chevalier, todos con responsabilidades en el Ministerio de Cultura que, para este caso, cumplió con su papel..

El veredicto es un triunfo para la buena literatura. Deberíamos revalorar nuestros criterios de percepción de lo válido, de lo que trasciende. Y entonces hacer la fiesta.

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