Sala Ravelo

Terror, de Ferdinand Von Schirach y R. Santana, (La crítica)

El teatro es inagotable. Y sus caminos nunca, nunca, dejar de sorprender.  Cuando ya se comienza a pensar que todos los temas están agotados y todos los enfoques escénicos, realizados, viene este dramaturgo alemán, doctor en leyes penales para colmo, a plantear nueva vez la validez de la escena para poner bajo examen nuestros criterios, valores y principios.

Terror es una pieza resulta de una conjunción de esfuerzos artísticos e institucionales con a un grupo de talentos (técnicos y artísticos) a aceptar una propuesta dramatúrgica, a lo cual han sumado el concurso del país de origen de la misma, expresada por medio de su embajada y embajadora, para

La obra logra que repensemos los conceptos admitidos de ética, de la rectitud, de la verdad, de la moralidad y el valor de la existencia humana y lo hace en torno a un caso: el de un piloto militar que debió decidir entre sacrificar 164 vidas a bordo de un avión civil.

Una pieza que para que revisemos el papel socialmente útil de la mentira y la singular capacidad de decidir quien vive y quien muere. Un compendio caótico de situaciones límite​,​ en procura de perfilar trascendencias, verdades y principios.

A bordo de la nave, unos secuestradores planeaban estrellarla contra un estadio colmado por los 70 fanáticos que asistían a un partido de la final internacional entre Alemania e Inglaterra. ¿A quién sacrificar? ¿A quiénes salvar? Al final, la palabra de descargo o condena, la tendrá el público, dando lugar para cada presentación a un final distinto.

Terror es una obra teatral que resalta en medio del panorama dramático mundial porque proviene de la calidad creativa del escritor y abogado penalista alemán Ferdinand Von Schirach, ​ ​autor de Manual del Abogado Defensoren el que figuraba la frase: “La defensa es una lucha, una lucha por los derechos de los inculpados”. Su primer libro «Crímenes» se transformó para mí en un autor de culto, Autor de «El caso Collini», “TABÚ” y “Terror”, “Crímenes”, “Culpa” y “Castigo”​. Terror se ha llevado como telecine a cadenas de Alemania​. Es casi casi, pieza de culto.

Piezas de este nivel, ratifican el que valga todo esfuerzo la pena seguir yendo al teatro, más allá de la necesidad legítima de la diversión, por sobre el perfil del espectáculo para satisfacer los espacios lúdicos del fin de semana.

Se trata de un quehacer teatral que sobrepasa la vía del arte de escape y nos lleva a constatar el universo paradójico de las relatividades.

Las actuaciones

Terror, pieza que será repuesta a finales de septiembre porque mucha gente se quedó sin verla, permite disfrutar de un concierto de actuaciones que, si bien no es perfecto y expresa altibajos, permite gustar de interpretaciones que sacan a sus talentos de sus roles acostumbrados (sobre todo de la comedia) y demuestran que pueden hacer otros roles.

El caso más significativo es el de Irving Aberty, moldeado y estereotipo de la comedia por su provincia de la expresiva de humor en radio, televisión y cine, para asumir un rol dramático, y quien sale airoso de este desafío artístico.​ No le ​habíamos visto en un rol dramático tan bien desempeñado.

Otra personalidad que nos devuelve a la actuación clásica, es la de Yanela Hernández, actriz profesional, gestora cultural y a quien la producción de radio y televisión han sustraído por demasiado tiempo. Era justo tenerla y mucho más en un soliloquio que si bien es manipulador y melodramático, es profundamente asumido por ella y cala en el público con una garra afilada. Se empatiza con su dolor y con su luto.

Luvil González, a quien hemos visto en 2019 en El Vestidor, dirigida por Mario Lebrón, y el pasado 2022, haciendo de Minino, en Sony Di, sobre texto de Liselotte Nin y dirección de Osvaldo Añez, logra el papel más trascendente hasta ahora al dar vida a una fiscal persecutora, necia, con dominio de la escena y una expresión facial que transmite la rigidez de quien busca la condena a toda costa. González es elogiable la caracterización en el montaje de su personaje desde su pelo natural el diseño de los lentes la el maquillaje el estilo la interpretación que la hace muy incisiva. Esta es una de las actrices a las que hay que poner atención porque tiene mucho que dar. Mucho.

Beba Rojas, que asume el protagonismo, a pesar de los fuertes robles del teatro que integran el elenco, se reconvierte y deja salir su esencia expresiva. Increíble lo que logra. Convence y estremece.

Orestes Amador, como personaje eje y trazador del hilo conductor, evidencia su maestría, su dúctil manejo de la voz y sus instrumentos de expresión corporal.

Richard Douglas, está adecuado, justo en el rol de testigo, limitado por la cuestión tecnológica a actuar como quisiera, cara a cara con el público, pero se acopla a las circunstancias y deja un rastro admirable de su oficio.

Madeline Bare, Xavier Ortiz y Nathalia Rodríguez, son talento de soporte que cumplen adecuada, pero no excelentemente bien, sus asignaciones.

Bare resalta por la gracia de su gestualidad, pero hubiéramos deseado más chispa y entrega, en especial en la secretaria del tribunal, limitada por el limitante ausente de parlamentos.

Lo escenográfico

Hay un elemento que opera muy a favor de la obra de teatro y es la escenografía que logra la conjunción en un mismo espacio del tribunal y la cabina de la nave de un avión. La vinculación incluso es más psicológica que espacial lo que hace meritorio a Fidel López del reconocimiento.

Es también llamativa y expresiva la banda sonora y los efectos de sonido, intensos y bien logrados tanto los ambientales como los musicales que acentúan los momentos de tensión, dan matices a los momentos de dolor ternura de llamamiento, de confrontación extrema y de inspiración a los contenidos a los textos que vierten los actores y actrices en sus diferentes momentos en la obra realmente.

Ramón Santana, un director que mucha gente ha tenido al menos en el sentido de que no es de los directores que están en primera línea cada vez que se habla de dirección teatral, sin aspavientos, evidencia su sentido profesional y su talento para la gerencia del total de talentos y recursos.

A Santana le agradecemos su versión de Cambumbo, montaje ganador del Premio Soberano 2020 como mejor espectáculo teatral, Escuela para mujeres, Aló Dios habla Eva (nominada a los Premios Soberano), De Caperucita a Loba en solo seis tipos (nominada a los Premios Soberano) y otras piezas.

En su labor de director hay entregas francamente comerciales que jamás serán parte de la historia del teatro, pero se inscriben algunas que generan una mirada a fondo y la pregunta: ¿Dónde estaba antes Ramón Santana? Terror, es una de ellas, probablemente al nivel de Cambumbo.

Terror volverá a ser representad​a en Sala Ravelo, el 29 y 30 de septiembre y 1 de octubre,​ y ha de ser un pecado teatral, dejar de verla.

Título: T​error

Género: Teatro contemporáneo

País: Alemania/RD

Dramaturgia: Ferdinand Von Schirach

Dirección y Producción General: Ramón Santana

Escenografía: Fidel López

Iluminación: Ernesto López

Musicalización: Vadir González.

Maquillaje: Nathy Make Up

Vestuario: Lucía Roque

Fotografías: Edgar Núñez

Edición: Gerald Rodríguez   

Audiovisuales: Alejandro Moss

Asistencia de Producción/ Dirección:  María José Peña, Alejandro Quintero, Bryan Terrero.

RRPP: Yissus Taveras, Madeline Velásquez

Voz en Off (en funciones): Madeline Bare

Redes y Diseño gráfico: Vanessa Mercedes

Programación (votaciones): Eric Ferrer

Elenco: Irving Alberti, Beba Rojas, Orestes Amador, Luvil González, Yanela Hernández. Participación especial: Richard Douglas.  Actuaciones de soporte: Madeline Bare, Juan La Voz y Nathalia Rodríguez.

Sinopsis: Un avión con 164 pasajeros es secuestrado por un terrorista (de ahí el título de la obra, Terror). Su intención es estrellarlo contra un estadio con 70.000 espectadores. Para impedirlo, un mayor del ejército alemán decide derribar el avión, para evitar una tragedia mayor. Ahora enfrenta un juicio donde el público decide si es un héroe o un asesino, si es culpable o inocente. ¿Lo justo es siempre lo correcto?, ese es el planteamiento de Terror.

La Casa de Bernarda Alba, un universo de palabras y silencios

El escenario queda, tras la última escena de La Casa de Bernarda Alba, como un universo de palabras y silencios. La atmósfera, desde el público es mezcla de satisfacción, respeto y orgullo. Si existe una dimensión en que los países son iguales, con las mismas capacidades expresivas, independientemente de sus índices de desarrollo o de sus prometedores o dramáticos índice del PIB, es en el talento de sus artistas.
La versión post moderna dominicana de La casa de Bernarda Alba es una pieza de valor excepcional que marca con fuerza el discurso escénico nacional de vocación global
En teatro, tras ver la función de un montaje que debía marcar el escenario latinoamericano y aun con el resonar los aplausos aun resonando y la alegría del público dibujada en cada rostro,  por ser servido  con un criterio ubicado  más allá de lo que esperaba, se llega a la conclusión que  la presentación de esta Casa de Bernarda Alba es  una interpretación  audaz, moderna y actual del clásico escrito hace 83 años por un desafiante e intelectualmente afirmado Federico García Lora, 16 semanas antes de ser asesinado por el fascismo franquista, acusado de revolucionario republicano y homosexual,  uno de los crímenes de odio de mayor oprobio.
Cuatro preguntas
Esta producción, La casa de Bernarda Alba con todo y su opresiva y oscura atmosfera, sus actuaciones  consistentes  y cuidadas, la garra creativa de su joven directora, Indiana Brito, con su  simbología asfixiante, claustrofóbica y oprobiosa escenografía carcelaria y su contemporáneo e imaginativo vestuario de choque, sugiere tres interrogantes:

  • ¿Por qué no existe una Ley Nacional de Teatro que auspicie esta expresión artística, que respalde un quehacer estéticamente tan alto y tan caro?

  • ¿Por qué no hay un premio nacional de teatro anual que reconozca todas las áreas de su producción en la diversidad de sus áreas?

  • ¿No se le ocurre a nadie rodar una película a partir de este montaje?

-Y, finalmente, ¿por qué este trabajo excepcional junto a otros montajes, no cuentan con mayor tiempo en cartelera?

Brillar de valores
Un equipo de artistas de la actuación y junto a los técnicos, han mostrado cuan universal puede ser su talento.  Se trata de un elenco de ensueño y una dirección deslumbrante de Brito, ante cuyo trabajo hay que clamar por el respeto al teatro acometido con integridad y alto sentido estético.
El montaje convoca altos factores de calidad a la escena dominicana y tras verla en Sala Ravelo, no queda duda alguna de que se trata desde ya de uno de los trabajos escénicos más relevantes de los últimos tiempos  y con condiciones suficientes para representar el país en cualquier escenario del mundo.
De las actuaciones, debe resaltar a la maestra María Castillo, que expele desde su centro, una fuerza expresiva que contagia y convence.
Los actores (Vicente Santos, Miguel Lendor, Mario Núñez,Alejandro Durán  Pavel Marcano y Camilo Landestoy), están entregados a sus encomiendas, convencen y conmueven. Poncia es recreada por Wilson Ureña, es el gran papel alternativo del montaje. Es intenso, expresivo y seduce la imaginación con sus parlamentos.
Los dos logros más rotundos, en aras de la concepción que logra Indiana Brito, son la escenografía de Fidel López y el expresivo e impactante vestuario, signado por la contemporánea modernidad.
La directora
Esta pieza supone una consagración para la joven directora que ya nos había impresionado con “Violín entre las sombras”, (2005), luego con Weekend en Bahía”, (2015) con Hony Estrella y Raeldo López y finalmente nos encandilo la piel con Agosto (2018), para enfrentarse con el reto de reinterpretación de un clásico a un nivel tan novedoso como revolucionario.
Un gestor teatral
Patricio León, desde su proyecto ¡Exprésate dominicano!, es el hombre que genera el proyecto, que procura a quienes deben integrarlo, que aplica a la práctica, la estrategia que se ha trazado de impulsar el mejor teatro posible, divulgando tesoros clásicos de la dramaturgia impulsando el conocimiento del teatro. Este proyecto dibuja claramente la coherencia de Patricio León como educador en teatro.
La gran casa
Federico García Lorca, el iconoclasta, irreverente y desafiante poeta y dramaturgo nacido en Granada, escribió esta obra en tres actos en 1936, en los fragores de la Guerra Civil española (del 17 de julio de 1936 – 1 de abril de 1939) y dos meses antes de su asesinato.

Teatro del límite: Buenas noches, mamá

El milagro del arte en tablas para  este caso de Buenas noches, mamá se consagra cuando dos actrices se adueñan el escenario sobre un noble y cuidado texto dramatúrgico,  en prueba de destreza y expresión de experiencia escénica,  corriendo sobre un  texto asfixiante y circular  que  describe a la soledad y el abandono vital en forma de hogar matrifocal ordinario y anodino, definiendo un hogar que no lo es y que ha sido prisión de existencias, menosprecio familiar y tono oculto de las miserias cotidianas. Esa es la trascendencia del premiado texto con el Pulitzer de 1983.
Buenas Noches, mamá, largo y oscuro pasillo de humor oscuro y procesos verbales in crescendo, es una pieza imperdible, sobre todo por dos actuaciones con nombres de mujer, y un futuro  ante el cual  importa poco si son nominadas o premiadas. No se trata de reclamar reconocimiento sino de festejar el teatro verdadero, el que no pone en duda sus esencias.
El teatro cumple con sus sagrados preceptos de ilusión y aprendizaje solo  cuando logra llevar al público el plato encendido de emociones y llena con nombres y gente, el mundo imaginado alguna vez por quien  produjo  su conceptos y lo  hace con  interpretaciones que tan solo dejan el espacio necesario para el llanto emocionado y contenido, cuando los aplausos de la gente, satisfecha al sentir como el milagro nuevamente se ha logrado, marca el final del espectáculo y entonces ya no queda nada más que pedir.
El milagro del arte en tablas se consagra cuando dos actrices se adueñan el escenario sobre un noble y cuidado texto dramatúrgico, en prueba de destreza y expresión de experiencia escénica,  a partir de un  texto  de circular ascenso asfixiante, con procesos que hablan de soledad y el abandono vital.
Este montaje debe ser estudiado por los artistas de la escena, por los estudiantes de teatro y cine, por el público que exige respeto a su inclinación por el arte verdadero y que se premia, además de dos actuaciones de antología, con la elegancia amigable del hogar escénico de Fidel López, el juego inteligente de luces de Bienvenido Miranda, el vestuario, los peinados y, sobre todo ese panorama de recursos técnicos, el aliento de una dirección exigente y cuidadosa, a cargo de Castillo.
Basta que hayan hecho lo que logran en este montaje, extensión de la creencia de que el teatro local ha crecido a un nivel en el cual ya no es preocupante que no todo proyecto teatral dominicano, sea como este.

Hablamos de dos interpretaciones que exceden lo esperado que dejan  apenas el espacio necesario para el llanto emocionado y contenido de ambas, cuando los aplausos de la gente, satisfechas al sentir como el milagro nuevamente se ha logrado.
Algo marcador ha debido ocurrir para que, tras el aplastante parlamento, tras la elegancia amigable del hogar escénico de Fidel López, tras el juego inteligente de luces de Bienvenido Miranda, al final, tras el cambio de tono, tras el desenlace esperado con morbosa indecisión, la Castillo cambia por completo en tono para, teléfono en mano decir su frase final: “ “Loretta, déjame hablar con Dawson, querida”, ambas actrices terminen en llanto total real con los aplausos de cierre de función.
La obra
La pieza ganadora del Premio Pulitzer 1983, fue estrenada en Broadway en 1984 con de Kathy Bates y Anne Pitoniak, nominadas entonces a los Premios Tony. En 2005 la obra fue reestrenada, esta vez con las no menos notables Edie Falco y Brenda Blethyn.
En 1986, fue llevada al cine con guion de la misma autora, con Sissy Spacek y Anne Bancroft. La pieza ha sido ganadora en diversos festivales internacionales de teatro, el más reciente de los cuales fue el Festival Peruano-norteamericano en 2012.
No necesita premios
Para este caso no será suficiente siquiera proclamar que estamos ante el más alto gesto de la interpretación de fondo de dos mujeres en lo que va e ano y que no será suficiente reconocerás con premios o nominaciones.  Están ambas, mas allá del elogio y el reconocimiento. Son la entrega real al teatro. El mejor premio para esta producción, es verla. Y nada más. Es presenciar el fenómeno de trascender la escena y adherirse a la piel del espectador
Ningún lauro podrá compensar lo que hacen María Castillo en el doble rol estelar de actriz y directora y Judith Rodríguez es una las más altas estrellas jóvenes de la actuación en cine y el teatro.
Ficha técnica
Título: Buenas noches, mamá
Dirección y vestuario: María Castillo
Producción: Teatro Mandrágora
Elenco: María Castillo y Judith Rodríguez
Escenografía: Fidel López
Universo de luces: Bienvenido Miranda
Utilería: Canek Denis

7 Mujeres: historias bien contadas desde la nueva oleada teatral dominicana

Cuando ya era imaginable que  la corriente teatral de género/denuncia sobre la situación de la mujer,  se había agotado, nos llega la  obra teatral 7 Mujeres, pieza de humor y sarcasmo que expone el imaginario femenino  de una forma nueva, lo que tiene relación con la fuente utilizada por sus dos dramaturgos mexicanos para producir un libreto que sobresale, sobre todo si es tomado por un joven equipo de dirección, producción y actuación en República Dominicana, para evidenciar, de paso, cuan trascendente puede ser el talento joven en escena.
La satisfacción interior que produce este trabajo viene de la certeza del poder de los nuevos rumbos del teatro, de la validez de las figuras recientes, las que no cuentan con trayectorias de años y aun así se atreven a sentar pasos firmes, a montar un proyecto, a venderlo dignamente a los mecenas del arte escénico que aun sin ley de mercenazgo, arriman el hombro para apoyar estos valores de reciente cuño.

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El elenco, diretor y productores de 7 Mujeres salen al final de la pieza para recibir la ovación del público en Sala Ravelo, Teatro Nacional.


Origen textual
Los parlamentos de 7 Mujeres, vienen directo desde mujeres ordinarias que  respondieron en 2014,  el gesto de  mercadeo social que hizo la crema corporal Lubriderm para que escribieran sus historias.
Lo que llegó a la mecánica del concurso fueron unos textos desgarradores, dolientes y esperanzados nacidos desde el sentir profundo. Esos deseos fueron la base para que Humberto Robles y Juan Ríos Cantó, (dramaturgos, directores y actores de notable sensibilidad ante la situación de la mujer y tremendo compromiso social)  para producir uno de los hitos más altos del teatro latinoamericano.
Los jóvenes productores  dominicanos Antonio Coronado e Ismael Amonte,  captan su potencial  – tras las exitosas funciones en México y otros países- quienes  se plantean montarla, contratan al igualmente joven Iván Mejía, y lo que resulta es un hito escénico que en general sobre sale  como teatro de concepto, envuelto en la mantilla del humor.
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Caminos nuevos
El montaje se percibe distinto desde que se entra a la sala y se encuentra el inocente espectador con una escenografía  multinivel (adaptada de la original por Lina Hoopelman y construida por Carlos Ortega),  que asalta la vista y deja saber que se tiene el previo de una producción que promete lo inusual.
Notable el uso de vestuario (Chabela Estrella); maquillaje (Lewanda Estética) e iluminación (Ernesto López) contribuyen con efectividad a a la experiencia estética integral.
DSC_6709Actuaciones
Actoralmente se siente con gozo el correr de sangres nuevas.
Johanny García (Lola) la novia a punto de casar, resulta una joya recién descubierta. Su desempeño y entrega al rol – que es el eje de la historia. Su monólogo de deseos final es la síntesis de la calidad del montaje. Una oración que deberán entonar todas las mujeres de su tiempo.
Sucy Aquino Gautreau (Sol), la adicta a las redes sociales, destaca por su proyección de su voz y la gracia de su corpóreo gestual. Es portadora de un talento accesible y su potencia se resuelve en una carga itnerpretiva que se agradece.
Rosa Aurora (Pamela) efectiva, oportuna y diestra, aun cuando en varios momentos nos deja esperando más de su hilo actoral. Es excelente de acuerdo con lo que le vimos antes Broadway Desencantada, haciendo  a Mulan y Pocahontas.
Katiuska Licairac (Margarita) buen ejemplo de multi-xpresividad  escénica. Más que una promesa, es una realidad talentosa de hoy día. Ha tenido buenas actuaciones secundarias en cine, sobre todo en Una breve historia de amor (Alan Nadal)
Chavela Estrella (Norma), la madre de la novia, con un desempeño que cumple con las directrices pero que pudo haber desplegado mucho mejor sus condiciones expresivas.
Elizabeth Chaín (Blanca), tiene estilo escénico y pisa actoralmente fuerte
con excepción de Yanela Hernández, provienen de la nueva vanguardia actoral dominicana, mujeres con estudios y experiencias relativamente recientes.
Patricio León (Chico Hola) probablemente por tener la referencia de sus trabajos previos, en los cuales su talento se ha desplegado con fuerza, Patricio se nos antoja de menor desempeño. Su papel tiene  sabor a lo ordinario en la comedia tradicional y él es mucho mejor que eso.
Yanela  Hernández, (Renata) se transforma en el giro más alto de comicidad penetrante y efectiva. Se destaca bastante, pero debe evitar que al público le resuenen algunos giros vocales con  recuerdesn a  Elvira Taveras.
DSC_673040 años
El montaje de 7 Mujeres fue celebración adicional de los 40 años que tiene de carrera Yanela Hernández, actriz, gestora cultura, comunicadora y maestra de ceremoniales.
Hernández, que hace el rol de la feminista abuela Renata, uno de los ejes hilarantes de la pieza teatral que tiene en el humor  y el sarcasmo, sus principales punta de lanza.
Yanela, quien es sobre todo actriz, reivindica este rol, haciendo las delicias de una abuela alcohólica con enorme resentimiento anti-masculino.
 
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Un púbico agradecido reconoce de pie las actuaciones.


En resumen
Lo que se tienen con el aplauso final, es una pieza que refiere de nuevo modo, realidades de antaño sobre la mujer y su aspiración de felicidad y esperanzada existencia, sin engaños ni duplicidades torcidamente masculinas. Su mensaje es estremecedor aun cuando la envoltura es el del humor, lo que convalida a sus autores originales, dos mexicanos que gestan un teatro arraigado en lo humano y prendado de lo sensible

Oleanna: poder y seducción reviven aliento de Ángel Haché

Un Ángel Haché sonreído, invisible y en paz, estuvo en el sentimiento común de los asistentes a la segunda función de la pieza teatral Oleanna, en la fila H de la ahora remodelada Sala Ravelo,  revestida  de un  agradable azul turquesa, satisfecho con la dignidad escénica de lo  presentado.
Y mientras todos sentían la presencia imaginada del agudo, indoblegablemente  crítico,  creativo pintor realista, actor de carácter y director de teatro y cine, en escenario, dos talentos desempeñaban su papeles en una pareja protagónico con el encargo de representar  un intrincado texto de picado y contrapicado, en el cual discurren en danza simultánea los temas del poder, la calidad y condición de la educación universitaria, la seducción, el acoso sexual, la tenencia de bienes materiales  y las dramática sorpresas argumentales con que David Mamet quiso poner en común  de la forma más impresionante en que era posible.
FOTO VIDEO EN YOU TUBE. HOMENAJE A ANGEL HACHE. JRS.
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ption id=»attachment_22601″ align=»alignleft» width=»1024″]???????????????????????????????????? Mario Núñez: Su rol como protagonista augura la afirmación de su carrera porque es bueno, da cuento puede de si….aun cuando podría dar mucho más sobre todo en el rendimiento de su respiración diafragmática en parlamentos extensos y acelerados[/caption]
Actuaciones
Dirigidos ahora por Ruth Alfonsina, quien hizo la asistencia de director cuando  la obra fue estrenada, tenemos a Jennie Guzmán y Mario Núñez, en las dos acciones actorales planteadas por el conceptualmente denso dramaturgo norteamericano, provocador  y temáticamente abigarrado, texto en que el juego de roles y los puntos de vista, tienen que ser asimilados por los estos talentos.
Núñez (El Profesor) enfrenta el primer protónico teatral que le hemos visto en montajes y cortometrajes, mediante el cual muestra arrojo y dominio de la escena. Su rol como protagonista augura la afirmación de su carrera porque es bueno, da cuento puede de si….aun cuando podría dar mucho más sobre todo en el rendimiento de su respiración diafragmática en parlamentos extensos y acelerados.  Pero pasa con buenas referencias este papel, cuya trascendencia y capacidad de desafío, él necesitaba. Es bueno. Tiene pasos de  excelencia, pero, repito, es mejor de lo que se le pudo captar en Oleanna.

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Guzmán: es una artista con conciencia de su poder y con clara responsabilidad de cuánto debe entregar a un público que confía en recibir desde sus asientos, la mejor experiencia.


Jennie Guzmán  (Oleanna) fue  toda una sorpresa de la escena. Como intérprete por la una destreza singular para el personaje de varias caras  y  un arrojo interpretativo  ante el reto que desde el papel heredó de David  Mamet. Con  buen dominio del lenguaje gestual, destaca en ella el poder de adaptación de su voz a las líneas  que recorren la variopinta temática y sobre todo en sus picos dramáticos, muestra que quien está sobre escenario, es una artista con conciencia de su poder y con clara responsabilidad de cuánto debe entregar a un público que confía en recibir desde sus asientos, la mejor experiencia.
Recursos técnicos
Notable el universo sonoro, responsabilidad de Ernesto Báez, que acompaña la pieza,  es ofrecida con una nitidez de auditiva pocas veces alcanzada para grabaciones de escena, junto a una escenografía, de Ángela Bernal convincente y realista, que sirve de marco para dar la atmósfera de una oficina docente en la que ocurrirán pasajes sorprendentes.
mametEl autor
David Mamet nació en Chicago, en 1947 y fue un famoso dramaturgo director y guionista cinematográfico que estudió  en el Goddard College de Vermont, creador de una  sintaxis fascinante compuesta por pensamientos medio expresados y rápidos cambios de humor Trabajó como actor y como profesor de interpretación, en el Marlboro College de Vermont). Mamet recibió un Premio Pulitzer en 1984, por la pieza Glengarry Glen Ross (1983, Premio Pulitzer 1984), acerca de un heterogéneo grupo de agentes inmobiliarios de Chicago.
Oleanna fue estrenada en la  sala “Laura Bertrán” del Colegio y Centro Cultural Babeque el 23  de octubre de 2015, bajo la dirección de Haché y su compañía, el Teatro Orgánico, evento que fue el retorno de  Ángel Haché, a la dirección del montaje, hasta entonces involucrado más que todo en su pintura y en su labor de formación actoral. Su papel como celador de Aduanas en la parte  inicial de Un Pasaje de Ida (Agilberto Meléndez,  (1988), es recordada aún como un rol modélico y centrado, pese a los breves minutos expuesto en pantalla.
Su actuación  posterior en cine más destacada fue en la comedia de trasfondo social, No hay más remedio (José Enrique Pintor) en que compartió el protagónico con Salvador Pérez Martínez e Iván García.  Ángel Hache, falleció el primero de abril pasado por complicaciones cardíacas.
FICHA TECNICA
Título: Oleanna
Autor: David Mamet (EU. Pulitzer 1984)
Director. Ángel Haché/Ruth Alfonsina
Compañía: Teatro Orgánico
Montaje: 2015  y 2016
Banda de Sonido: Ernesto López.
Escenografía: Ángela Bernal
Coordinadora Producción: Nisbellel Guzmán
Vestuario: Stephanie Gautreaux
Talentos: Jennnie Guzmán y Mario Núñez.
Salas: “Laura Bertrán” y Sala Ravelo.
ENLACES RELACIONADOS:
https://www.youtube.com/watch?v=F81WAtRiE8Q   TEATRO ESPAÑOL
http://www.elcultural.com/revista/teatro/Sexo-y-poder-en-David-Mamet/9331