Las voces de Dios en el XXVII Concierto de Navidad

En los coros, radica la voz de Dios. La única forma de escucharla y, con ella, a cada uno de sus ángeles, es oyendo coros.  Una verdad que ha cobrado singular vigencia tras el refrescantemente espiritual experiencia del XXVIII Concierto de Navidad en la Catedral Primada  de América, cuyas notas, a mas de una semana de haberse realizado, siguen resonando en los oídos y en la piel. La fuerza instrumental de la orquesta quedó asentada en piel de quienes asistieron, en base a una producción artística del profesor José Delmonte Peguero, maestro de capilla, quien sirvió de maestro de ceremonias.

Un nombre al cual el paso de los anos le ha doblegado sus rodillas, mas no su templanza firme y disciplinada que le lleva a imponer la fuerza del arte en masas humanas de diversas edades y temperamentos.
Delmonte es un triunfador. Andadores y limitaciones físicas, no le han restado nada de la fuerza estético-musical que emana para poner cada recurso artístico en el punto exacto a fin de proporcionar una experiencia trascendente. El XXVIII Concierto de Navidad volvió a demostrar, el pasado 25 de diciembre que es el evento artístico musical dominicano más importante de música navideña, tanto clásica como popular.
Tal parecería que el cielo cedió todas las afinadas voces que impactaron al público que lleno cada uno de los espacios posibles de la Basílica Catedral Metropolitana Santa María de la Encarnación, la Primada de América. No había un espacio vacío.
En una tradición iniciada hace 29 años,  el evento que tiene el patrocinio más constante del Banco de Reservas, que lo ha apoyado desde 1990.
En primera fila, el Arzobispo Metropolitano de Santo Domingo, monseñor Francisco Ozoria Acosta, el administrador del Banreservas, licenciado Simón Lizardo Mezquita y la Primera Dama, Cándida Montilla Espinal de Medina, Luisin Mejia, presidente del Comité Olímpico Dominicano.

Las 23 piezas del programa estuvieron a cargo de un equipo “Todos Estrellas” Danny Rivera, tenor, cantante, compositor y filántropo dominico- puertorriqueño, las sopranos Pura Tyson, Ondina Matos y Wanda Guzmán (directora, además del Coro de Niños de la Catedral), la Mezzosoprano Glemmer Pérez y los tenores Modesto Acosta, Richard Muñoz, Alejandro Sosa y el bajo Eddison Samuel Féliz.

Como marco estaban las 110 voces coro y la orquesta de la Catedral, y sus 41 maestros integrantes, fueron los protagonistas de una experiencia artística y espiritual, que provocó los más extendidos aplausos de la noche.
Rivera, que aparecía como el atractivo de la noche, mostró la impecabilidad de su voz y en los dúos que hizo con Tyson y Guzmán, logro una unidad vocal nunca vista por quienes siguen su extendida carrera.

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