Hotel Burlesque ofrece una generación artística nueva y atrevida

¿De qué forma agradecer a un  iluminado grupo  de jóvenes que, desde el arte y la producción, nos han hecho el regalo en escenario de un montaje de musical voudeville, del  que emanan suaves las oleadas de seducción, la  coreografías rítmica y precisa y  las actuaciones que nos dejan ver cuán grande es el universo que el talento criollo puede crear?
El paraíso tropical del Hotel Burlesque adopta sus más recientes jornadas en un espacio escénico nuevo y a cargo de un grupo de jóvenes productores, de talentos interpretativos que cantan con afinadísima tonalidades, bailan apoyados por un cuerpo de ocho bailarines (cuatro por cada sexo) y actúan interpretando de modo que resulta simultáneamente, sensual, seductor y de un nivel profesional que adorna el carácter de este espectáculo de cabaret, pensado para gente adulta.
Los responsables
El musical de variedades que inicia su temporada desde este viernes hasta el sábado 8 de abril próximo, es  idea y concepto de Marcos Malespín, la dramaturgia, montaje y dirección teatral de María Castillo, producción ejecutiva es  José Llanos, arreglos de Gustavo Rodríguez y María del Mar, quien hace además de productora general. La chispeante coreografía es de Natalie Borsos.

Lo que es


Hotel Burlesque es un espectáculo de una elevadísima facturación artística en lo musical, lo interpretativo, lo coreográfico, su vestuario bien logrado y en el cual resalta de forma rotunda, Tony Almont (la “conductora”  Madame Sahara Lamotte) quien impresiona desde su  monólogo inicial sobre el ser humano y la necesidad o fascinación de la pasión por el sexto.
Ver a este artista, a quien se le asocia con su enorme y admirable estatura de rockero, como compositor y vocalista de Toque Profundo, ataviado de mujer, sin relajar su personaje, produce al público una enorme sensación que oscila entre la admiración incondicional y el respeto merecido por un talento que da tantas muestras de diversidad.

Placer de escena
Tras la introducción de Almont, desfilarán ante el público puros talentos terminados en las actuaciones de  Estrella Tió, Cristal Jiménez, Javier Grullón, Techy Fatule, Carolina Rivas, Laura Lecrerc, Gabi Desangles, Rosene Jerez y Elena Castro.
Todas estas figuras se lucen, llamándonos la atención lo que logran: Carolina Rivas (Chiquita Havana),  por la sensualidad de su ritmo cubano, la precisión insinuante   de su cuerpo, a lo que agrega un manejo vocal que conocemos y disfrutamos desde hace tiempo.

Techy Fatule (la masoquista Uma Von Trappen)  se consagra por la dramática apariencia que logra de su personaje, apoyada por un diseño de luces pensado para tal efecto.
Javier Grullón, como figura  masculina, dignifica escenario expresivamente tímido, pero posteriormente se crece, sobre todo cuando actúa con Carolina, otro de los valores sobresalientes del Burlesque.

Lo mismo puede considerarse del resto del elenco: Gabi Desangles (Trixie Malone), Laura Leclerc (Dola Charity), Estrella Tió (Rocco Barroco), Rosene Jerez (Candi Coquette) y Elena Castro se lucen  en sus  solos o interactúan con los otros talentos y se apoyan en ese grupo danzario con una coreografía que  de Natalie Borsos, quien parece tener experiencia en esta especialidad escénica.
Hotel Burlesque, Tropical Paraise, proclamado por Almont en la introducción no hay límites para nuestras fantasías”, corriente en la que enmarcan el respeto da la diversidad sexual y a la expresividad del afecto íntimo.  Tras un bien interpretado monólogo, presenta la primera figura femenina del Hotel Burlesque: Crystal Jiménez Vicens (Vivienne Ingénue, una aritsta francesa embarazada), en un alucinante número en el cual el espectador se divierte ante lo inusual.

A esta le siguió un Javier Grullón colmado de actitud altanera encarnando a Sinatra Rubirosa, un típico mujeriego, quien dejo el escenario listo para Umma Von Trappen, una Techy Fatule dominatriz, sensual y amante de los placeres carnales.
Madamme Zahara interpreta “Bésame Mucho”, Doña Charity presenta su monólogo sobre flores y Sinarea Rubirosa reivindica el merengue de Wilfrido Vargas, “El jardinero” .

El trabajo es una puesta a la diversidad y libertad sexual se suma el show tropical de la cubana Chiquita Habana, en la piel de Carolina Rivas a cuya presentación se sumó la actriz Laura Leclerc como Doña Charity con sus ganas de aprender los ritmos tropicales de Cuba hasta que Trixie Malone decide imponerse y presentar su propuesta, una de las más sexuales de la noche.


Trixie, encarnada por Gaby Desangles, aparece con su vestimenta color piel y deslumbra con sus pasos acompañados de cuatro bailarines para luego enfrentarse con la cubana en un duelo de baile que involucró al público y puso  a bailar a más de uno.
 

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