Naviad. Egos humanos

Navidad…no me traigas nada. Lo tengo todo

Querida Navidad: no deseo que me dejes nada. He estado cargado de lo necesitado. Y tengo más riquezas de las deseables para cualquier ser humano en el curso de esta existencia. Cuento con la luz y la vida. Soy dueño de salud y los albores que llenan de todo la carrera de los días.
Tengo el cariño y el recuerdo de quienes realmente me importan. No deseo que me traigas nada. Estoy en tenencia de cuanto es necesario.
Tengo un vaso de agua cuando la sed asoma.
Dispongo de sonrisas que llegan en el tiempo presente y futuro.
He de tener el brillo cálido de la mirada de quienes me aman. No es necesario ni el titular en los medios ni las fotos en las redes.
Basta el sabernos con un lugar en la vereda de las verdades posibles. Basta con anhelar cada instante de consistencia emotiva. Gracias por darme tanto. Por haber sido tan apreciado,
Las gracias por dejarme aun sentirme presa del asombro. Por sentir la vida que cursa y que me deja entender que cada ritmo vital es único.
Gracias por el don de entender que no soy el centro del mundo y que nadie me debe inoncidionalidad, ni afecto obligado. Gracias Navidad. Gracias Vida.