Hugo Daniel Marcos Lidia Ariza

Amigas Desgraciadas… de regreso la magia del teatro

El principal error de interpretación de un montaje como éste, es suponer que se trata de una comedia de carcajada continua y se la pasa uno…bien, se puede disfrutar como tal, pero no debe escapar su gran virtud: exponer la vida, alegría, fantasía, angustias y deseos de ser una mujer auténtica, sin trazos culturales que condicionan y sin las trabas que impiden disfrutar de cada día como una jornada de gozo pleno. Esa es su realidad última, que hay que saber ver, más allá de la carcajada y el aplauso. Esta pieza tiene hoy domingo a las 6:30 en Sala Ravelo, su última función de temporada. No se le ocurra dudar. Asista si puede.
Amigas Desgraciadas está distante de ser una pieza más que se apoyan en la relación de pareja, para vender boletas, congraciarse con la crítica y tener un título interpretativo más en el curriculum de cada una de sus cinco intérpretes. Verlo así es simplista.
Se trata de la magia del teatro, esa  maque sólo surge cuando se encuentran el conjunto de condiciones imprescindibles para la trascendencia: el texto de un dramaturgo que, siendo hombre, escribe con garras afiladas desde la subjetividad femenina, un público infinitamente agradecido de la experiencia, una exhibición de estilos interpretativos que pocas veces suben juntos a escena, una química inter-talentos producto de la buena onda, la amistad y el influjo de una directora a la cual, un éxito artístico y de público tal cual ha tenido, le resultaba más vital y reconfortante que el agua a tiempo para el caminador sediento en las dunas del desierto.
A Amigas Desgraciadas, concluida con una de las expresiones masivas del público más hermosas que hemos visto, sólo le faltó respaldo empresarial que le diera sustento material a un montaje costoso y digno, Hay que saber vender el teatro, tal cual logró el montaje de Pareja Abierta, que consideramos uno de los mejores modelos de mercadeo artístico de este tiempo.
El  autor
Sin un excelente concepto escrito, no hay posibilidad de teatro digno. Hugo Daniel Marcos es un  dramaturgo, actor, director argentino, residente en Beer Sheva, Israel, desde diciembre del 99, y creador del primer grupo profesional de teatro de habla hispana en Israel y luego funda otro en otro en Arad, que tiene la creatividad ácida de los creadores capaces de reflejar en sus textos, la vida en sus detalles, superando lo superficial y sacando el mejor provecho para el escenario, empleando la risa como atractivo, para insistir en conceptos de vida, en la validez de los sentimientos, en la autenticidad de las actitudes y lograr todo eso en el marco del humor…he ahí la magia del teatro.
Las actuaciones
Amigas desgraciadas es la expresión coral de cinco protagonistas,  un derroche de  buenas y excelentes actuaciones de cinco actrices de generaciones sino distintas, diferenciadas un poco por escuelas, trayectorias y el tiempo en escenarios.
 
Lidia Ariza, la más veterana, hace de hilo conductor interpretativo de la singular reunión semanal de otras cuatro de sus amigas. Convincente, puntillosa y efectiva, marca el ritmo picado de diálogos e interjecciones, que alcanzan sus más altos niveles de eficacia histriónica. Una maestra que deja sentir su impronta. Gracia y un ejercicio extendido que es ya historia.
Patricia Muñoz, en un papel que parece haber sido escrito para ella, es centro de las acciones más hilarantes. Dominante de la escena, sabe emplear todo: expresión facial, voz, traslados y se sabe claramente en dominio de su importancia para que el engranaje opere a perfección. Muñoz tiene una gracia natural, afortunadamente instruida con acierto con talleres y práctica. Su enorme ventaja es una imagen de señora provocativa a la risa con su sola mirada. No le sobra una sola libra de peso.  Tiene la elegancia y la gracia justas.Vale lo que pesa.
Giamilka Román, increíblemente entregada, diestra en sus habilidades, lleva consigo esos dones que el público agradece: entrega y profesionalidad a su rol de pivote de humor, con una historia personal particular y, sin embargo, similar a la de sus compañeras. Adicionalmente fue la creadora de la escenografía, dotando de un ambiente amigable, cómodo y funcional para las acciones. Se sabe, desde que se le ve, que estamos en presencia de una figura de peso, pese a lo esbelto y cuidado de su figura.
Pamela de León, uno de los aciertos interpretativos y origen de la primera de las incidencias que dan un giro dramático al curso, tiene menos trayectoria, pero que nadie se equivoque: tiene empuje y fuerza. Se sabe responsable del giro argumental y lo sostiene en crecimiento.
María Angélica es una que ha sabido hacer diferencia entre su labor como comunicadora y sus responsabilidades como actriz, pese a una carrera escénica menos nutrida, sabe ponerse a la altura de las “todas estrellas” que son sus compañeras.
En esta obra se produce con naturalidad el Síndrome de la Risa Coincidente: hay situaciones tan hilarantes que hasta las propias ejecutantes tienden a reír, pero como el mandato del texto las dispone riendo, no se nota la diferencia. Se ríen de la situación, pero lo hacen sin dejar sus personajes, en ese instante riendo de buena gana.
La directora
Niurka Mota recoge con este montaje, el éxito que merece. Pasa de las tablas al exigente asiento de la directora, que con un elenco de este nivel y sobre un libreto inteligente y sensible de Hugo Daniel Marcos, tiene la recompensa que merece. Eleva su cualificación artística y siente una profunda y sublime satisfacción al sentir una sala colmada de gente, aplaudiendo al delirio del acto artístico bien logrado.
Amigas desgraciadas debe ser evaluada en todo su valor, ese especial status que reivindica el quehacer teatral como expresión de una magia que deja más que la explosión de la risa y la resonancia de la carcajada.