Cine Argentino
Receta urgente para los “anti-documental”: Todo sobre el asado
Cuando se habla de “documentales”, el ceño del cinéfilo se frunce de forma casi automática, levantando juna sospecha instintiva. ¡Uuhhhh… documental!
Es que salta de inmediato el criterio de que lo que se pone en pantalla es un arte cinematográfico menor, una corruptela audiovisual, una desviación profesional, un déficit profesional que desvía las metas del cine verdadero, una pérdida de tiempo y recursos que evade el principal objetivo del cine: la ficción. Pero ¡cuán grave es la equivocación que se engarza en estos criterios!
El prejuicio popular contra los documentales, trata, cae ridículamente ante este trabajo, el más brillante, hiperrealista y matizado por el ácido humor argentino que se burla hasta de si mismo. Es una de las joyas de la XIX Muestra Internacional de Cine.
En cine no hay géneros buenos o malos. Hay buenos y malos contadores de historias, que usan diversos géneros para expresarse. Los proyectos son canal, medio para contar una historia, real o ficticia.
Los géneros del cine son una vía para contar una historia, sea superrealista, como Todo sobre el Asado, o montada en las alas de la ficción.
Y en el caso de Todo sobre el Asado, de los directores Gastón Duprat y Mariano Cohn, (realizadores de la cinta estelar de la Muestra, la muy muy concurrida ficción sobre el ejercicio creativo en las letras, El ciudadano ilustre), la reflexión inicial se hace válida.
Todo sobre el asado sorprende, además de su tono cómico bien logrado, por su carga crítica respecto del plato nacional argentino, del cual se exponen todas sus aristas: desde su valor como patrimonio gastronómico infaltable cada día en cada mesa argentina, desmitificándolo comenzando por establecer que no es oriundo de esa nación sino de Grecia, desde miles de años antes de la fundación de la gran nación sudamericana.
Duprat y Cohn se tomaron cuatro años para rodar el material original, del cual seleccionaron 58 horas de filmación, llevadas finalmente a hora y 25 minutos, la pieza documental más trascendente de la Muestra de Cine, que presenta verdades duras: la forma de matar las vacas, (por medio del garrote vil), el daño a la salud cardíaca de sus principales grasas y condimentos, la comprobada halitosis que genera el consumo de la carne asada (demostrada en el trabajo con pruebas médicas).
Los directores, que se tomaron cuatro años para rodar el material original, del cual seleccionaron 58 horas de filmación, llevadas finalmente a hora y 25 minutos, la pieza documental más trascendente de la XIX Muestra Internacional de Cine de Santo Domingo, por su atrevimiento de pendular entre ficción, realidad, verdades científicas, de un discurso antropológico que nos enmarca el asado en cada una de sus características.
Cuidada la exposición al extremo, con apertura suficiente para considerar merecimientos y censuras al asado (incluyendo las comprobadas imputaciones de su poder negativo contra la salud por el exceso de grasas y sal, por parte de autoridades médicas especializadas en el corazón), el trabajo además divierte de buena gana por la filosa penetración del humor argentino, manejado con criterio y gracia.
Todo sobre el asado supera el mismo tema debido a un manejo cinematográfico que lo presenta con colores y tonalidades de sarcasmo, verdades y humor que revierte el criterio del documental como el “arte menor” del cine”.
El asado argentino tiene ya su gran documental, irreverente, crítico e hiperrealista. Los directores Mariano Cohn, Gastón Duprat, hacen historia en el cine latinoamericano con esta entrega.
Y en el caso de Todo sobre el Asado, el prejuicio “anti-documental” hace crisis, por la simple acción de la al punto de que una pieza simplemente genial en su realización, como Todo sobre el Asado, de los directores Gastón Duprat y Mariano Cohn, (realizadores de la muy concurrida El ciudadano ilustre, el clásico moderno argentino El hombre de Al lado y el drama de arte y vejez, El Artista).
Desde hace muchísimo tiempo no disfrutábamos de una pieza documental con una carga tal de humor, de información, de enfoques culturales, de desmitificación de verdades “sacras” sobre el plato nacional argentino, comenzando porque no es originario de esa nación sino de Grecia, donde se asaba carne hace más de mil 500 años.
Habría que suponer que un documental sobre el asado, realizado por directores argentinos, sería un en las que incluso se le cuestiona por la forma de matar las vacas, (ciertamente cruel por el garrote vil), el daño a la salud cardíaca de sus principales grasas y condimentos, la comprobada halitosis que genera el consumo de la carne asada (demostrada en el trabajo con pruebas médicas).
Cuidada la exposición al extremo, con apertura suficiente para considerar los merecimientos y las críticas al asado (incluyendo las comprobadas imputaciones de su poder negativo contra la salud por el exceso de grasas y sal, por parte de autoridades médicas especializadas en el corazón).
Todavía hay oportunidad de verlo en la XIX Muestra de Cine..
Título Todo sobre el asado
Año 2016
Duración 86 min.
País Argentina
Dirección y guión: Mariano Cohn, Gastón Duprat
Música Sergio Pángaro
Sinopsis
Todo sobre el asado es un viaje a lo profundo de la Argentina. El asado es una comida y un ritual. Es primitivo y contemporáneo, salvaje y refinado, un arte y una ciencia. Pocos fenómenos revelan con mayor originalidad y precisión los rasgos esenciales de la identidad nacional. Por primera vez una película le hace frente a esta tradición casi sagrada con una mirada filosa e incorrecta.
Paulina, cine argentino que y provoca, deslumbra y desconcierta
Paulina (Santiago Mitre) es un mosaico ejemplar de excelencia en cine en su provocador y desconcertante concepto, su manejo de la luz, su universo sonoro, su edición, sus escenas secuencia, sobre todo la final, y su acertado criterio de selección de sus intérpretes, que establecen de cómo el arte es capaz de exponer posturas inusuales ante conflictos que cuentan con reacciones esperadas.
La segunda obra de Mitre, quien dejó ver con su ópera prima El Estudiante (2011) y que le abrió de par en par las puertas del cine de arte y autor en Argentina, es una de esas producciones que hilan denuncia y el compromiso social, la conciencia de ser mujer, la redacción inesperada ante una violación y el cuestionamiento al aparato policial-judicial por su sello indudable de clase no se limita a exponer y detallar un tema desgarrante, para afilar su una fina carga de desconcierto por las acciones excede lo que puede esperarse de una producción escrita, sentida y actuada con talento, agudísima perspectiva femenina enfrentando esquemas de modo inusual.
El director envuelve al espectador con el uso de planos temporales paralelos, repitiendo una misma escena desde diversos enfoques, para lograr un estilo de autor, que confiere una atmósfera estética singular, propia de un estiloque procura nuevas expresiones en pantalla.
Paulina radica su éxito en el guión de Mitre, que replantea los criterios de su antecesora La Patola (Daniel Tinayre, 1960) protagonizada por la diva argentina Mirtha Legrand, la intensidad de sus diálogos desarrollados por la fuerza de Dolores Fonzi, y Oscar Martínez, que nos satisfizo antes y a rabiar en Relatos Salvajes (Damián Szifrón, 2015), su portentoso uso de la luz y la colorización elaborada de sus escenas, la belleza enigmática de la Fonzi y la fuerza actoral de sus papeles de soporte. La musicalización es exquisita y rica en sus matices.
Mitre ofrece una entrega de cine de autor, capaz de agradar a los jurados de festivales y con potencialidad para haber vendido cerca de 200 mil entradas en Argentina. Un director joven que tiene claro su visión, de ahí su tratamiento distante del hecho crucial de toda la trama para concentrarse en las posturas que derivan del mismo.
La estructurada pieza de cine se elaboró con toda intención de conquistar la crítica y los lauros de los festivales más trascendentes, en los cuales ha dejado su marca en los circuitos de exposición del cine internacional:
Premio Semana de la Crítica Cannes.
Premio Fipresci.
Festival de Lima, Mejor Guion.
Festival de Biarritz, Mejor actriz.
Festival de Santiago, Mejor Actriz
Festival de San Sebastián: Mejor película en las secciones Horizontes Latinos, EZAE de la Juventud y Otra Mirada,
Festival de Chicago, Mejor Película, Hugo de Plata
Premios Sur (Argentina), Mejor Actriz.
Exhibida en Fine Art´s de Novo Centro, la cinta no ha sido descubierta por el exigente gusto de la cinefilia criolla. Más gente debería disfrutarla.
Cuando el cine rompe las expectativas que se esperan de su discurso y estructura, cuando ratifica que su papel, más que la admiración y la reflexión, es la provocación que rompe parámetros, cuando la propuesta fílmica desconcierta, entonces ha cumplido con la encomienda de mostrar la fuerza de una marca nacional que deja ver la fortaleza de la industria latinoamericana.
Santiago Mitre es un nombre que debe ser considerado ya en el universo del maestro Luis Puenzo (La historia oficial), Juan Jose Campanella (El Secreto de sus ojos) y Zsifrón (Relatos Salvajes), en tanto es continuador de una tradición cinematográfica que ha logrado una diferenciación que le confiere universalidad y permanencia.
SINOPSIS
Paulina es una abogada de Buenos Aires. Tiene una carrera promisoria pero elige volver a la localidad en la que nació: Misiones, donde ejercerá de maestra en un programa de educación social a pobladores jóvenes de extracción humilde. En una madrugada, es violada por una pandilla, lo que le deja serias consecuencias que enfrenta de una forma tan inusual que dejará perplejos a todos, especialmente a su padre, un juez de notable influencia en el aparato policial y judicial.
FICHA TECNICA
Título: Paulina (La Patota)
Director: Santiago Mitre
Reparto: Dolores Fonzi, Oscar Martínez, Verónica Llinás,
Genero: Suspenso
Música: Nicolás Varchausky
Historia : Daniel Tinayre, Eduardo Borrás
Fotografía: Gustavo Biazzi.
Cámara: Gustvo Biazzi
Sonido: Santiagho Fumagalli
Montaje: Delfina Castagnino